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Future Talks: a las IA les falta para ser usadas como terapeutas

En un nuevo episodio de Future Talks, conversamos con la Dra. María Roca, neuropsicóloga, sobre cómo debemos repensar el abordaje de la salud mental.

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En una sociedad cada vez más exigente, veloz y atravesada por la incertidumbre, la salud mental emerge como uno de los principales desafíos del siglo XXI. Sin embargo, mientras los sistemas de salud se ven desbordados por la demanda, las voces especializadas insisten en que el camino no está solo en el tratamiento, sino en la prevención y la promoción del bienestar.

En un nuevo episodio de Future Talks, conversamos con la Dra. María Roca, neuropsicóloga, investigadora del CONICET y Directora de INECO Organizaciones, sobre cómo debemos repensar el abordaje de la salud mental desde una perspectiva más anticipatoria, integral y tecnológica.

Sin dudas la pandemia fue un punto de inflexión porque por un lado fueron afectados los factores protectores de la salud mental (ejercicio físico, sueño, etc) mientras se generaba una incertidumbre muy grande. “Los principales factores de riesgo para el estrés tienen que ver con palabras como incertidumbre y falta de control”, afirma Roca en la entrevista.

Embed - La ansiedad la generan las redes

De los síntomas al origen: prevenir es transformar

Durante la charla, Roca destaca la necesidad de correrse del modelo exclusivamente clínico para incorporar estrategias que favorezcan el desarrollo de habilidades emocionales, cognitivas y sociales. La “caja de herramientas” de la prevención incluye el ejercicio físico, el sueño, la alimentación, el fortalecimiento de redes familiares y sociales.

Respecto al impacto que las redes sociales o el consumo masivo de información están teniendo en la salud mental Roca señala: "Las nuevas tecnologías generan una sensación de inmediatez que nos afectan de forma de que hemos perdido la capacidad de esperar".

Embed - El Futuro De La Salud Mental

Innovación con foco humano

La entrevista también explora cómo nuevas tecnologías —desde aplicaciones de bienestar hasta plataformas con inteligencia artificial— están emergiendo como aliadas para detectar, contener y guiar procesos de regulación emocional. Pero la advertencia es clara: no basta con la herramienta. Hace falta un marco ético, acompañamiento humano y validación científica. “La IA puede ayudar, pero no reemplaza la empatía ni la escucha activa. Debemos usar la tecnología con sentido clínico y humano”, remarca Roca.

“Soy una amante de la IA y creo que son herramientas muy útiles en muchas tareas pero como terapeutas todavía le faltan. A las personas les diría que esperen todavía para usarlos”, al tiempo que afirmó que es importante que los profesionales de la salud se avoquen a pensar y mejorar estas herramientas en el rol de la psicoterapia, los tratamientos o incluso como herramientas de prevención.

Un cambio cultural necesario

En un país donde el acceso a la salud mental es desigual y estigmatizado, María Roca propone avanzar hacia un nuevo abordaje que salga del consultorio o el hospital y se meta en la vida de las personas, en sus trabajos o lugares de estudio para comprender de qué manera esas actividades contribuyen negativamente a la salud mental y buscar forma de abordarlo preventivamente. Tal vez la solución a la pandemia de salud mental esté en mejorar la vida cotidiana de los humanos antes de que lleguen a un consultorio.

ENTREVISTA COMPLETA:

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