Cómo hablar con nuestros hijos sobre abuso: claves para dialogar y prevenir

En los últimos tiempos conocimos un nuevo diccionario: uno que, como madres y padres, no quisiéramos que exista, pero está y necesitamos educarnos para poder acompañar a nuestros hijos: grooming, acoso cibernético, pedofilia. Lamentablemente estos términos están en boca de todos y son noticia. Internet puede ser una herramienta maravillosa para conectarnos, aprender y desarrollar talentos y habilidades.
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Pero como mamás y papás ¿Estamos realmente preparados para contener y prevenir a nuestros hijos sobre posibles abusos?
- ¿Cuáles son las conversaciones clave que debemos tener con ellos?
- ¿Qué herramientas tenemos disponibles, a través de la crianza, para generar espacios de intercambio y diálogo?
La prevención del abuso está íntimamente ligada con la crianza que brindamos a nuestros hijos e hijas. Venimos de muchos años de crianzas autoritarias, en las cuáles los castigos, los golpes y la violencia verbal han sido moneda corriente en lo que llamamos educación. Actualmente, y a la luz de diversos estudios avalados por la neurociencia, se pudo constatar y descubrir que este estilo de crianza modifica la arquitectura cerebral de los niños, niñas y adolescentes, impidiéndoles desarrollarse en su máxima expresión.
Venimos de muchos años de crianzas autoritarias
Foto: MDZ.
En cuanto a la configuración de su mundo emocional, es importante recalcar que estos métodos de crianza dotan a los pequeños en desarrollo de características ligadas al miedo, la inseguridad y la búsqueda de aprobación constante, lo cual es un factor clave a la hora de prevenir y educar sobre posibles abusos.
Es necesario que como mamás y papás entendamos que no es suficiente con la prevención y con acercar charlas acerca del mundo digital y sus peligros. Más bien debemos enfocarnos en construir un vínculo basado en el diálogo, la confianza y la apertura para que nuestros hijos, al verse intimidados por alguna situación de esta índole puedan tener la total seguridad de que vamos a apoyarlos y acompañarlos en este angustioso episodio.
Si perpetuamos métodos violentos de crianza, en los cuáles los chicos nos teman, en vez de vernos como fuente de seguridad, estamos dándole a los abusadores una llave más para perpetuar el delito: el silencio de los niños, por miedo a ser castigados o sentirse avergonzados frente a sus adultos de referencia.
Debemos enfocarnos en construir un vínculo basado en el diálogo
Foto. MDZ.
Entendiendo, que es necesario virar hacia crianzas más respetuosas, que establezcan límites y encuadres sin violencia, veamos qué pasos podemos seguir para abrir diálogos de prevención en casa.
- Conversá con tus hijos del tema. Explícale que los adultos o incluso otros niños o adolescentes pueden tener intenciones de dañar y sugerir acciones en contra de su voluntad.
- Hablen de emociones: ¿cómo se siente una situación extraña en el cuerpo? La Dra. Karen Adams, propone empezar a habitar las emociones a nivel físico para que puedan distinguir cuándo algo o alguien los está haciendo sentir incómodos.
- Explícale que las personas abusivas, siempre piden que sus conversaciones o encuentros se mantengan en secreto, prometiéndoles premios o incluso amenazándolos si cuentan algo. Hacele saber que esto es una mentira y que mamá y papá estarán siempre para protegerlos.
- Asegúrale que puede contar con sus adultos en cualquier situación y circunstancia, y que siempre estarán de su lado. Esto proporciona una gran seguridad a los niños y los exime de la culpa que suelen generar estas situaciones.
- Sé parte de su mundo, estate al tanto de sus amistades, intereses y preferencias y controla el tiempo y exposición a la pantalla y sus plataformas. Los niños, niñas y adolescentes necesitan cerca a sus figuras de apego, dando libertad a medida que crecen, pero también funcionando como base segura.
El abuso infantil se desarticula en el primer intento si construimos comunidades sensibles, atentas y respetuosas a las necesidades de las niñas, niños y adolescentes. Nadie está exento de los peligros que conlleva vivir en esta sociedad, pero nos recuerdo, que el peor drama que puede vivir una persona en desarrollo abusada, es el silencio, el no tener un lugar seguro para exterminar su sufrimiento. Es fundamental ser base, seamos puerto seguro para los más chicos y reivindiquemos el lugar de las familias para proteger lo más sagrado: la niñez.
* Brenda Tróccoli. Especialista en familias y crianza. Dip en parentalidad y apego. Puericultora.
IG: @soybrendacriando