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Aysam no da respuestas ante roturas cloacales: "Hacemos necesidades en bolsas"

La crisis del sistema de saneamiento y el testimonio de una familia en Guaymallén sin baños funcionales y reparaciones incumplidas por Aysam.

Familias obligadas a defecar en bolsas, siguen a la espera de una solución por parte de Aysam.

Familias obligadas a defecar en bolsas, siguen a la espera de una solución por parte de Aysam.

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Mientras persiste el conflicto por derrame cloacal en el canal Pescara, lo cual afecta a varias zonas del departamento de Guaymallén, residentes de Bermejo denuncian abandono por parte de Aysam(Agua y Saneamiento Mendoza) ante roturas críticas que los obligan a defecar en bolsas plásticas y limitar el consumo de agua.

El Departamento General de Irrigación admite la existencia de vertidos cloacales no tratados al canal Pescara por "falta de infraestructura", contradiciendo las afirmaciones de Aysam sobre inexistencia de contaminación. Existe un amparo judicial presentado por la Fundación Cullunche para frenar el derrame de líquidos cloacales en el Pescara.

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Desborde cloacal en la Lateral Norte del Acceso Sur y Blas Parera, en el departamento de Guaymallén.

Desborde cloacal en la Lateral Norte del Acceso Sur y Blas Parera, en el departamento de Guaymallén.

En este marco general, el testimonio particular de Paola (vecina Bermejo, distrito guaymallino) expone la crisis que vive su familia ante la falta de respuesta de Aysam. La propiedad se encuentra en un pasaje donde viven otras dos familias más. Es decir, tres hogares que conviven con un colapso total de su sistema cloacal. "No podemos ir al baño, no podemos bañarnos, no podemos lavar". La solución temporal es dramática: "Hacemos nuestras necesidades en bolsas de plástico y las tiramos al contenedor". Para bañarse, recolectan el agua en fuentones que luego vacían en tierra firme.

Respuesta fallida de Aysam:

Paola detalló cronológicamente un mes de idas y vueltas con la empresa mientras viven un verdadero drama:

1. El 8 de mayo técnicos de Aysam inspeccionaron la boca central alegando extracción de grasas, versión que Paola desmiente al señalar obras recientes de asfaltado sin alteración de tapas. "Esa semana habían removido el asfalto y habían puesto otra capa asfáltica y la no estaba ni movida".

2. El 20 de mayo identificaron una rotura en un caño matriz tras usar varillas, pero no contaban con equipos suficientes para localizarla completamente.

3. El 23 de mayo un camión no pudo ingresar por cableado aéreo y abandonó la reparación. Desde entonces, no han regresado.

Vecina de Corralitos con bomba de Aysam en la ventana de su habitación.

Vecina de Corralitos, Guaymallén, donde se colapsan las cloacas y convive o con fuertes olores o con las bombas de Aysam en la ventana de su habitación.

La respuesta de Aysam es catalogar el reclamo como "prioridad uno", pero las reiteradas gestiones de las tres familias -vía telefónica y con número de expediente- no han generado soluciones. "Siempre la misma respuesta: que el reclamo está hecho y no pueden hacer más", indica Paola cuyo inodoro permanece inutilizable: "Cuando tiran la cadena, sube todo y no se va nada". Los operadores reconocen la gravedad, pero la asistencia técnica no se materializa.

El costo humano de la inacción

La situación de estas familias de Bermejo refleja el patrón denunciado en Corralitos y otras zonas de Guaymallén: deficiencias estructurales en la red, roturas sin reparación, diagnósticos tardíos y una respuesta institucional fragmentada que prioriza deslindes sobre soluciones.

Mientras las autoridades judiciales analizan el cese de los vertidos, familias como la de Paola enfrentan una emergencia invisible: privadas del saneamiento básico, obligadas a elegir entre la indignidad de las bolsas plásticas o la insalubridad de las aguas estancadas, a la espera de que la empresa cumpla con su obligación de garantizar un servicio de calidad.