Polémica vendimial

Desde el ARI dicen que "sacar a las reinas es atacar nuestra identidad y censurar la cultura"

El presidente de Coalición Cívica Ari, Marcos Quattrini, también se mete en la polémica sobre la permanencia o no de la figura de la Reina de la Vendimia en la fiesta más importante de Mendoza, y a pesar de ser aliado del radicalismo, discrepa con quienes quieren eliminar la elección.

Marcos Quattrini miércoles, 17 de febrero de 2021 · 07:33 hs
Desde el ARI dicen que "sacar a las reinas es atacar nuestra identidad y censurar la cultura"
Marcos Quattrini y referentes del ARI.

El debate político que ha surgido a partir de la intención de no elegir más reinas en Guaymallén a través de un proyecto de ordenanza se sigue alimentando. En este caso, es el presidente del ARI en Mendoza quien se suma a la opinión y al igual que Gabriela Testa o el intendente de la Ciudad -quien opinó que es la gente quien debe decidir si quiere o no reina-, se pone en la vereda de la permanencia de las soberanas. A continuación, su columna:

Han pasado pocas décadas desde que se le exigía a la mujer taparse hasta el cuello. Eso, si miramos solamente latitudes cercanas, porque en el mundo hay aún sociedades que sólo les permiten mostrar los ojos. Hace poco también, las mujeres no podían asistir a la universidad o formar parte de partidos políticos. 

Marcos Quattrini.

Solo pasan los años, pero el espíritu de las prohibiciones y las censuras permanece intacto.

Nuestra Fiesta Nacional de la Vendimia es una manifestación popular, de mujeres y hombres, de niños, niñas, jóvenes y mayores. Es un ritual que afianza la idiosincrasia mendocina porque tiene una rica historia de encuentro de todo el pueblo. No mira clases sociales, no distingue edades, inspira admiración de propios y foráneos. 

Eliminar la elección de la reina es el comienzo del fin de esta fiesta tan nuestra.

Las reinas no surgen de una academia de modelos sino de un proceso nacido en las estructuras barriales más básicas, con la participación de entidades intermedias dispersas en todo el territorio, que buscan y apoyan a su candidata para ser representados en las fiestas distritales.

Guaymallén ha sido pionera en la apertura de requisitos para la postulación de candidatas en cuanto a edad, estado civil y talla, todos temas fundamentales en nuestra sociedad moderna que debe encaminarse a ser cada día más inclusiva. En este sentido fue inteligente y vanguardista la decisión de permitir la participación de personas LGBT en la elección de la reina. Después de todo se trata de eso: defender derechos, asegurar libertades, evolucionar en el sentido que tiene todo lo nuestro.

Creer que la elección de la reina es un mero “concurso de belleza” es desconocer la historia, la tradición y el sentido mismo de la fiesta de la Vendimia. Anular este evento es decirnos en la cara que la belleza está mal, que la preparación de las candidatas no vale nada, que su voz no se tendrá en cuenta, que las ilusiones de tantas mujeres deben ocultarse.

Pues bien, quienes quieren eliminar la elección de la reina de la vendimia dirigen el ataque a una sola cosa: a la Identidad. Muy oportuno en estos tiempos, en los que a muchos conviene que todos piensen lo mismo y, si no es posible, que no piensen, que abandonen su historia, que pierdan la memoria y que siempre pregunten cómo se debe actuar. 

Para cada candidata, la participación en la fiesta de la vendimia representa una oportunidad única de crecimiento personal, y a la vez de ocupar un lugar en el acervo cultural. Así vemos a tantas reinas de mandato cumplido que participan actualmente en la política, en los medios de comunicación, en la justicia, en la salud, en fundaciones solidarias, entre otros ámbitos de lo público. ¿Lo hacen por haber sido elegidas reinas? Claro que no, pero su reinado sí influye en el amor y compromiso que esas mujeres adquieren indefectiblemente al involucrarse en Vendimia, siendo reinas, siendo miradas y admiradas por lo que representan, que va mucho más allá de cómo lucen.

Dejemos de ocultar intenciones espurias detrás de la supuesta cosificación. Les propongo: en vez de desplazar el lugar que ocupa la mujer en la fiesta de la vendimia, replanteemos el rol de las figuras políticas que no faltan a una sola elección. Veamos quiénes ocupan los palcos y primeros asientos en estas celebraciones. En algunos festejos hay más protagonismo de políticos que de los propios hacedores de vendimia.

Por último, un municipio bien administrado como es hoy Guaymallén es capaz de afrontar sin ningún inconveniente las fiestas distritales del departamento, como se ha venido realizando hasta el momento. Estas son inversiones que, además, retornan en cultura y en sentido de pertenencia, dos cosas difíciles de contabilizar en términos monetarios, pero que indudablemente protegen el sentimiento de orgullo y de pertenencia a nuestra tierra. De nuevo, nos da Identidad, y la identidad nos hace quedarnos y defender lo que es nuestro.

Si el proyecto de ordenanza para eliminar la elección de la reina de la vendimia fuera aprobado, se estaría atacando estas bases sociales fundamentales, daríamos paso a la revisión y censura de nuestra cultura, bajo guía de quienes no entienden ni defienden nuestra identidad como mendocinos, sino que responden a un colectivo sin identidad y confundido en el ruido de los gritos y las pancartas.

Marcos Quattrini, Presidente de Coalición Cívica Ari.

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