Venezolanos en el exilio: “Me fui para poder sostener a mi familia”

Javier tiene 45 años y es gerente de Recursos Humanos. Estudió administración de empresas en Caracas y emigró hacia Argentina en el 2016 como otros más de 200 mil inmigrantes venezolanos. En diálogo con MDZ habló sobre el detonante que llevó Javier a abandonar su país, contó: “Mi salario se depreciaba mes a mes producto de la inflación, se hacía muy difícil conseguir comida y medicamentos para mis padres que tenían muchas enfermedades de base y sumado esto estaba el riesgo físico que significa vivir en Venezuela ”.
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En la misma línea, agregó: “En Venezuela en el año 2016 se registraron más de 20 mil muertes violentas. Venezuela ocupó el primer lugar de muertes violentas del mundo. Había 110 muertes violentas cada 100 mil personas. Entonces quedarse era vivir con miedo”.
En Argentina muchas veces se escuchan cosas como “peor que ahora no podemos estar” o “seguramente los venezolanos deben estar mejor en su país que acá”. Consultado sobre la comparación de la forma de vida en ambos países con sus respectivas crisis económicas, Javier respondió: “No tiene punto de comparación. Allá hay cortes de luz programados todos los días, hay lugares dónde no llega el agua corriente. Acá hay agua corriente. Yo, que vivía en una de las mejores zonas de Caracas, he tenido que almacenar agua para poder tener agua potable. La escasez de tener elementos básicos para comer, ni hablar de la salud.
En cuanto a la salud, detalló: "Yo tengo a mi madre con una situación grave de salud que no puede caminar y la tengo hospitalizada en casa. La única manera de que la atiendan es pagar a médicos que vayan a su casa. No hay camas disponibles para la atención de salud y no puedo costear con dinero la internación en una clínica privada. Mi madre es jubilada, todo jubilado cobra por un seguro social cobran seis dólares por mes. Venezuela está sostenida por las remesas de los que estamos fuera. Mi madre, mi padre que murió hace cuatro meses, mi hermana y mis sobrinas dependen enteramente de mí. Las dimensiones de la crisis son gigantes. Los productos salen un 50% más que acá”.
Cómo es ser opositor en Venezuela
Javier respondió sobre si encuentra diferencias en cómo se manejaba en el poder Hugo Chávez y Nicolás Maduro: “Cuando Chávez estaba al frente del poder, ser opositor en Venezuela permitía ganar en determinados lugares en algunas gobernaciones, alcaldías. Eran lugares donde ganaba la oposición y con el tiempo estas gobernaciones fueron perdiendo facultades. Vía la Asamblea Nacional, que controla el chavismo, le quitaron la Policía, el ingreso por puertos, por aeropuertos, los bomberos y les dejaron la administración del pago de nóminas”.
“Los gobernadores opositores perdieron el atributo de poder mostrar gestión. Ahora en la actualidad con Maduro, pasó esta semana, el gobernador del Estado de Barina que ganó luego de varias elecciones en las que hubo fraude, lo metieron preso. Entonces al opositor, al que es distinto, al que hace un poco de sombra se lo encarcela. Esto pasó con Henrique Capriles, pasó con Daniel Zeballos, pasó con Freddy Superlano. Esa quita de facultades ocurrió en el 2009, mientras Venezuela jugaba el mundial de béisbol. Mientras esto sucedía, a los gobernadores los dejaron solo pagando sueldos”, explicó.
Lo mismo con los medios de comunicación. Radio Caracas Televisión fue un medio cerrado que era el medio más popular. Después de eso, se cerraron muchas emisoras radiales. Las que no pudieron cerrar como Globovisión, las compraron a la fuerza. O me la das o te la expropió y así fue.
Diferencias entre Hugo Chávez y Nicolás Maduro
En relación a la percepción de si hay diferencias entre la forma de gobernar de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, Javier contestó: “Si hay diferencias. Desde lo comunicacional Chávez se manejaba mucho mejor y con la influencia cubana hasta llegaba a disentir. Luego viene Maduro con mucha menos preparación, cero carisma, que es la cara visible de una cúpula de poder civil-militar venezolana y cubana”. “Además, lo que hemos visto con Nicolás, es que han muerto personas en las movilizaciones. Ellos disparan contra los manifestantes, lo graban y lo muestran para difundir miedo en la población”, expresó.
Javier continuó con la comparación: “Por otro lado, la corrupción ha sido mucho más avasallante. Por ejemplo, Chávez montó una red de mercados donde la gente podía ir a comprar a precios populares. Como todo eso se quebró porque el Estado no pudo administrar bien todas esas cosas, Maduro creó el CLAP. Él compra la comida, la pone en bolsa y la distribuye a precios populares para la gente que cobra seis dólares. Los grupos en las barriadas populares, deciden a quién se la venden y con eso controlan a la población. Ahí te dicen: 'Ojo a quién votás, porque lo vamos a saber y te puedes quedar sin la bolsa'. No es que con Chávez no hubiese control social, pero era con la Misión Barrio Adentro con médicos cubanos, que recogían información y sabían quién era opositor y tal. Pero esto es hacer depender directamente a la gente de la bolsa de comida, por si estás bien con el que la reparte o no”.
En relación a las diferencias sociales que existe en el periodo chavista estrictamente dicho, por así decirlo, y el madurismo, Javier explicó: “Cuando estaba Chávez, había dos bandos sociales bien parejos en cuanto a su tamaño. Hoy en día, si encuentras a alguien que está cercano al gobierno es porque tiene algún beneficio o porque maneja alguna cuota de poder”.
Los colectivos chavistas
“El que tiene asignada una estación de servicio con precios regulados para cobrar un poco más y quedarse con el dinero, el que maneja la bolsa de CLAP, el que tiene la garrafa de gas, etc. Esas personas son bastantes resistidas por el resto, aunque tampoco hay enfrentamientos tan fuertes”, explicó Javier. Luego agregó: “Otra cosa son los colectivos, que son grupos parapoliciales que generan terror en la población cuando llegan, porque para eso fueron creados”.
Javier contó que los llamados colectivos tienen nombre de guerrilleros. Uno de los más famosos es Alexis Vive y se dedican a hostigar dirigentes opositores, periodistas y artistas que emitieron mensajes que hayan molestado al régimen. Según el entrevistado, los miembros de los colectivos participan en una suerte de tercerización de la represión por parte del Gobierno chavista. De esta manera, estos grupos de civiles atacan de manera armada las manifestaciones opositoras, sin que el Gobierno pague el costo político por la represión.