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Caso Burela: los hermanos del hombre asesinado van contra la "bruja" y la ex esposa

La Justicia admitió este viernes como querellantes a los dos hermanos de León Domingo Burela, quien fue ultimado a tiros en abril de 2019. El fallo marca un importante antecedente en la provincia. Y todavía resta terminar pericias grafológicas para dilucidar quién escribía las famosas "macumbas".

Facundo García
Facundo García viernes, 30 de octubre de 2020 · 19:08 hs
Caso Burela: los hermanos del hombre asesinado van contra la "bruja" y la ex esposa
Hermanos El fallecido "Mingo" Burela (de lentes), Raúl en el medio y José Miguel a la derecha.
Caso Burela: los hermanos del hombre asesinado van contra la "bruja" y la ex esposa
Foto: ALF PONCE / MDZ
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El caso Burela tiene todos los condimentos de un thriller a la mendocina. Hay un hombre muerto a tiros, un presunto sicario que no se llevó ninguna pertenencia y dos mujeres que están en la mira, sospechadas de haber planeado el asesinato entre oraciones y brujerías. Ahora también se metieron en el caso los hermanos de la víctima, José Raúl y José Miguel, que fueron admitidos como querellantes por el juez Federico Martínez en un fallo que sienta un importante precedente. 

Tradicionalmente, las querellas en Mendoza eran presentadas por padres o hijos de la víctima directa, bajo una interpretación acotada del Artículo 10 del Código Procesal Penal de la Provincia. Sin embargo los hermanos de Burela declararon haber sido afectados ellos también por la muerte de León Domingo, y -tras el fallo de hoy- los representará la doctora Claudia Vélez

El Ministerio Público fue en consonancia con esta decisión. Tanto la querella como la fiscal Claudia Ríos hicieron valer los tratados internacionales y una acordada de la Corte, entendiendo que los afectados por el delito pueden ser otras personas más allá de hijos y padres. 

Un caso apasionante

El médico jubilado León Domingo "Mingo" Burela (64) vivía con su familia en el Barrio Kolton de Las Heras. Fue asesinado de varios tiros a las 10.30 del 15 de abril de 2019. El atacante no se llevó prácticamente ningún objeto de valor, y ultimó al hombre mientras este estaba sentado, lo que sería indicio de que ingresó por sorpresa y con la posible anuencia de alguien conocido.

"Me mandaron a matarte. Y si te digo quién es, te caés de culo"

Pero esas no son las únicas pistas. Cinco años antes del crimen, el 11 de febrero de 2014, Burela había enfrentado una situación premonitoria. Al menos 3 sujetos lo redujeron en su hogar; y antes de irse, uno de los intrusos le apuntó con su arma y le reveló: “A mí me mandaron a matarte, y si te digo quién es, te caés de culo”. Tal fue, palabra por palabra, la frase que recordó Burela al hacer la denuncia policial.

Esa vuelta zafó. Pero aquel día de abril de 2019, en cambio, Burela no pudo contarla. Alguien ingresó en su casa y le disparó cuando él estaba en un sillón. Su esposa Elizabeth Ventura (52) había salido a hacer gimnasia.  Al principio se creyó que había sido un asalto, pero tras comprobar que no faltaban cosas y que había algunas contradicciones en el testimonio de la esposa, los investigadores decidieron ponerse a escuchar las llamadas telefónicas que hacía la mujer.

Ahí descubrieron que, en una de las charlas con su amiga, la parapsicóloga Mónica Castro (54), se hacía mención al crimen. En medio de una llamada, los detectives oyeron una áspera pregunta: 

—¿Por qué no le contás que mandaste a matar a tu marido?— le escucharon decir a Castro.

Castro, la parapsicóloga.

A partir de esos indicios, el 10 de octubre del año pasado las mujeres fueron detenidas. La hipótesis de la Fiscalía es que contrataron a un sicario para que ingresara por la puerta –cosa muy difícil sin ayuda, puesto que Burela era un “fanático” de la seguridad-; y luego lo matara a tiros.

Ventura, esposa del fallecido, fue imputada por homicidio agravado por el vínculo y permanece en prisión preventiva. En tanto, la parapsicóloga Castro fue acusada de ser partícipe necesaria en el crimen: para la fiscalía, puede haber sido el "nexo" para contactarse con el sicario.

Como a Ventura, a Castro se le aplicó prisión preventiva, pero tras los últimos movimientos en el expediente -pandemia mediante- pasó a cumplirla en su domicilio, ya que es grupo de riesgo. Ambas arriesgan una pena de prisión perpetua.

Se desconoce dónde está el sicario.

Lo que sigue 

Durante los allanamientos, la fiscal de la causa se quedó pasmada al encontrar, en la casa de Castro, fotos suyas congeladas, con mensajes sobre lo que le tenía que pasar. "Que sufra un accidente", rezaba una de las esquelas. Otras pedían que se frenara la pesquisa.

Claudia Ríos, fiscal. 

Actualmente se están realizando pericias caligráficas que deberán determinar si los papelitos secuestrados, es decir "las macumbas", fueron escritos por alguna de las mujeres. Por otro lado, la defensa podría apelar la resolución de hoy, y eso tiraría para más adelante la elevación a juicio.

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