¿Pueden las inteligencias artificiales musicales conmover a los seres humanos?

¿Quién compone la música del futuro? ¿Serán personas, inteligencias artificiales o una fusión de ambos? En un nuevo episodio de Future Talks, el ciclo que dirige Fernando Gril sobre los cambios que vienen, el invitado fue Nicolás Madoery, gestor cultural, director de FUTURX y referente en los cruces entre arte, tecnología y nuevas economías.
Te Podría Interesar
A lo largo de la charla, Madoery reflexionó sobre el impacto creciente de la inteligencia artificial en la música, las transformaciones en los modos de producción, circulación y escucha, y los desafíos que enfrentan hoy quienes intentan construir una carrera artística sin quedar atrapados en la lógica de los algoritmos.
“La inteligencia artificial ya no es solo una herramienta de edición: empieza a ser una parte activa en la creación de obras. Eso nos obliga a redefinir qué entendemos por autoría, originalidad y hasta emoción”, explicó.
Desde los artistas virtuales que ya tienen millones de seguidores, hasta la homogeneización de gustos promovida por las plataformas, la conversación fue hilando temas técnicos con debates éticos y culturales. También hubo tiempo para pensar en cómo los músicos independientes pueden adaptarse (o resistirse) a este nuevo paradigma.
“No se trata de pelear contra la tecnología, sino de apropiársela desde lugares colectivos, con nuevos valores y sentidos”, sostuvo Madoery.
En medio de este escenario vertiginoso, resurgió una idea del futurólogo Ray Kurzweil: en un futuro dominado por la automatización, los humanos nos dedicaremos principalmente a hacer arte y música. ¿Será la música, entonces, no solo un refugio emocional, sino también un espacio de reinvención del trabajo y la identidad?
Además, abordaron preguntas clave para el público general:
– ¿Podremos seguir emocionándonos con una canción hecha por una máquina?
– ¿Qué pasará con los géneros tradicionales y las identidades locales en un mundo musical globalizado?
– ¿Y cómo harán los nuevos artistas para vivir de su arte en un mercado cada vez más automatizado?
El episodio dejó en claro que el futuro de la música está abierto, en disputa y lleno de posibilidades en el fondo la música siempre fue una forma de imaginar el futuro. Hoy nos toca decidir si ese futuro lo escriben los algoritmos o las comunidades.