Fin de una era: el motivo por el que cerró una icónica heladería del centro mendocino

La icónica heladería Hermanos Soppelsa que se encuentra en Las Heras y España y es una de las sucursales más antiguas de la franquicia cerrará sus puertas.

En MDZ Radio, Gustavo Capone hizo un repaso histórico de la historia de los Soppelsa, desde su tiempo en Italia hasta el legado que trajeron a Mendoza cuando la familia emigró para terminar abriendo una de las cadenas de helados más exitosas de la historia de la provincia. También se sumó Flavio Soppelsa, hijo de Dante, que explicó los motivos detrás del cierre y expresó su pesar.

El fin de una era

Flavio Soppelsa, hijo de Dante Soppelsa, forma parte de la cuarta generación de la familia. La heladería fue abierta por la década de 1930. Con el tiempo se fue ganando el cariño de los mendocinos principalmente por la variedad de sabores y la estética del establecimiento, con sus sillas blancas clásicas y el gran cartel verde de la entrada, que se convirtió en un punto de referencia de la ciudad.

Ahora el local está vacío y la cartelería ha sido retirada. Flavio Soppelsa dijo que "estamos todos algo apenados. Mi padre no ha podido seguir con sus actividades por problemas de salud. Y bueno, ya cumplió 80 años. Lamentablemente en esa esquina se cierra un ciclo. Tanto mi padre como su hermana, que era su socia comercial, no pueden seguir", explicó apenado.

Su abuelo fue Ernesto Soppelsa, hijo de Guerino, que fue quien vino desde Italia hasta Cacheuta, Mendoza. "Guerino vino desde Italia junto con Ernesto, mi abuelo. El resto de la familia quedó en Italia. Y bueno, vinieron a América a buscar un camino nuevo. Y una vez que se estabilizan acá, a los años, el resto de la familia vuelve y se radica acá", explicó. Las generaciones siguientes de la familia continuaron con el negocio y la tradición, tanto acá como en San Juan, donde también Soppelsa es muy querido.

Los comienzos, sin embargo, fueron distintos a la prosperidad de las décadas siguientes: "Yo tengo anécdotas muy fascinantes. Mi abuelo cargando un barrilito iba caminando desde Belgrano y Emilio Civit hasta el Cerro de la Gloria. Una vez llegaba arriba del cerro vendía su producción, y luego volvía diciendo que sirvan de ejemplo de sacrificio y perseverancia", contó Soppelsa.

Respecto al futuro del local, el hijo de Dante dijo que "estoy desinformado, no tengo información precisa al respecto. Creo que una nueva empresa vendrá. No tengo certeza de quién. Probablemente un nuevo inquilino".

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