Mendoza como polo del reciclaje: toneladas de plástico convertidas en madera útil
En Junín, una planta de reciclaje convierte residuos plásticos en madera resistente y duradera para realizar construcciones de todo tipo.

En Junín, el reciclaje diario de más de tres toneladas de plástico permite fabricar productos duraderos que reemplazan la madera tradicional.
Madera PlásticaEn Mendoza, como en el planeta entero, el plástico sigue siendo uno de los residuos más difíciles de gestionar. Miles de botellas, envases y envoltorios de un solo uso terminan cada día en rellenos sanitarios o, peor, en cauces de agua y espacios verdes. Frente a este panorama, el reciclaje se presenta como una alternativa concreta para reducir el impacto ambiental.
En el departamento de Junín funciona una planta que está transformando esa realidad. Se trata de Punto Limpio, un espacio donde se reciben, clasifican y procesan más de dos toneladas de plástico por jornada, convirtiéndolo en objetos útiles y duraderos.
Te Podría Interesar
De basura a madera plástica
El trabajo de la planta es articulado con la firma Madera Plástica Mendoza, que desarrolla un proceso para triturar y fundir el material, generando perfiles, tablas, ladrillos y postes. Estos productos reemplazan la madera tradicional, evitando la tala de árboles y soportando condiciones extremas sin mantenimiento.
Gracias a esta tecnología, se han fabricado desde mobiliario urbano hasta pasarelas en espacios públicos. Un ejemplo es la estructura de 16.000 kilos de plástico reciclado en el Parque General San Martín, que atraviesa un pequeño sector arbolado y forma parte de un corredor peatonal.
En Junín, el plástico reciclado también se ha convertido en paradas de colectivo resistentes al sol y la lluvia. Otros proyectos incluyeron una estación de vigilancia en el Parque de Montaña y cercos perimetrales para campos y viñedos.
Economía circular tangible
El impacto en la comunidad es doble: se evita que toneladas de desechos terminen en la naturaleza y se generan productos con alto valor de uso. Según datos de la planta, se recupera el plástico que producen 25.000 personas por día, en su mayoría de un solo uso y difícil disposición.
La influencer mendocina Mica Bullares, creadora de Alma Turista, visitó las instalaciones y mostró en redes cómo funciona el proceso. Su video, que superó miles de reproducciones y de reacciones, refleja la curiosidad de los visitantes al descubrir que lo que parecía un basural es, en realidad, un espacio de producción sostenible.
Mucho más que reciclaje
La apuesta por la innovación no se limita a fabricar objetos decorativos. La madera plástica se ha usado en puentes peatonales, viviendas y proyectos especiales para empresas, municipios y organizaciones sociales. En todos los casos, el objetivo es el mismo: reutilizar lo que antes era basura.
Los responsables del proyecto insisten en que la base está en el reciclaje en origen. Separar correctamente los residuos en casa y compactarlos en las famosas “botellas de amor” facilita el trabajo de la planta y permite un procesamiento más eficiente.
En cifras, el complejo recicla unas 3,5 toneladas de plástico por día. Con ello, no solo se reducen los desechos sino también la presión sobre la vida silvestre y la dependencia de materiales no renovables.