La trágica historia detrás de la canción más hermosa de Pink Floyd

Cinco adolescentes se conocieron en la secundaria y cambiaron la historia del rock en todo el planeta. A veces pasa, a veces los sueños más inocentes de nuestra primera juventud se cumplen, a veces a pesar de la falta de experiencia de vida y de estar aprendiendo a tocar los instrumentos, se tiene algo para decir tan poderoso que habla todos los idiomas. Pero, el éxito no viene solo. Nueve años después, uno de ellos, el cerebro de la banda, había quedado en el camino producto de su adicción al LSD. El resto de la banda le dedicó un álbum con un título muy directo: Desearía que estuvieras aquí. Era un día como hoy, 12 de julio, pero de 1975.
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Pink Floyd es una de las bandas más influyentes de la historia del rock. Un sonido completamente innovador, una puesta en escena que crea una atmósfera única y letras que cuestionan la sociedad capitalista en su conjunto, se combinaron singularmente para cosechar fanáticos de todas las generaciones en todo el planeta. Sin embargo, Pink Floyd tuvo una etapa más psicodélica por así decirlo, menos política. Los primeros cuatro años, en los que el conductor del grupo era Syd Barret.
Syd Barret, el diamante loco
Roger Keith Barrett nació en Cambridge, Inglaterra en 1946. Desde chico mostró inclinación por las disciplinas artísticas y antes que la música, su predilección estuvo centrada en la pintura. Todo cambió cuando en la secundaria cuando empezó a tocar la guitarra. A los 15 años tuvo su primera banda Geoff Mott and the Mottoes y a las 16 sufriría una pérdida que lo marcaría de por vida: la muerte de su padre.
Luego de esta pérdida, Barrett comenzó a indagar en el esoterismo, la filosofía china y la filosofía hermética. Intentó entrar en la Sociedad Teosófica, pero su postulación fue desestimada por la edad de Barrett.
En el Cambridge High School, el músico conoció a Roger Waters, David Gilmour Rick Wright y Nick Mason. Con ellos, meses después crearía la banda Pink Floyd, en homenaje a los bluseros Pink Anderson y Floyd Council. Rápidamente Barret se transformaría en el líder del grupo y le pondría su impronta psicodélica a los primeros trabajos de la banda: Arnold Layne y See Emily Play. Este último fue un éxito rotundo, poniendo a la banda ante los ojos de la crítica especializada y haciéndole ganar un primer grupo de fans.
En pleno auge de Pink Floyd, el consumo de LSD de Syd Barrett se volvió insoportable. Tenía un comportamiento errático, arruinaba shows y se ausentaba de los ensayos. David Gilmour se hizo cargo de la guitarra, reemplazando a Barrett y se intentó que él continuara como compositor y estuviese en los shows que quisiera. Finalmente, el manager de la banda se opuso a esta decisión y el comportamiento de Syd tampoco ayudó al respecto. En 1968, la banda tuvo que seguir sin su fundador. Tras el éxito de Dark side on the moon, la banda ahora con Roger Waters a la cabeza, publicaría Wish You Were Here, un sencillo en el que la canción homónima y Shine On You Crazy Diamond, refieren directamente a Barrett.
"Cómo desearía...cómo desearía que estuvieses aquí, somos solo dos almas perdidas, nadando en una pecera, año tras año, corriendo sobre el mismo viejo suelo, ¿qué hemos encontrado? Los mismos viejos miedos. Desearía que estuvieses aquí".
Wish you were here, Roger Waters, David Gilmoure.
Muestra de Pink Floyd en La Rural
Si, llegaste hasta este punto de la nota es porque sos un fanático de Pink Floyd o la banda y su historia despertaron tu interés. Estás de suerte, hay una muestra de Pink Floyd en Buenos Aires. Con el título The Pink Floyd Exhibition: Their Mortal Remains, se exhibe la muestra en La Rural desde el 10 de septiembre con más de 350 objetos y artefactos que narran la historia de la banda y muestran su impacto en la historia del rock internacional.