Limpieza: el truco definitivo para recuperar la suavidad de las toallas
Es posible realizar una limpieza para que queden esponjosas usando vinagre y bicarbonato de sodio. El truco es muy fácil.
Un secreto de limpieza que no falla. Foto: Shutterstock
Con los lavados las toallas van perdiendo su textura original y mullida y dejan de absorber bien. Además, comienzan a sentirse ásperas en contacto con la piel. La solución a esto no está en los productos costosos sino en una fórmula de limpieza de tres ingredientes.
Limpieza de toallas
Esta fórmula le devolverá a las toallas la esponjosidad original. La clave del éxito está en la combinación química natural del vinagre y el bicarbonato de sodio. Son dos aliados que eliminan los restos de cal y detergente que van acumulando las fibras.
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Para transformar las toallas, solo se necesita incorporar los elementos en el próximo ciclo de lavarropas: media taza de bicarbonato de sodio que actúa como blanqueador y desodorizante natural. Media taza de vinagre blanco en el espacio del suavizante y la dosis habitual de jabón líquido.
Además de esta mezcla el secado es lo que marca la diferencia en esta limpieza para que la toalla quede suave. Se recomienda programar el lavado a 40 grados, temperatura ideal para higienizar las fibras sin dañarlas ni encogerlas.
Lo importante es no secar las toallas bajo el sol intenso porque las fibras se deshidratan de manera agresiva y se endurecen. El mejor secado es al aire libre pero a la sombra.
Este método de limpieza no solo limpia, sino que desinfecta y elimina el aroma a humedad que suele quedar atrapado en las toallas viejas.


