Tres empleados de JetSmart maltrataron a una mujer y a su amiga embarazada
En el aeropuerto de Bariloche, una mujer y su amiga embarazada fueron maltratadas por tres empleados de JetSmart. La mujer contó su historia a MDZ Ciudadano.

Así presenta su relato Lola en redes sociales, llena de indignación por lo que le tocó vivir el pasado sábado 12 de julio en el aeropuerto de Bariloche con JetSmart. "Hicimos más de una hora de fila para despachar valijas. Ya habíamos hecho el check-in online. Al llegar al mostrador, una de las empleadas nos informó que el vuelo había cerrado. ¿Por qué nadie avisó?", comenzó relatando Lola a MDZ.
Su explicación fue que "habían avisado en voz baja porque les dolía la garganta" (!). Otro de los empleados, lejos de ayudarnos, nos gritó, culpándome por no haber "hecho valer la prioridad" (que no estaba señalizada en ningún lado), y negándose a prestar una simple lapicera para completar el libro de quejas". Lola estaba junto a una amiga y, según relataron a MDZ, fueron "maltratadas, amenazadas y desinformadas por tres empleados de JetSmart".
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El relato en primera persona del maltrato
Lola se comunicó con MDZ y contó más detalles de lo que vivió con los empleados de JetSmart. "El sábado llegamos al aeropuerto de Bariloche, teníamos vuelo a las 19:45 con JetSmart y llegamos al aeropuerto una hora y quince antes, no llegamos con tanto tiempo de anticipación, pero llegamos antes del horario de cierre del check-in y del despacho de valijas. Llegamos y había una fila bastante extensa que nos llamó la atención, pero bueno, nos pusimos en la fila como corresponde y esperamos a que avanzará. Nosotras nos quedamos esperando, nos llamó un poco la atención la cantidad de gente que había, realmente íbamos chequeando en la pantalla y no decía que estuviesen por pre-embarcar, como si decían otros vuelos. Cuando, buscamos también una forma de hacer uso de la prioridad porque, mi amiga, está embarazada, no encontramos ninguna fila particular para eso, ni ningún cartel de señalización, entonces, nos quedamos en la fila esperando. Cuando estábamos a tres personas para hacer el check-in, otra chica, empieza a llamar a la gente que tenía vuelo a las 20 horas y nosotras tenemos un vuelo a las 19:45. Ahí nos dijo, no, ese vuelo ya está cerrado", comenzó diciendo Lola.
El relato de la lectora de MDZ continuó así: "Le digo a la empleada de JetSmart, pero, ¿cómo puede ser si en ningún momento se nos comunicó, en ningún momento nos llamaron? Estamos hace una hora haciendo fila, en ningún momento escuchamos que nadie dijera que se cerraba el check-in, que nadie preguntara por los pasajeros del vuelo de las 19:45, en ningún momento nos llamaron a nosotras por nuestros nombres, que ya habíamos hecho el check-in online dos días antes, simplemente estábamos haciendo la cola porque, lamentablemente, tuvimos la mala idea de sacar el vuelo con valijas y teníamos que despachar. Así que nos acercamos a los mostradores, pero nos dijeron que ya había cerrado y que hagamos la fila, sin darnos ninguna solución, ninguna respuesta clara, simplemente echándonos la culpa de que nosotras quizás habíamos llegado tarde o no habíamos escuchado su llamado, que nunca existió, realmente nunca existió, y si llegara haber existido no fue lo suficientemente fuerte como para que nosotras pudiéramos escuchar el aviso".
Lola dijo a MDZ que ellas no eran las únicas atravesando el mismo problema: "Había una familia numerosa justo delante nuestro en la fila que estaba pasando por lo mismo. Vinieron con nosotros, intentamos obtener una respuesta y una pronta solución de lo que estaba sucediendo, pero simplemente nos ignoraban y seguían con el check-in de las personas que estaban detrás de nosotros".
El conflicto con los empleados de JetSmart
"Cuando nos volvemos a quejar por esto, la chica que estaba haciendo el check-in, no me acuerdo ahora el nombre, nos dice que ella había hecho el llamado, pero que le dolía mucho la garganta, que no podía gritar. Nos trató de una manera bastante sobradora. Luego nos plantean que la única solución era reprogramar el vuelo, pedimos un libro de quejas, nos dan ese libro de quejas pero sin una lapicera. Cuando le pedimos una porque nosotras no teníamos, se desentendieron", comentó Lola. Y agregó que "mientras buscaba una lapicera, mi amiga, Belén, que tiene un embarazo de cinco meses, con la bronca que tenía porque nadie nos prestaba atención, empieza a grabar, empieza a relatar en el video que no nos querían prestar esta lapicera, que nos estaban ignorando. Entonces, viene una tercera persona que fue la que llegó tarde y la que justamente nos avisó que el vuelo se había cerrado y le dice a Belén que si no borraba el video, adelante de ella, no viajaba a Buenos Aires o en el próximo vuelo". Y la usuaria prosigue con el relato: "Entonces, Belén accedió a borrar el video, como parte de la negociación, nos dieron una lapicera para poder completar el libro de quejas. Y así fue como conseguimos la lapicera".
"Nos trataron mal, nos amenazaron. Había un chico, que discutía con mi amiga y le decía que no podía estar exigiendo, no podía estar responsabilizando a la aerolínea por su retraso en el check-in, por no tener un cartel de prioridad. Vos y yo y todos sabemos que tenés la prioridad, tenés que ejercerla. Y la empezó a tratar muy mal".
"Después de conseguir una lapicera, nos reprogramaron el vuelo para inmediatamente el vuelo siguiente, pero este no iba al aeroparque, iba a Ezeiza, lo que implica otro gasto más porque las distancias no son las mismas. Tuvimos que pagar una reprogramación como si fuese nuestra la culpa de que ellos no nos hayan llamado para hacer el check-in. Así fue como se dio toda la secuencia".
Lola agregó que más tarde pudieron hablar con una supervisora de JetSmart que fue amable y receptiva; y que a su vez se justificó en que los empleados que las atendieron previamente tenían 2 meses de antigüedad; algo que tampoco ni Lola ni Belén crea que sea justificativo suficiente.
El pedido de las damnificadas
"La verdad que lo que buscamos es que se hagan públicas estas cosas. Sé qué pasa mucho con las aerolíneas, es esa desesperación que te genera de sentir que nadie te da respuestas, de que nadie se hace cargo de nada, de que son impunes, y que realmente aunque la responsabilidad sea de ellos, el que termina pagando los platos rotos es el pasajero, el que termina pagando de más es el pasajero, el que termina estresado y viviendo una situación horrible es el pasajero y ellos no se hacen cargo de nada. Y no está bueno", comenta Lola.
Finalmente, la víctima terminó su relato diciendo: "Quizás la indemnización es lo de menos. Si bien uno merece un resarcimiento, es realmente tan, tan desgastante la situación que solo buscas una simple respuesta".
MDZ Ciudadano es un espacio donde nuestros lectores pueden comentar y dar a conocer sus malas experiencias o reclamos con empresas que brindan servicios a lo largo y ancho del país. Este fue el caso de Lola, que junto a su amiga embarazada, de cinco meses, vivieron una situación de maltrato por empleados de JetSmart.
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