Cinco consejos para comprar seguro por internet
El comercio electrónico aumentará durante las fiestas de Navidad y, por consiguiente, también se incrementará el número de reclamos. Acá hay algunas buenas prácticas para evitar sorpresas desagradables a la hora de comprar productos a través de la red.
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1. Realizar la compra en sitios web seguros
Se aconseja realizar la gestión tanto desde un servidor seguro –en la que la dirección empiece por “https”– como en páginas web de confianza. En este último caso ayuda localizar algunos datos de la empresa como nombre, dirección, domicilio y datos de contacto. Una información que el consumidor necesitará en caso de querer reclamar.
2. Informarse y archivar
Se recomienda leer la información del contrato y la letra pequeña. “Aunque sin obsesionarse–comenta el responsable de servicios jurídicos de la CEACCU, Eugenio Ribón–, el hecho de que se establezcan unas determinadas condiciones en la contratación, por más que las acepte el usuario, si la clausula es nula (por ley) no vincula al consumidor”. En otras palabras, haber hecho clic no impide reclamar cuestiones que infringen la ley del consumidor.
Por otra parte, también es aconsejable imprimir o guardar toda la documentación de la transacción como, por ejemplo, la publicidad, las condiciones del contrato, los correos electrónicos o los justificantes de pago, entre otra.
3. Poner atención en el precio
Gastos adicionales de envío, el IVA u otros cargos no especificados en un principio pueden sorprender al consumidor a la hora de realizar el pago. Para evitarlo, la organización aconseja verificar dichos costes antes de ordenar la compra. A eso, añaden la elección de una forma de pago segura como, por ejemplo, PayPal.
4. Se puede devolver
La mayoría de las compras realizadas por internet se pueden devolver dentro de un plazo de siete días. Por eso es importante comprobar el estado del producto tan pronto como llegue al domicilio.
5. Reclamar es más sencillo de lo que parece
“Que reclamar sea algo complicado es un mito”, comenta Ribón; a lo que añade: “siempre que la cuantía reclamada sea inferior a 2.000 euros no se necesitan abogados, ni procurador, ni tasa judicial”.
Fuente: La Vanguardia

