Aitana Ferreyra contó su experiencia diseñando una misión a Marte en la NASA
La mendocina, Aitana Ferreyra, fue entrevistada en MDZ Radio y relató sus dos semanas en la NASA y cómo fue diseñar una misión a Marte.

Aitana Ferreyra, fue parte de un programa espacial de para jóvenes en la NASA.
Marcos Garcia / MDZLa mendocina Aitana Ferreyra Denz, estudiante de ingeniería en mecatrónica de la UNCuyo, compartió en MDZ Radio su experiencia en el United Space School de la NASA, donde durante dos semanas trabajó en la simulación de una misión tripulada a Marte. “Fue un proceso muy exigente pero también inolvidable”, dijo Aitana en su entrevista para “After Office”.
La joven explicó que el proceso de selección fue largo y complejo. “Al principio había que presentar currículum y cartas de recomendación, después responder preguntas en video y una entrevista, todo en inglés. La última etapa fue una investigación técnica sobre la misión a Marte”, recordó.
Te Podría Interesar
Simular la vida en Marte
El programa del que participó Aitana consistió en diseñar de forma colaborativa distintos aspectos de una misión a Marte. Aitana integró el “equipo verde”, encargado del hábitat y la vida diaria de los astronautas. “Nos tocaba pensar cómo mantener vivas a siete personas: agua, oxígeno, basura, todo lo necesario para sobrevivir”, explicó.
“Son desafíos que ni siquiera los ingenieros de la NASAhan resuelto todavía, porque si no ya estaríamos en Marte. Fue un desafío apasionante”, resumió.
Al reflexionar sobre la posibilidad de una misión real, Aitana fue clara: “Llegar a Marte será el curso natural de la historia. Los humanos siempre buscamos qué hay más allá”. Con convicción, aseguró que ve factible el viaje interplanetario en el futuro.
Trabajo en comunidad internacional
La estudiante destacó la dinámica del programa, que buscaba replicar lo más real posible un entorno de colaboración científica. “Nos dividían en grupos y aulas separadas, para que la comunicación fuera solo por correos y simulaciones, como si estuviéramos en distintas estaciones”, relató.
Allí compartió con chicos de Escocia, Países Bajos, Colombia y otros países. “El inglés es fundamental para estas experiencias, porque es el idioma en el que nos entendíamos todos”, afirmó.
En medio del trabajo surgieron debates técnicos que los obligaron a repensar decisiones. “Queríamos llevar 90 toneladas de plástico para construir un hábitat y tuvimos que cambiar de idea porque era inviable”, contó entre risas.
Pese a la diferencia de edad con algunos compañeros que aún estaban en secundaria, se sintió muy segura en su formación. “Me destaqué en matemática y en software, me sentí preparada para el reto”, reconoció.
El futuro de Aitana y el lazo con su tierra
En lo personal, también proyecta su carrera. “Trabajar en el INVAP o en la CONAE sería un sueño. Siempre quiero seguir por el lado aeroespacial”, señaló.
La joven no olvidó sus raíces en la UNCuyo y el Colegio Universitario Central. “Yo amo a mi país y quiero que crezca. Me gustaría ver un astronauta argentino”, expresó.
Con apenas 19 años, Aitana regresó de Houston con la certeza de que este fue apenas un primer paso en su camino hacia el espacio. “El tiempo es como esos asientos de bondi que miran para atrás: vamos hacia adelante pero siempre mirando el pasado, el futuro es algo incierto pero apasionante”, reflexionó.