Limpieza: el truco casero para devolverle el brillo a las veredas
Es posible dejar el frente de la casa impecable con una limpieza sencilla usando el dúo que no falla: bicarbonato de sodio y vinagre.

Una limpieza siempre viene bien. Fuente: Freepik.
Con el tiempo, las lluvias y la humedad generalmente las veredas de cemento, ladrillo o baldosa acumulan suciedad y moho dando un aspecto descuidado del hogar. Es por eso que se puede realizar una limpieza sencilla con productos económicos para dejarla presentable.
La limpieza de veredas
En primer lugar la limpieza comienza con un barrido profundo retirando hojas, tierras y cualquier residuos que esté en la vereda. Luego se recomienda usar una espátula o un cepillo de metal para raspar los desechos orgánicos o el barro que a veces queda muy pegado al cemento o a la baldosa.
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Para combatir las algas y el moho se usa vinagre blanco para matar las esporas con su ácido y bicarbonato de sodio que será un potente desinfectante para esta tarea. Primero se rocía directamente el vinagre por la zona afectada y se deja actuar media hora. Luego se frota con un cepillo de cerdas duras y se enjuaga con agua a presión.
Otra opción es mezclar media taza de bicarbonato de sodio, un cuarto de jabón líquido de cocina y agua caliente. Se mezcla todo hasta formar una pasta. Luego se humedece la vereda y se aplica la pasta sobre las manchas o la suciedad intensa. Dejar actuar diez minutos y cepillar vigorosamente. Enjuagar bien.
Por último, si la vereda tiene manchas persistentes se puede recurrir a la lavandina con mucha precaución. Se diluye en tres partes de agua. Se aconseja usar guantes y ropa vieja. Además, hay que enjuagar obligatoriamente para eliminar los residuos de lavandina y proteger las plantas que están cerca.