La primera fuerte polémica de la F1 a horas de iniciar su campeonato

Red Bull ha protestado formalmente ante la FIA por supuestas irregularidades técnicas en el W11 que Mercedes ha usado hoy en los entrenamientos libres del Gran Premio de Austria. El equipo alemán fue llamado a declarar tras la presentación y se espera conocer la decisión de la FIA al respecto. 

Christian Horner y su equipo ya habían avisado el pasado febrero que presentarían una queja en cuanto el sistema saliese a rodar en una sesión oficial, ya que dudan de sus legalidad. Mercedes se defendió alegando que habían hablado con la FIA durante meses antes de decidirse a ponerlo en acción y, este viernes, Toto Wolff, reiteró su confianza sobre la legalidad.

"La protesta registrada por Aston Martin Red Bull Racing, refiriéndose a un incumplimiento de la normativa técnica de la FIA F1 –concretamente en los artículos 3.8 y 10.2.3– durante la sesión de libres 2", dice parte del escrito.

El artículo 10.2.3 establece que "no se puede hacer ningún ajuste a cualquier parte de la suspensión mientras el coche está en marcha". Mientras que el 3.8 está relacionado con la influencia aerodinámica, asegurando que "cualquier parte específica del coche que influya en el rendimiento aerodinámico debe estar rígidamente asegurada al resto del coche".

Además, la normativa añade: "Con la excepción de la carrocería ajustable por parte del piloto descrita en el artículo 3.6.8 (además de las parts mínimas solamente asociadas a esta actuación) y las partes descritas en los artículos 11.4, 11.5 y 11.6, cualquier otra parte específica del coche que influya en el rendimiento aerodinámico debe estar fija".