Cristina Fernández de Kirchner y Karina Milei comparten el dominio y también la desconfianza de sus espacios
Los armados partidarios están encapsulados en las decisiones de "El Jefe" y la expresidenta presa. Por sus decisiones aparecen luego repercusiones negativas que conspiran con el resultado buscado bajo la necesidad de pureza y sumisión de los candidatos.

La boleta de La Libertad Avanza Escobar aparece con el candidato acusado por grooming a una menor de 14 años en su interior a pesar de la promocionada decisión de separarlo de la misma. Sergio Roberto Álvarez será el séptimo en la lista que encabeza Eduardo Gianfrancesco.
En Morón, finalmente, habrá una sola lista del peronismo liderada por José María Ghi, el hermano de Lucas, el intendente, luego de un fallo de Cámara que anuló lo dictaminado por la Junta Electoral bonaerense, que había dispuesto no autorizar a Fuerza Patria a tener una boleta que conecte a los candidatos locales con los provinciales.
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¿Qué estamos marcando con estos detalles? Que la paz no reina en ninguna de las dos alianzas más importantes de la Provincia de Buenos Aires, en las que se privilegió la chapucería y la codicia por empoderarse de lugares en desmedro de otros que deberían trabajar junto con ellos.
El oscurantismo gana en los nuevos formatos políticos. Karina Milei, por un lado, es relatada como una gran observadora y analista, con un agudo conocimiento de las personas, producto nadie sabe por qué fuentes, pero que está inhabilitada, por decisión personal o imposibilidad práctica, de hablar en público y mucho menos soportar dos o tres preguntas más o menos criteriosas.
Del otro frente, tal cual graficó uno de los candidatos provinciales con relevancia seccional en el Frente Patria, “Cristina nos hizo mierda al ir a prisión. Nos tiene atados a San José 1111”. Con tobillera y sin posibilidades de ejercer cargos públicos, su futuro es muy finito.
Karina y Cristina Fernández de Kirchner tendrían que estar en otro nivel político y también con diferente futuro por delante. Pero no. Están encerradas. Y la necesidad de que todo el mundo acate, porque si no lo hiciese es un traidor, golpista o vendepatria, es una olla a presión cuya resistencia es difícil de calcular.
Por ese deseo de tener todo bajo control terminan controlando poco o nada. Sus subalternos hablan por debajo pestes de cada una de ellas y ya le perdieron el respeto. Falta poco para que también le pierdan el temor.
La confección de listas, tanto las de septiembre como las de octubre, fueron una carnicería en Fuerza Patria como en La Libertad Avanza. Unos necesitaron de un abrupto corte de luz para poder encaminar las negociaciones que estaban rotas desde un inicio y jamás pudieron encauzarse.
Los otros ni siquiera necesitaron eso. Fue la decisión de una mesa chica comandada por "El Jefe", rodeada de personas que saben lo que la hermana presidencial representa, quienes se encargaron de llenar las listas sin tener en cuenta otros aspectos más amplios que las de la única necesidad que tenían por cubrir. Tener leales, inexpertos y con antecedentes peronistas y kirchneristas.
En una entrevista que se publicará este sábado, Joaquín De la Torre bautizó a la lista libertaria como "Larreta, volvé, te perdonamos", por la cantidad de figuras que hace dos años trabajaron con el exjefe de gobierno porteño y que hoy ocupan lugares claves en las listas, aunque “el pelado” siempre fue demonizado por Javier Milei. "La política argentina entró en un remolino que se va por una cañería y por eso la gente fue a buscar a Milei. Ahora parece que el gobierno quiere entrar ahí", sentenció.
En cuanto al peronismo kirchnerista renovador, nadie sabe contestar cuántos votos habrá de diferencia entre septiembre, donde los intendentes querrán imponer su peso electoral, con las de octubre, donde todos quedaron marginados.
“Saldamos la necesidad de la unidad. No sé si podremos hacer lo mismo con la política y mucho menos con la gente”, se sinceró uno de los participantes de la futura boleta de Fuerza Patria en octubre próximo. Ya empiezan a hablar sin tanto sosiego quienes se sienten marginados de las decisiones de la ex presidenta de la Nación y en la Gobernación trascienden expresiones como “fin de ciclo”, “cambio de gabinete” y “fue la última” después del 26 de octubre.
¿Habrá quedado feliz Sergio Massa al ver cómo sus socios políticos, los Kirchner, abrazaron a Juan Grabois para que no se fuera del espacio? “Uno hace política. El otro hace quilombo”, dijo la misma fuente que se quejaba de cómo se había conformado la lista de unidad. Seguro no llevará al jefe de la economía popular a hacer campaña en su distrito. “Además, por sostenerlo y darle relevancia a Grabois perdiste el apoyo de una docena de intendentes”, reflexionó.