Un Padre que nos hace capaces de todo y de todos. Tal como nos hace capaces de sí mismos...
Domingo día del Padre y llega "Arte que motiva", la columna que refleja nuestras miradas y el horizonte y sus conflictos. Juan Barros, con su estilo personal.

Creer en el camino, lo abre.
Ilustración de Lisandro Ruiz.Somos lo que nos preguntamos. Somos como creen en nosotros. El Padre no es una captura de pantalla. Excede las imágenes. Nos asumimos como nos asume. Nos hace sentir con autoridad tal como nos hizo sentir su autoridad. ¡No es como yo! Es como él. Jesús a su Padre lo llamó “papito”… Y así reiniciamos la mirada… ¡Y confiarnos a la mirada!
“Sabemos bien que la palabra aramea Abbá es la que utilizaba el niño para dirigirse a su papá, y, por lo tanto, expresa la relación de Jesús con Dios Padre, una relación de ternura, de afecto, de confianza, de abandono”, señala Benedicto XVI en la oración de Jesús en el huerto de los olivos.
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A cada instante anhelamos reconocer a un Padre que nos una por como nos ama más que por como nos amamos…
Porque está hiriéndonos la violencia fuera y dentro nuestro…
Porque nos interpelan las desigualdades, las pobrezas, el lugar del otro…
Porque hay tantos padres que no nos representan…
Porque hay tantas creencias que nos hacen creer…
Porque… “Estamos llamados a abrazar estos desafíos, a interpretarlos evangélicamente, a vivirlos como ocasiones de testimonio. ¡No huyamos ante ellos!” (León XIV)
Porque… “El hombre no puede vivir sin amor. Él permanece para sí mismo un ser incomprensible, su vida está privada de sentido si no se le revela el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y lo hace propio, si no participa en él vivamente” (Redentor hominis, Juan Pablo II).
La inocencia nos evidencia.
Lo que uno cree es como uno cree.
Uno es tal su modo de creer.
La edad es como aprendiste a creer.
Dar gracias es la medida de las cosas.
Cuando digas si, necesita ser igual a vos.
La cercanía es estar al modo de una respuesta.
Amar nos pone en conflicto cuando amar es como me aman.
Lo que nos reconcilia con el otro nos reconcilia con nosotros.
Reconocernos nos hace muy aptos para conocernos.
La realidad nos sincera.
Somos como lo que hacemos.
Puedo estar en paz contigo como puedo estar en paz conmigo.
La esperanza es la compensación.
Lo que no sabíamos tener es lo que no sabíamos ser.
Dios es presencial.
* Juan Barros, energizante natural. Apto para todo público.