Mercado Cooperativo: un mosaico de colores, olores y precios que suben y bajan en cada estación
Los precios de las verduras de invierno en alza, huevos y productos de almacén muestran estabilidad o descensos. Testimonios que explican la dinámica.

Variedad de precios en el Mercado Cooperativo.
Mercedes Gomez / MDZBajo el sol invernal de la mañana, en el Mercado Cooperativo de Guaymallén se despliega un espectáculo sensorial. Entre verduras y frutas hay papas de muchos tamaños, formas y colores, pimientos rojos, verdes y amarillos compiten con el naranja de las mandarinas. Mientras vivimos ese festín de sentidos, recorrimos los puestos para ver los precios que fluctúan según la estación.
Precios en las verdulerías: un equilibrio entre heladas y ética
El flete encarece todo lo que llega del norte que ya no es de estación en nuestra tierra y se suma a otros inconvenientes: "Estos choclos vienen de Tucumán, pero con las heladas allá han aumentado", explica un puestero que insiste en sostener precios justos. "Yo no saco ganancia para arrancarle la cabeza a la gente. Acá le damos prioridad a la calidad", afirma, acomodando lechugas de verde vibrante y califica su precio como "un regalo": $4000 la caja.
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Huevos: ciclos y transparencia
"Los huevos están estancados desde abril, pero pronto bajarán: hay exceso y liquidarán stock", dice un vendedor rodeado de torres de maples. Revela el patrón anual: "Suben en Pascua por escasez, luego bajan gradualmente". En la charla me comenta dónde están las trampas y trabas: "La baja no llega al cliente final porque algunos intermediarios retrasan ajustes para mantener ganancias". Él, en cambio, sostiene que si los proveedores bajan los precios "yo bajo al instante". El precio del maple conocido como "salteado", porque no entra un huevo al lado del otro sino que deben saltear un lugarcito debido a su gran tamaño, tiene un precio de $6.900.
Almacén y golosinas: estabilidad con gestos
Entre paquetes de arroz, yerba y fideos, una vendedora destaca: "El aceite bajó, el azúcar y la harina están firmes". En el sector de golosinas, caramelos envueltos en todos los colores son "traídos del norte, del exterior". Vienen con miles de formas de animales, autos, y hasta formas de ojos y llenan los estantes. "No le sacamos mucho, pero movemos rápido para que no se venzan", explica mientras acomoda productos. Las bebidas como agua saborizada y gaseosas de latas mantienen precios, salvo Coca-Cola, que "subió por ser importada".
Calidad y calidez en detalles
Todos sonríen, hablan al principio con vergüenza y después con entusiasmo. Dos mujeres me cuentan las características de las papas bolivianas de piel rugosa y tonos terrosos, diferenciadas por sus variedades: la "papa lisa" (aguadita), la "oca" (dulce, similar a camote) y la "imilla" o "arenosa" (parecida a la papa colorada ). "Son un poco más caras porque, como son bolivianas, en la frontera a veces no dejan pasar. Eso eleva el costo".
Pese al precio, resaltan su calidad debido al cultivo natural y orgánico y aseguran que tanto las papitas como las verduras que no son de estación las traen porque "lo mismo tenemos que vender porque hay gente que compra siempre".
El mercado vibra con precios que suben porque tienen que importar del norte que atraviesa heladas, o bajan por excedente mientras productos de almacén mantienen estabilidad. Los dos perritos de un puestero juegan mientras él me da su testimonio, que al igual que los demás, no tiene adornos ni vueltas. Priorizan calidad y acceso buscando un equilibrio donde cada aroma, color y gesto humano se sienta en los hogares.