Historias de Malvinas

A 42 años de Malvinas: Roberto Estévez honra el juramento

Días previos a cumplirse un nuevo aniversario de la gesta de Malvinas, Alejandro Signorelli, investigador del conflicto del Atlántico Sur, nos propone "Historias Malvineras" en varios capítulos en MDZ

Alejandro Signorelli miércoles, 27 de marzo de 2024 · 09:15 hs
A 42 años de Malvinas: Roberto Estévez honra el juramento
El Teniente Primero post mortem Roberto Néstor Estévez fue condecorado con la Cruz al Heróico Valor en Combate, la máxima condecoración que otorga la República Argentina. Foto: Gentileza

“Querido papá: Cuando recibas esta carta yo ya estaré rindiendo cuentas de mis actos a Dios Nuestro Señor. Él, que sabe lo que hace, así lo ha dispuesto: que muera en el cumplimiento de mi misión.” 

Así comenzaba la carta que el teniente Roberto Estévez dirigió a su padre antes de cruzar a Malvinas. De alguna manera, ya sabía que no volvería a ver a sus seres queridos. La carta escrita a su padre y a su novia dan claras muestras de que él sabía muy bien lo que implicaba emprender esa misión, y el precio que debería pagar por honrar su juramento. 

Imagen con la que el Ejército lo recuerda en sus redes sociales y que forma parte de
una serie integrada por otros héroes de guerra. Foto: Ejército Argentino.

En Sarmiento, provincia de Chubut, casi a la misma latitud que Comodoro Rivadavia, pero tierra adentro hacia el oeste, se encuentra el Regimiento de Infantería 25, en donde Roberto Estevez se encontraba destinado. Como la mayoría de los regimientos de Infantería argentinos, este se dividía en dos Compañías, la A y la B, pero al partir hacia Malvinas, su jefe el entonces Teniente Coronel Mohamed Alí Seineldín, formó una tercera, la C, seleccionando a varios hombres personalmente. De esta manera la Compañía C, al mando del Teniente Primero Carlos Daniel Esteban, tenía a su vez 3 secciones, la sección Bote al mando del Teniente Estevez, la sección Romeo al mando del Subteniente Juan José Gómez Centurión y la sección Gato al mando del Teniente Reyes. Cada una de estas secciones cumplió un papel destacado en combate.

Si bien las Compañías A y B del RI 25 tuvieron como misión defender el aeropuerto de Puerto Argentino y sus alrededores, la Compañía C fue destinada a Darwin/Goose Green, una importante población que debería ser controlada por fuerzas argentinas. La
guarnición militar que allí funcionaría, originalmente se imaginó como la retaguardia y reserva ante un ataque sobre Puerto Argentino desde el este o norte, pero al desembarcar los británicos en San Carlos, al oeste, Darwin/Goose Green quedó casi de
paso en su camino a Puerto Argentino.

Darwin era un caserío al norte del istmo cuya importancia era contar con la sede del administrador de la FIC (Falklands Islands Company) dueña del comercio general de las islas. Cerca del extremo sur del istmo, se encontraba una escuela bastante grande, y un caserío más numeroso, llamado Goose Green.

En el medio, había un potrero en donde se encontraba un aeródromo con una pista de turba apisonada de 450 mts. bautizado BAM Condor (Base Aérea Militar Condor) sede de un escuadrón de aviones Pucará, y helicópteros de la Fuerza Aérea Argentina

Esta base estaba defendida por efectivos de Fuerza Aérea y por una unidad de Artillería Antiaérea, que luego sería probada en combate poniendo sus cañones horizontales para batir al enemigo que venía arrastrándose por tierra. 

La guarnición militar estaba integrada por los efectivos del Regimiento de Infantería 12 (menos la Cia B que quedó en Pto.  Argentino), una sección de tiradores del Regimiento de Infantería 8 y por la Compañia C del Regimiento de Infantería 25.. 

Juramento a la bandera de la Cia C del RI 25. De izq a der: El Teniente Primero Carlos
Daniel Esteban (Jefe de Cia), el Teniente Roberto Estevez (Jefe Sección Bote), el Subteniente Juan José Gomez Centurión (Jefe Sección Romeo) y el Subteniente Roberto Reyes (Jefe Sección Gato). Foto: corredordellitoral.com.ar

Entre el 21 y el 25 de abril los británicos desembarcaron en la Bahía de San Carlos, en esos días sufrieron el hundimiento de 4 barcos a manos de la Fuerza Aérea y la Aviación Naval, algo que no estaba en los cálculos de nadie en el mundo. La opinión pública y la moral de las tropas estaban asimilando el golpe con dificultad.

Si decidían ir directamente hacia Puerto. Argentino, dejarían a sus espaldas Darwin / Goose Green, algo que no sería para nada recomendable, además, el hundimiento del Atlantic Conveyor los había dejado sin sus helicópteros, por lo que deberían llegar a pie a Puerto Argentino, y eso recién sucedería en los primeros días de junio, un horizonte muy lejano para las necesidades políticas de una victoria que alejara fantasmas.

Con la decisión de atacar Darwin / Goose Green tomada, seleccionaron al regimiento 2 de Paracaidistas, dividido en 4 Companías (A, B, C y D) apoyados por cañones de 105mm y fuego naval de la fragata HMS Arrow. Dispusieron también al Para 3 como reserva.

El jefe del Para 2, era el Teniente Coronel Herbert Jones, conocido entre sus camaradas como H Jones, era un obsesivo estratega que planificó el ataque para ejecutarlo en 6 a 8 horas, con acciones consecutivas y escalonadas que culminarían con la ocupación de Goose Green, o sea, la ofensiva iría de norte a sur comenzando por Darwin. 

Darwin se encuentra al norte y al este del istmo, al oeste y casi a la misma altura se encuentra Boca House, y entre estos dos puntos las colinas de Darwin Hill. 

Allí se encontraban las posiciones de la Compañía A del RI 12 al mando del Teniente 1ro Manresa, que tenía la misión de explorar al norte para entrar en combate con la avanzada británica. Esto sucedió en la noche del 27 de mayo y madrugada del 28, entrando en
combate con la Compañía A del Para 2. 

Representación en el mapa del desarrollo de las primeras horas de la batalla por Darwin /
Goose Green. Foto: malvinasislasargentinas.blogspot.com

La batalla por Darwin / Goose Green merece un relato en si misma dada su extensión y complejidad. En esta oportunidad solo me concentraré en las acciones que involucraron al Teniente Roberto Estévez.

Luego de varias horas de combates, la ofensiva británica se encontraba atascada, y debido al estructurado plan de Jones, no podían avanzar y tampoco se encontraban buscando alternativas.

El Teniente Coronel Piatti, jefe del RI 12 le ordenó al Teniente Estevez y su sección Bote que se dirijan a Darwin a fin de brindar apoyo a la Cia A del 12.

Allí se dirigió Estevez a la cabeza de su sección, en medio de la noche y el fuego enemigo. Al llegar, brindó el esperado apoyo y comenzó a reorganizar a los efectivos que allí se encontraban, posicionándolos junto a los suyos.

Los británicos continuaban redoblando su ofensiva, y ahora relevaron a los agotados y frustrados efectivos de la Cia A, por los descansados efectivos de la Cia B. El volumen de fuego de ambos bandos fue feroz. Estévez se movía por las distintas trincheras
ordenando a sus soldados, que lo seguirían al mismísmo infierno si fuera necesario. Eran solo una sección de conscriptos y lo que quedaba de la Cia A del 12, pero los británicos creían que eran un regimiento completo.

Estévez tomó una radio de campaña y comenzó a reglar el tiro de la artillería de campaña propia. Una vez más la ofensiva británica estaba totalmente frenada y no lograba resultados.

El soldado Sergio Rodríguez hace el siguiente relato de la muerte de Estévez:

“El Teniente Estévez estaba recorriendo las posiciones, gritando órdenes de derecha a izquierda, todo esto, repito bajo el terrible fuego enemigo. Al salir del pozo contiguo al mío recibió dos balazos en el brazo y pierna izquierda, respectivamente.  Tambaleándose llegó al pozo donde yo me encontraba. Este valeroso -oficial, sin preocuparse de sus propias heridas me preguntó por las mías pues yo estaba ensangrentado. Le contesté que podía arreglármelas. Estévez tomó un FAL y comenzó a disparar, luego por radio estuvo dando nuevas órdenes. Mi MAG la tomó otro soldado del 12 y abrió fuego contra el enemigo. Estévez, sin importarle sus heridas tomó el casco del soldado muerto del 12, lo colocó en mi cabeza para protegerme, ya que nosotros usábamos boinas verdes y eso no protege nada ante una bala o una esquirla. En ese momento recibió un nuevo balazo en el pómulo derecho y se desplomó pesadamente a mi lado. Tratamos de auxiliarlo y le oímos decir algo que nadie entendió, y luego murió”. 

La sección Bote posando frente a un helicópter Chinook en Pradera del Ganso. Foto: infantería.com.ar

Casi al mismo tiempo, otros dos suboficiales, los Cabos Castro y Avila, en pozos contiguos, fueron alcanzados, sin embargo, los soldados de la sección Bote del 25 nunca cesaron el fuego ni se replegaron.

Ambos bandos continuaban con un fuego feroz y sufrían bajas, pero ninguna posición se movía, y las horas pasaban y los británicos no lograban avanzar en su plan. Ante lo desesperado de la situación, el Teniente. Coronel Jones tomó la decisión de avanzar él mismo para motivar a sus soldados y forzar un desenlace.

Salió a descubierto seguido solo por algunos de sus hombres y emprendió una carrera que terminó cuando desde un pozo que aparentemente no había visto, el soldado Oscar Ledesma lo alcanzó de lleno con su ametralladora MAG.

H Jones fue el militar británico de mayor grado caído en combate en Malvinas.

En ese momento otros dos oficiales británicos también fueron abatidos, y un helicóptero que venía a socorrerlos fue derribado por los Pucará de la BAM Condor. Hubo minutos de caos entre las tropas británicas, hasta que logró hacerse cargo de la situación el Mayor Chriss Keeble y cambió por completo el plan, abandonando el ataque escalonado y recurriendo al uso de misiles antitanque Milan para reventar las trincheras argentinas que bloqueaban su avance cambiando el esfuerzo principal desde Darwin hacia Boca House.

El uso de los misiles Milan fue efectivo, y finalmente las tropas argentinas debieron replegarse hacia el sur.

Luego de 36 horas de combate, algo más de las 6 u 8 previstas, finalmente Darwin/Goose Green cayó en manos británicas. El Para 2 había podido experimentar que sería muy probable que pudieran doblegar a los argentinos, pero se encontrarían con varios Estévez que les complicarían la vida y motivarían que uno de sus comandantes, el Brigadier Julián Thompson, escribiera un libro y lo titulara “No picnic”.

El Teniente Primero post mortem Roberto Néstor Estévez cayó en combate junto a sus soldados y fue condecorado con la Cruz al Heróico Valor en Combate, la máxima condecoración que otorga la República Argentina por:

“Dirigir un contraataque durante la noche, en una zona ocupada por fuerzas enemigas superiores, para permitir el repliegue de efectivos propios comprometidos. Pese a resultar herido seriamente, continuar en la acción, ocupar el objetivo asignado y mantenerlo en situación desventajosa, rechazando sucesivos ataques, oportunidad en la cual ofrenda su vida”

En Misiones (era oriundo de Posadas) son varios los homenajes: 

La Compañía de Cazadores de Monte 18 de Bernardo de Irigoyen, Misiones, lleva su nombre, al igual que una escuela en Jardín América, una plaza y un barrio en Posadas. 

El 28 de mayo fue instituido como “El Día del Héroe de la Ciudad de Posadas”

En CABA una calle de la comuna 8 lleva su nombre y en el bajo del paso a nivel de la Av. Dorrego y la Av. Luis María Campos, un mural lo recuerda. También se puede ver una copia de su carta en la estación Juramento de la Línea D de subtes. 

En el resto del país, en Paraná (ER), San Salvador de Jujuy y en San Fernando del Valle de Catamarca, una calle, un barrio y un centro vecinal respectivamente, llevan su nombre.

Ahora también, espero, tendrá un lugar en nuestra memoria para mantenerlo vivo.

* Lic. Alejandro Signorelli, Investigador de la Guerra del Atlántico Sur.

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