Receta rápida de patatas bravas con pocos ingredientes y muy sabrosas.
Receta de patatas bravas crujientes por fuera, tiernas por dentro y con una salsa picante irresistible. Un clásico para picar, compartir y disfrutar en casa.
Patatas bravas perfectas: receta fácil y deliciosa.
ShutterstockSi se busca una receta sabrosa, fácil de preparar y con un toque picante, estas patatas bravas es perfecta. Con un exterior crujiente, interior tierno y una salsa intensa, se transforma en una opción ideal para aperitivos, mesas de tapeo o como acompañamiento en comidas informales.
Las patatas bravas representan uno de los platos más tradicionales de la cocina española, especialmente popular en los bares de tapas. Aunque su preparación puede variar de una región a otra, la esencia permanece: patatas cortadas en cubos irregulares, fritas hasta quedar doradas, y acompañadas de una salsa de sabor fuerte, ligeramente picante y muy sabrosa. Permite recrear en casa una versión auténtica utilizando ingredientes simples y pasos accesibles. El secreto está en lograr el punto exacto de cocción de las patatas y preparar una salsa equilibrada, que resalte sin opacar el resto del plato. Algunas versiones incluyen cebolla, ajo o incluso bechamel, pero aquí se presenta una opción clásica con tomate, pimentón y un leve toque ácido.
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Ingredientes
Para las patatas: 800 gramos de patatas, aceite para freír (cantidad suficiente), sal al gusto.
Para la salsa brava: 3 cucharadas de aceite de oliva, 1 cucharadita de pimentón dulce, 1/2 cucharadita de pimentón picante (o ají molido), 1 diente de ajo picado, 1/2 cebolla picada, 200 gramos de tomate triturado, 1 cucharada de vinagre de vino blanco, 1 pizca de azúcar, sal al gusto, 100 ml de caldo de verduras o agua.
Prepara paso a paso patatas bravas
- Lava las patatas con abundante agua. Pela si se desea, o deja la piel si está bien limpia. Corta en cubos medianos, procurando que tengan tamaño uniforme para una cocción pareja. Enjuaga los trozos bajo agua fría para quitar el exceso de almidón y seca bien con un paño o papel absorbente.
- Calienta abundante aceite en una sartén profunda a fuego medio (aproximadamente 160°C). Incorpora las patatas y fríe durante 8 a 10 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que estén tiernas pero sin dorarse. Retira con espumadera y deja escurrir sobre papel absorbente. Luego, sube la temperatura del aceite a unos 190°C y fríe nuevamente durante 3 a 4 minutos, hasta que estén doradas y crujientes. Escurre y añade sal al gusto.
- En una sartén, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Agrega la cebolla picada y cocina durante 5 a 7 minutos, hasta que esté transparente. Añade el ajo y cocina un minuto más. Incorpora el pimentón dulce y el picante (o ají molido) y mezcla rápidamente para evitar que se quemen. Agrega el tomate triturado, el vinagre, la pizca de azúcar, la sal y el caldo o agua. Cocina a fuego bajo durante 10 a 15 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que la salsa espese y los sabores se integren bien.
- Una vez lista, procesa la salsa con batidora de mano o licuadora para lograr una textura suave. Si se prefiere, puede dejarse con una consistencia más rústica. Ajusta el punto de sal y picante según el gusto.
De la cocina a tu mesa
Coloca las patatas recién fritas en una fuente o plato. Vierte por encima la salsa brava caliente, o sirve aparte en un recipiente para mojar. Si se desea, decora con perejil fresco picado.
Las patatas bravas son una receta tradicional con mucho carácter. Su textura crocante por fuera y tierna por dentro, combinada con una salsa intensa, las convierte en un plato ideal para compartir. Esta versión casera permite ajustar el nivel de picante, experimentar con la textura de la salsa y saborear un clásico con ingredientes simples. Conviene servirlas recién hechas para aprovechar el contraste entre la patata caliente y la salsa sabrosa. La salsa puede prepararse con anticipación y conservarse refrigerada por algunos días. ¡Y a disfrutar!



