Historia de vida

Increíble: un rumano caminó desde el océano Pacífico chileno hasta el Aconcagua

Partió desde Concón, llegó a la cima de América y volvió a Chile, en 28 días. Conoció a su esposa en Londres y juntos descubrieron el amor por la aventura.

Mauro Sturman
Mauro Sturman miércoles, 27 de marzo de 2024 · 10:04 hs
Increíble: un rumano caminó desde el océano Pacífico chileno hasta el Aconcagua
Cris caminó desde Concón hasta el Aconcagua y regresó a Chile Foto: Madalin Cristea

Madalin Cristea es un rumano que soñaba con escalar las montañas más altas de cada continente. Ese anhelo comenzó a tomar fuerza cuando su hermano le regaló la autobiografía de Bear Grylls, un montañista inglés. Sin embargo, tras la pandemia por el covid-19, la aventura comenzó a popularizarse rápidamente. Cris, como lo llaman sus amigos, quería diferenciarse del resto de los mortales. Así fue que decidió convertirse en la primera persona en alcanzar las principales cumbres del Planeta Tierra, pero partiendo desde el mar. Desde los cero metros, hasta el cielo. Así, sin vueltas.

Todo comenzó en el Reino Unido. Cris trabajaba en un gimnasio en Kensington, Londres, cuando conoció a quien sería su esposa, Viviana. En ese entonces, él era entrenador personal y ella recepcionista. Un día descubrieron que tenían algo en común: el amor por la naturaleza. Empezaron con el trekking, pero pronto entendieron que lo que en realidad deseaban era escalar montañas.

Cris y Viviana, en Mendoza.
Foto: Madalin Cristea

Pasó el tiempo y la pareja trepó el Pico de Orizaba, la montaña más alta de México y el Monte Rosa, la cumbre más alta de Suiza.
Decididos a ir por más, abrieron un canal de YouTube (@TraintoSummit) para documentar cada una de sus travesías. De hecho, Cris está desarrollando actualmente un documental sobre su aventura desde Chile a Mendoza. "Subir al Aconcagua de mar a mar me tomó 28 días. Partí el 1 de enero desde Concón y regresé el 28 de enero. Cada metro del recorrido fue a pie, grabé las caminatas con mi reloj Garmin. Todas las caminatas están en Strava", señaló el Rumano, que además adjuntó un link (https://strava.app.link/wUtYThFjaIb) donde se puede constatar el recorrido. 

"Hice las caminatas sin ayuda, deteniéndome todas las noches en un pueblo o acampando en el camino. Sin embargo, en la base de la montaña se me unió Viv. Se suponía que debíamos escalar juntos hasta la cima desde y hacia el campo base. Lamentablemente Viv se lesionó la rodilla camino a Plaza de Mulas (Campamento Base) y no pudo continuar", afirma sobre como encaró la travesía.

Cris en el Aconcagua.
Foto: Madalin Cristea

Y agrega: "Debido a que Viv estaba herida, tuve que escalar la montaña solo. Fue difícil sin ella, pero fue realmente genial reunirnos en la base cuando terminé. También me recibió en Concón para celebrar mi finalización".

Anécdotas de un Rumano caminando por Chile y Argentina

Cris comenzó a caminar desde el océano Pacífico chileno hasta el Aconcagua utilizando un sistema de GPS. La tecnología lo llevó hasta el norte del río Aconcagua, ubicado en Chile. Pensó que había un puente que lo ayudaría a cruzar la corriente, pero se equivocó; tomó un camino rural pero en un momento se topó con un portón. Decidió saltarlo y continuó su camino, hasta que se encontró con dos cuidadores. Cris habla poco español, así que tuvo que realizar su mejor esfuerzo para explicarles por qué estaba allí.

"El oficial de seguridad me dijo que tenía suerte de que me atraparon de día, porque durante la noche patrullan la zona con armas de fuego. Fue una persona increíble, caminó conmigo por más de 5 kilómetros hasta un puente de la finca que cruzaba el río y me devolvió al camino que originalmente necesitaba. Él es sólo un ejemplo de la gente extremadamente amigable que tuve el placer de conocer en Chile", cuenta el aventurero. 

Cris celebra el regreso a Concón.
Foto: Madalin Cristea

Ya en el Aconcagua, Cris se enfrentó a la montaña más alta de América sin guía alguna. Tuvo que soportar vientos intensos y una tormenta que dañó su carpa. En Nido de Cóndores, padeció insomnio y hasta transitó un pequeño ataque de pánico cuando sintió que tenía dificultades para respirar correctamente.

"A casi 6.000 metros sufrí un agotamiento severo y me detuve; no pude continuar y volví a bajar. Ese día bajé hasta el campo base (4.300 m) y decidí entregar la toalla. Me sentí agotado. Mi esposa me convenció para que me quedara dormido y lo intentara de nuevo. El 19 de enero hice cumbre en el Aconcagua", cuenta Cris, sobre su extraordinaria aventura. 

Cris, en el Aconcagua
Foto: Madalin Cristea

La historia no terminaría allí. Tras alcanzar el techo de América, el rumano comenzó su regreso hacia Concón. Volvió a ver el mar 28 días después de comenzar a caminar. Ahora, sostiene que su próxima aventura será recorrer el Everest, otra vez, comenzando desde el mar. "Será una aventura aún mayor tener que cruzar la India para llegar al Everest", dice a MDZ. El rumano, ya demostró que para él, nada es imposible. 

Quienes deseen conocer más sobre las aventuras de Cris, pueden visitar su canal de YouTube @traintosummit.

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