Un cordón y muchas dudas

Mendocina muerta en una comisaría: ya declararon todos los policías y siguen las sospechas

Florencia Magalí Morales (39) falleció el domingo 5 de abril en uno de los calabozos de la Comisaría 25ª de Santa Rosa de Conlara (San Luis). Dijeron que se había suicidado con el cordón de un buzo con capucha, pero la versión suena inverosímil. Qué dicen los policías. Los reclamos de la familia.

Facundo García
Facundo García miércoles, 28 de octubre de 2020 · 21:05 hs
Mendocina muerta en una comisaría: ya declararon todos los policías y siguen las sospechas
¿La mataron? Florencia Magalí fue hallada sin vida el 5 de abril por la tarde.
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En Santa Rosa de Conlara casi todo el mundo se conoce. Es uno de esos sitios en los que al ir por la calle las caras se adivinan rápido, o al menos resultan familiares. Las cámaras de seguridad de un banco muestran que el 5 de abril por la mañana Florencia Magalí Morales (39) llegó en su bici hasta las inmediaciones de la Comisaría 25ª y tuvo un intercambio de palabras con un comisario. Se ve que algo no le gustó, porque dejó tirada su bicicleta en el asfalto y entró por sus propios medios a la seccional. Horas después murió adentro de un calabozo y, según un testigo, tras gritar varias horas.

En las últimas semanas se les tomó declaración informativa a los 7 policías -cuatro hombres y tres mujeres- que estuvieron en la guardia de aquel día. Ya fueron pasados a disponibilidad, y cuando se les ha preguntado por lo que ocurrió afirman que hallaron a la mujer ahorcada en la celda: la hipótesis del suicidio. "Sin embargo está claro que es una situación poco clara", contó a este diario Federico Putelli, quien junto a Santiago Calderón Salomón representa a la familia de Morales.

¿Cómo falleció Florencia Magalí? En ese instante se centra uno de los ejes del caso. La segunda necropsia que se hizo -luego de una que fue bastante criticada- no llegó a conclusiones tajantes sobre la causa de muerte. Tres forenses y una perito de parte no pudieron determinar qué fue lo que le pasó a la mujer.

Por eso hubo que extraer muestras de vísceras, que fueron remitidas a un especialista en anatomopatología pampeano, Carlos Toulouse, quien podría tener los resultados a fines de noviembre. A vuelo de pájaro, la encrucijada parece simple: o la víctima murió porque se ahorcó, o la estrangularon.

Y si Toulouse sostiene esta segunda opinión, a más de un oficial le correrá un sudor frío por la frente, porque quedará firme la hipótesis de un asesinato

Los testigos

Hay dos testigos clave. Uno es un sujeto que estaba detenido en la comisaría por incumplir el aislamiento antes de que Florencia Magalí llegara. "Este hombre, de apellido D`Alessandro, declara que pidió ir al baño y que los efectivos le dijeron que orinara en 'el calabozo de la chica que viene ahora'", cuenta el abogado Putelli. 

Y al decirlo corre otro de los velos de la causa, porque -como se apuntó más arriba- en Santa Rosa de Conlara la gente se conoce bastante entre sí, y varios de los policías habían visto antes a Florencia Magalí. Probablemente sabían quién era. Y sabían que tenía un policía conocido, Sosa, con quien mantenía algún vínculo

"Sosa guardaba tarjetas del cajero que la víctima necesitaba para sacar el dinero de las asignaciones que cobraba -apunta Putelli-. Se cree que ese día fue a la comisaría para reclamarle a Sosa que se las devolviera".

Ahí es cuando Florencia Magalí largó la bici e ingresó a la seccional. No está claro por qué la detuvieron. Según informan los abogados de la familia Morales, la redujeron efectivos masculinos, una acción completamente fuera de protocolo. 

El otro testigo fundamental, de apellido Fernández, no llegó a entrar en los calabozos. Habrá que ver si aporta detalles de peso a lo largo de la instrucción. No debe ser sencillo declarar contra 7 policías en una localidad de 11.000 habitantes.

Futuro

Todavía no hay ni un solo imputado en este expediente a cargo del juez Jorge Pinto que ha sido caratulado como "averiguación de muerte". Además del estudio de las muestras que se enviaron a La Pampa, quedaría concretar una inspección ocular y la reconstrucción del hecho. En esas instancias podría revelarse, por ejemplo, si es factible pasar un cordón por la puerta y suicidarse dentro del calabozo en el que fue encontrada Magalí. 

También habrá, probablemente, una "autopsia psicológica" post mortem, ya que una de las partes -no la querella, obviamente- sostiene que Florencia Magalí, que vivía con dos hijos y una nieta, tenía algunos antecedentes de melancolía, tristeza, etc.

"Eso es absurdo -interviene Putelli-. La médica que la atendió el mismo día de su muerte dice que ella estaba enojada, pero no que estuviera fuera de sí. Acá hay cosas que no cierran y nosotros pedimos que se investigue con pespectiva de género".

Numerosos detalles permanecen difusos. La mochila con ropa que le llevó una vecina a la víctima durante su breve cautiverio, sin ir más lejos, nunca más apareció. 

Morales había nacido en Mendoza, pero hacía un tiempo que vivía en la provincia vecina. Cuentan que era una persona alegre.

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