Paso a Chile: los cuatro obstáculos que hay que superar para cruzar más rápido y sin malos ratos
Qué dice el modelo de selectividad promovido por la Organización Mundial de Aduanas y qué posibilidad de aplicación tienen en el paso a Chile.

Qué posibilidad de aplicación tienen los protocolos selectivos internacionales en el paso a Chile.
@CFLosLibertadoresLas demoras y la congestión en el Paso a Chile son una realidad para turistas y transportistas y ponen el foco en la necesidad de modernizar los controles. El Ministerio del Interior, en las respuestas que entregó para su comparecencia ante el Senado, destacó la estrategia que le propusieron a Chile para mejorar el tránsito en el corredor internacional.
CamionerosSegún la respuesta ministerial, a Chile como país sede, para el ingreso a su territorio le propusieron "ajustar ante la gran demanda de turistas argentinos, modelos de gestión de control basados en la selectividad". Esto valida la idea de que la solución no radica en más personal o más ventanillas, sino en un control más "inteligente". Se trata de adoptar modelos de gestión de control siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de Aduanas (OMA).
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El nombre oficial del modelo de selectividad promovido por la OMA es SAFE Framework of Standards to Secure and Facilitate Global Trade y establece los principios y estándares para la gestión de riesgos y la selectividad en los controles aduaneros.
La brecha entre el deseo y la realidad en el Paso a Chile
La OMA promueve la selectividad para evitar los controles exhaustivos al 100%, enfocando los recursos en los flujos de mayor riesgo. Sin embargo, la realidad actual -principalmente- en Los Libertadores para vehículos particulares se distancia de este ideal, con revisiones que a menudo son muy minuciosas para todos.
La organización propone una estrategia en la que en lugar de revisar cada vehículo o carga, se utiliza el análisis de riesgo para identificar aquellos flujos con mayor probabilidad de irregularidades. Así, mientras la gran mayoría del tránsito legítimo cruza rápidamente, las autoridades concentran recursos en detectar el contrabando, la evasión y otras amenazas. El objetivo es facilitar el comercio y el turismo sin comprometer la seguridad, equilibrando la eficiencia con la protección de las fronteras.
A pesar de la visión de la OMA, diversos factores hoy frenan la plena aplicación de este modelo inteligente en Los Libertadores. La escasa información previa disponible sobre los vehículos particulares y sus ocupantes, junto a las limitaciones en tecnología, dificultan el análisis de riesgo detallado. Sumado a esto, la confianza mutua entre los organismos de control de Argentina y Chile, y la armonización de sus procesos, aún representan barreras cruciales. Resolver estos puntos resulta indispensable para transformar las largas esperas en un paso fronterizo ágil y verdaderamente selectivo.
Punto por punto: el análisis de los puntos débiles
- Escasa Información Previa para Particulares
La inteligencia aduanera se alimenta de datos. Para la carga comercial, existen manifiestos detallados que permiten a las autoridades anticipar y evaluar riesgos. Sin embargo, en el caso de los vehículos particulares, obtener información anticipada y estandarizada sobre los pasajeros y el contenido del vehículo representa un desafío significativo. Sin esta base de datos, realizar un análisis de riesgo preciso y automatizado se vuelve mucho más complejo. Esta falta de información impide que los sistemas liberen rápidamente a la mayoría de los viajeros y solo revisen a quienes realmente necesitan un control exhaustivo.
- Tecnología y Recursos Limitados
Un sistema de control selectivo y robusto exige inversiones importantes en tecnología de punta. Esto incluye la adquisición de escáneres capaces de inspeccionar un auto en segundos sin la necesidad de desocuparlo, así como sistemas de reconocimiento de patentes conectados a bases de datos de riesgo. Además, se necesitan plataformas avanzadas de análisis de datos que detecten patrones inusuales. Esto, claramente no existe del lado chileno y tampoco del lado argentino.
- La Confianza, un Activo Crucial
La confianza mutua entre los organismos de control de Argentina y Chile, así como entre las distintas agencias de cada país, a menudo se subestima. Si, por ejemplo, la Aduana chilena no confía plenamente en la rigurosidad del control aduanero argentino (o viceversa), o si una agencia fronteriza argentina no confía en otra, las autoridades tienden a duplicar o intensificar los controles "por las dudas". Esta desconfianza genera redundancias que afectan directamente la eficiencia de cualquier modelo inteligente de gestión fronteriza.
- Armonización de Procesos y Legislación
Más allá de la tecnología, se necesita una armonización de los procedimientos y, en lo posible, de la legislación aduanera y migratoria de ambos países. Si los requisitos documentales o los umbrales de riesgo difieren significativamente, el concepto de un paso integrado se desdibuja. En vez de un proceso único y fluido, el paso fronterizo puede convertirse en una serie de controles repetitivos, lo que contribuye a las demoras y la frustración.
Aunque la respuesta del ministerio suele ser una formalidad como parte del informe de gestión del ministro del Interior, sirve como punto de partida para reconocer la necesidad y proponer soluciones alineadas con las mejores prácticas internacionales.
Sin embargo, y como suele suceder en el caso del Cristo Redentor, el desafío actual radica en transformar esos "proyectos" y esa "cooperación binacional" en realidades concretas. Que pasen del papel y la respuesta formal a una realidad que sí comience a cambiar la mala imagen que tienen los argentinos del funcionamiento de la frontera compartida.
Claramente esto implica superar las barreras tecnológicas, de recursos y, quizás lo más complejo, construir una sólida confianza entre quienes custodian nuestras fronteras. La eficiencia de este paso es clave no solo para el turismo, sino también para sectores vitales que dependen de una logística ágil y predecible.