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Maternidad, fertilidad y el hijo que no llega: la clave del acompañamiento psicológico en los tratamientos

La psicóloga Violeta Navas Jimenez se especializa en acompañar a pacientes que buscan un hijo. Su mirada sobre la fertilidad, la maternidad y los duelos.

Violeta Navas Jimenez es psicóloga especialista en acompañar a personas en la búsqueda de un hijo.

Violeta Navas Jimenez es psicóloga especialista en acompañar a personas en la búsqueda de un hijo.

Marcos Garcia / MDZ

El Día de la Madre es una fecha difícil para cientos de mujeres que buscan un hijo que no llega. Entre los saludos y regalos, el duelo por la maternidad que no se concreta ensombrece la mirada de las mujeres que quieren ser madres y no pueden.

En ese proceso es imprescindible buscar acompañamiento psicológico para entender qué pasa, hablar, compartir, atravesar los duelos y pensar la maternidad. Violeta Navas Jimenez es psicóloga orientada al acompañamiento de personas con desafíos reproductivos en el Instituto de Medicina Reproductiva. Además, es docente e investigadora y habló con MDZ sobre los desafíos de la salud mental al momento de transitar un tratamiento de fertilidad.

La entrevista completa

Entrevista a la psicóloga Violeta Navas Jiménez

Entrevista a la psicóloga Violeta Navas Jiménez

-¿Por qué es importante el acompañamiento psicológico durante la búsqueda de un hijo?

-Hay que pensar el tratamiento de fertilidad como una montaña rusa. La paciente o el paciente o ambos saben cuándo empieza, la largada, pero no saben lo que depara después. Entonces, en esa adrenalina y la caída, en esas vueltas que dan las montañas rusas se encuentran con un montón de emociones. Nosotros como profesionales tampoco sabemos qué nos va a deparar ese tratamiento o esos tratamientos, porque muchas veces hay que repetirlo más de una vez. Entonces, en el medio de esa vorágine aparece el lugar del acompañamiento psicoemocional como una figura relevante para tratar de aminorar el impacto que tienen los tratamientos en términos de calidad de vida, de malestar psicológico, el impacto que tiene en la pareja.

-¿Qué trastornos pueden aparecer?

Sabemos que hay muchas instancias en los tratamientos en los que aumentan los riesgos concretos de tener depresión, de tener trastornos de ansiedad, de tener fobias. Entonces, aparece como relevante la figura del acompañamiento de manera preventiva, es decir, no solo actuar cuando ya tenemos un trastorno emocional, sino preventivamente para aminorar el impacto que va a tener el tratamiento de fertilidad en las pacientes.

Los duelos en los tratamientos de fertilidad

-Cuando los pacientes no pueden tener hijos, ¿atraviesan un duelo?

-Sí, son duelos, hay múltiples duelos. El solo hecho de hacer un tratamiento es un duelo en sí porque me están diciendo que hay algo que no puedo cuando siento que todo el resto del mundo puede y puede de una manera espontánea, sin ayuda de un profesional.

Entonces aparece el diagnóstico que me hace conocer algo de mi cuerpo, del cuerpo de mi pareja o del o de los dos cuerpos, porque a veces se combinan las causas y tengo que primero aceptar ese diagnóstico para poder actuar en consecuencia y hacer lo que me pide el profesional.

Siempre un diagnóstico implica un duelo. Me diagnostican que tengo X situación, tengo que actuar en consecuencia, me tengo que empoderar para actuar, pero primero lo tengo que poder aceptar. Entonces, sí, ahí aparece el primer duelo que se va a acompañar de otros.

-¿Hay más duelos?

Por ejemplo, cuando un tratamiento no funciona, ahí tenemos un claro duelo. Cuando un tratamiento funciona, pero el embarazo se detiene, cuando tal vez no puedo utilizar mis gametos, entonces voy a necesitar la donación de alguna de las dos células o de ambas. Cuando los tiempos no son los que me imaginaba, todos son pequeños duelos que van minando, como si fuera una gotita ahí en la roca y van erosionando esa sensación de seguridad porque si hay algo que tenemos las personas es ganas de controlar lo que nos pasa, que en realidad es un poco una ilusión.

Los duelos bien acompañados, por eso insisto, la importancia de cualquier acompañamiento profesional en el camino, hacen que le podamos dar una significancia, que le podamos dar un una vueltita de tuerca para sentirnos un poco mejor.

-Qué pasa cuando el paciente tiene depresión

-Nosotros en el instituto tenemos un protocolo en el que administramos una batería para poder ponerle un puntaje, poder reconocer cuán grave es esa depresión, porque hay depresiones leves, hay depresiones moderadas y hay depresiones graves.

Entonces, cuando identificamos que esa paciente tiene una depresión en cualquier momento del tratamiento en el que esté, hacemos una pausa, sugerimos una psicoterapia específica para esa depresión. Hay técnicas específicas, como puede ser la psicología cognitiva o la psicología sistémica en el caso de una pareja, y en el caso de que fuera necesario, derivamos a colegas -que no están dentro del instituto- que trabajan desde la psiquiatría con una mirada teniendo en cuenta que es lo que está transitando esa paciente, porque es muy particular lo que le pasa a una mujer que está en tratamiento de fertilidad. No puede ser cualquier abordaje, es un abordaje bien específico. Así que si es necesario no solo derivamos, sino que articulamos en equipo aunque el profesional esté fuera del instituto.

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Violeta Navas Jiménez aseguró que durante el tratamiento de fertilidad se atraviesan duelos que deben ser acompañados.

Violeta Navas Jiménez aseguró que durante el tratamiento de fertilidad se atraviesan duelos que deben ser acompañados.

Hablar de maternidad, fertilidad e hijos

-Los tratamientos de fertilidad se suelen transitar en la intimidad de la pareja y eso hace más compleja la situación.

-Sí, de hecho la mayoría de las parejas no lo cuentan ni a su propia familia. A veces para no generar expectativa, para no ilusionar a estos abuelos o tíos que están esperando la noticia. Entonces, muchas veces se esconde, me pasó una vez que una paciente vio la puerta del consultorio abierta y se metió, me pidió perdón porque se estaba escondiendo de una amiga que estaba en la sala de espera y no quería que la viera.

Hay que tratar de poder ponerle palabras al tratamiento que no tiene nada de malo. Hoy hay mujeres muy jóvenes y varones muy jóvenes que no pueden llegar al embarazo de manera espontánea y eso no habla de qué tipo de persona somos ni de qué padre o madre vamos a ser. La ciencia hoy nos da respuestas para esas situaciones, esos desafíos.

Pero existe como una carga extra extra, porque es algo que debería poder hacer solo. Entonces, ¿qué dice esto de mí? Y esa es una de las grandes ideas que vamos a trabajar en la consulta, que no dice nada de nosotros, que nos puede pasar, así como me puede pasar a mí tener una enfermedad crónica, podemos tener cáncer, podemos tener cualquier situación de enfermedad y eso no habla de cómo somos como seres humanos.

-¿Cómo transitan los varones los tratamientos de fertilidad?

-En el varón también tiene mucha carga. El varón socialmente tiene como una mochila extra en la que si no puede llegar al embarazo su compañera, hay algo que está mal en relación a su masculinidad o a su sexualidad.

Todos estos son mitos que se van abrochando, que cuesta mucho encontrar espacios para hablarlo y en nuestra cabeza se van generando ideas muy erróneas que en la consulta psicológica se pueden ir desarmando. Te pongo un ejemplo, varones que en su en su semen no tienen espermatozoides. Esa patología se llama azoospermia, es muy común entre los varones y no tiene nada que ver ni con la calidad de vida del varón ni con la alimentación, muchas veces son cuestiones genéticas o diferentes etiologías que no hablan de cómo esa persona es ni como compañero, ni como hijo, ni como compañero del laburo, ni como pareja. Sin embargo, existe esa carga extra de “che, yo no puedo, hay algo malo en mí". El varón lo sufre mucho en silencio.

Al varón le cuesta hablar en el asado de lo que le pasa, de lo que siente. Es más un lugar de esparcimiento donde se puede reír, tomar el fernet y vuelve a su casa contento, pero tal vez no puede poner en palabras que la está pasando mal porque no quiere bajonear al otro. Entonces, está muy bueno pensar también en la posibilidad de que la terapia sea para la pareja, sea para el varón solo si lo necesita o incluso pensarlo en grupos.

-Ustedes tienen grupos de mujeres y de varones en IMR.

-Sí, nosotros trabajamos con distintas modalidades: la individual, la modalidad de pareja y hacemos intervenciones grupales que tienen a veces distintos objetivos y están pensados para trabajar distintas temáticas. El año pasado hicimos un encuentro muy lindo de varones en el que analizábamos extractos de películas, se comieron una picada y tomaron una copa de vino y pudieron hablar de los roles de paternidad y que la película funcionara como un disparador para la reflexión, pensando también en sus propios roles siendo o no siendo padres.

-También hay otro tema que tiene que ver con el deseo real que tiene la pareja, la mujer o el hombre de ser padres. Confrontarse con ese lugar y en esos términos ver que quieren porque también existen otras opciones de maternar, no solamente gestar.

-Tal cual, nosotros siempre decimos que ser madre o padre tiene que ser una decisión que llega con la madurez, que llega con la conciencia de lo que significa y también con una idea que es medio polémico lo que voy a decir, pero de que no es la felicidad para todos por igual.

Es decir, ser madre o padre no esconde una felicidad que no va a sentir el que no lo sea. ¿Y qué quiero decir con esto? Para decirlo bien claro y que la gente lo entienda. Cada uno de nosotros puede construir su propia forma de ser feliz.

Muchas veces uno escucha socialmente “ay, no sos mamá, no sabes lo que te estás perdiendo, no vas a amar o no vas a saber lo que es que te amen como alguien que sí lo es”. Y eso es falso, porque hay muchas mujeres que realmente no son felices en ese rol, hay muchas mujeres que son muy muy felices sin tener ese rol. Entonces, la invitación es poder pensar otro concepto de felicidad y poder pensar que la maternidad es difícil y que no es para todas, que está bueno poder elegirla y que en la medida que la elijamos vamos a ser mejores en ese rol.