¿Cuál es tu promoción? ¡No te pierdas de vos! El mayor reintegro

¿Sos tu mejor oferta?

O pedís mucho descuento…

Las promociones nos ponen en evidencia.

Y a la mirada más que a lo mirado…

Acaso todo comenzó con la promoción de una manzana…

Para que Dios pueda ser en mí como no puedo ser por mí… la fe es el modo de creer en sí mismos. Es nuestra expansión -el yo trascendido-.

El miedo no es nuestro talle ¡Nos achica!

Es el “no creer”.

Exponernos a sí mismos frente al otro -en el lugar del otro-, mirándose a uno mismo tal como Dios nos mira amados, crea el espejo más fiel, en el que poder ver al otro al mirarnos.

“Por la fe somos trabajados por Jesús… Creer en él es dejarse amar. Es desear su deseo”. Padre Gustavo Seivane.

¡Que la zanahoria no sea el espejo!

A nadie le alcanza creer en sí mismo.

Ni lo que nos hacen creer… si no nos hacemos prójimo.

Proponen que para que un burro tire del carro es oportuno ponerle una zanahoria adelante. Hacer creer que un día alcanzará esa zanahoria…

Se cumple lo que le hacen creer.

¿Es lo que promocionas?

Creen en lo que hacen creer.

¿Soy como creés?

A qué distancia estás de lo que creés es a qué distancia estás de vos.

Lo que necesitás no está en la zanahoria. 

¡Está en vos -en como crees-!

¿Seguirán ocupándose otros de la zanahoria en la que no crees… Pero a partir de la que seguís creyendo?

Nos conocemos tal como nos reconocemos.

El perdón nos enseña a mirarnos más.

¡Estás como te puedo amar!

La mirada es como nos miramos.

“En vastas zonas de la tierra la fe corre peligro de apagarse como una llama que ya no encuentra alimento. 

Este indiferentismo está causado por la opinión, cada vez más difundida, de que la verdad no sería accesible al hombre; por lo tanto, sería necesario limitarse a encontrar reglas para una praxis capaz de mejorar el mundo” (Benedicto XBI). 

Dios nos mira como nos quisiéramos Ver.

* Juan Barros, energizante natural. Apto para todo público.