Salud con conciencia: guía práctica para evitar los excesos de comida y bebida en las fiestas de fin de año
Moderación, hidratación y planificación ayudan a evitar malestares digestivos y riesgos del alcohol, para disfrutar las fiestas con salud y responsabilidad.
Las fiestas de fin de año son una oportunidad para compartir y celebrar
Archivo.A medida que el año va llegando a su fin, el calendario se llena de brindis, despedidas y reuniones que, a menudo, giran en torno a la mesa. Es en este contexto de celebración donde el riesgo de comer y beber en exceso aumenta significativamente. Si bien son momentos de disfrute, los excesos pueden traducirse rápidamente en un malestar que va desde la indigestión hasta la hinchazón abdominal, afectando el bienestar por varios días.
Para sortear las fiestas sin sobresaltos y preservar la salud, destaco la importancia de la moderación y la planificación. Las malas digestiones, la distensión gástrica y la pesadez son consecuencias directas de la ingesta desmedida de alimentos y bebidas, especialmente alcohólicas.
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El primer paso, es tomar conciencia de las porciones
Aunque la variedad y la abundancia tienten, es fundamental no perder de vista la noción de saciedad. Sin embargo, si se cae en el exceso, la clave está en el día después. Si comemos en exceso, al día siguiente debemos retomar los hábitos saludables de alimentación. Una de las estrategias más efectivas para controlar el apetito en la mesa navideña es incorporar alimentos con alto poder de saciedad y bajo aporte calórico.
Además de cuidar lo que se come, es esencial enfocarse en el cómo. La práctica de realizar ayunos como método de “compensación” por los excesos del día anterior. En lugar de ayunar, lo apropiado es retomar inmediatamente la rutina alimentaria saludable y planificar las comidas de los días subsiguientes. Otro pilar fundamental para ayudar al cuerpo a procesar la comida abundante es la hidratación. Beber agua de manera constante a lo largo del día es vital para favorecer el proceso digestivo y mantener un tránsito intestinal óptimo.
Las celebraciones de fin de año están íntimamente ligadas al consumo de alcohol, una práctica que, en exceso, se convierte en un serio problema de salud. El etanol, una vez en el organismo, altera el funcionamiento del sistema nervioso central, afectando directamente el comportamiento y la capacidad de reacción. La intoxicación aguda por alcohol genera malestar y también está asociada a graves complicaciones, siendo los accidentes de tránsito uno de los riesgos más trágicos. Por ello, la prevención y la responsabilidad son innegociables.
La indicación primordial es clara: quien bebe, no debe conducir, la importancia de designar con antelación a un conductor responsable que no consuma bebidas alcohólicas.
Para aquellos que decidan beber, la especialista recomienda:
- Comer antes de beber: el alcohol debe ingresar al cuerpo cuando el estómago no está vacío. Siempre se debe consumir algún alimento antes de empezar a tomar.
- Hidratación dual: dado que el alcohol es un potente deshidratante, es imperativo alternar las bebidas alcohólicas con agua para mantener el equilibrio hídrico.
- Cuidado con las combinaciones: nunca se debe mezclar alcohol con otras drogas, ya que esta combinación eleva significativamente el riesgo cardíaco y agrava la deshidratación.
En este marco, proponemos una guía de acción ante la situación de que un amigo o familiar haya bebido en demasía:
- Impedir que maneje: bajo ninguna circunstancia se debe permitir que la persona se ponga al volante.
- Buscar un espacio seguro: traslade a la persona a un lugar tranquilo y bien ventilado.
- Posición de seguridad: si la persona se descompone o, peor aún, se desmaya, es vital colocarla de costado para evitar el riesgo de ahogamiento.
- Acompañamiento e hidratación: nunca dejar sola a la persona y asegurarse de que beba agua.
Las fiestas de fin de año son una oportunidad para compartir y celebrar
Es posible disfrutar plenamente de la alegría de los encuentros sin comprometer la salud ni la seguridad. La clave está en la moderación y en la responsabilidad personal y colectiva.
* Dra. Liliana Rolón, líder de la Dirección Médica de vittal.



