Practicar yoga: los 5 beneficios para el cuerpo, la mente y el sueño de ser madre
El Día del Yoga es el 21 de junio. Una jornada para reconocer sus beneficios en la salud y el bienestar. Además, es de los ejercicios ideales durante el embarazo.
El yoga no busca “controlar” los resultados, sino ofrecer herramientas para estar presente, con aceptación, confianza y compasión.
Archivo MDZEn el camino de buscar un embarazo, muchas veces nos enfrentamos a exigencias médicas, emociones intensas y estrés prolongado. La práctica del yoga, con su enfoque integral sobre el cuerpo, la mente y la energía, puede convertirse en una gran aliada para acompañar el proceso de fertilidad con más calma, conciencia y conexión.
Te presentamos los 5 beneficios del yoga respaldados por la experiencia y estudios recientes sobre el cuerpo y bienestar son:
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Reduce el estrés y regula el sistema nervioso
Cuando el sistema nervioso está en estado de alerta constante (estrés crónico), se liberan hormonas como el cortisol y la adrenalina, que pueden afectar el equilibrio hormonal y ovulatorio. El yoga activa el sistema nervioso parasimpático (el del descanso y la reparación), de manera tal que ayuda a disminuir la ansiedad, calmar la mente y crear un terreno interno más receptivo. Algunas de las posturas recomendadas para este caso son: Viparita Karani (piernas en la pared), Balasana (postura del niño), respiración polarizada.
Equilibra el sistema endocrino y hormonal
Las posturas de yoga específicas pueden estimular glándulas clave como los ovarios, las glándulas suprarrenales y la tiroides, y así se promueve un mejor equilibrio hormonal natural. Esto es especialmente útil en casos de ciclos irregulares, síndrome de ovario poliquístico (SOP) o desequilibrios hormonales. Algunos de los ejercicios clave para hacer son: las torsiones suaves, apertura de caderas y ejercicios de respiración (pranayama).
Aumenta la circulación en el útero y pelvis
Muchas posturas de yoga favorecen el flujo sanguíneo hacia la zona pélvica, llevando oxígeno y nutrientes al útero, ovarios y órganos reproductivos. Esto mejora su vitalidad y funcionamiento. Un consejo práctico para este punto son las aperturas de caderas, como Supta Baddha Konasana o más conocida como la “ranita”, ya que son aliadas fundamentales.
Fortalece el vínculo con tu cuerpo y tu ciclo
El yoga promueve la escucha profunda del cuerpo, el respeto por los ritmos femeninos y una conexión más amorosa con uno misma. En procesos de búsqueda de embarazo, donde a veces se vive el cuerpo como “desconectado”, recuperar esta relación amorosa, es esencial.
Sostiene emocionalmente el proceso de fertilidad
Buscar un embarazo suele ser movilizante desde lo emocional. El yoga no busca “controlar” los resultados, sino ofrecer herramientas para estar presente, con aceptación, confianza y compasión. Desde esta presencia más serena, el cuerpo y el alma se disponen diferente. Se proponen meditaciones guiadas, visualizaciones del útero como espacio fértil y repeticiones de mantras positivos y amorosos.
No es que el yoga sea una “cura mágica”, pero sí es una práctica que puede fortalecer el terreno interno desde donde la vida puede florecer. En el Día Internacional del Yoga, celebramos esta herramienta milenaria que nos ayuda a estar más conectadas con nosotras mismas, más calmas, y sobre todo, más fértiles en todos los sentidos.
* Camila Riganti, Yoga y Mindfulness en Halitus Instituto Médico.