Vía Blanca: todos los detalles del desfile nocturno de las reinas
El calor y la humedad no lograron opacar el clima festivo que copó las calles del centro mendocino. Miles de personas se acercaron a disfrutar del paso de las sobernas.
Nuevamente Mendoza vivió su Vía Blanca de las Reinas, en un viernes en la noche marcado por el calor y la humedad. No obstante, la gente se agolpó en las calles mendocinas para disfrutar del desfile que le permitió ver de cerca a las soberanas 2023 y a las candidatas a Reina Nacional de la Vendimia 2024.
Con la gran arboleda de las principales avenidas del centro mendocinos como testigo, la banda de la Policía Provincial abrió el desfile interpretando Canto a Mendoza, ante la ovación de los asistentes. Detrás, la Virgen de la Carrodilla hacía su gran aparición en escena y de la Federación Gaucha.
Familias enteras, grupos de amigos e hinchadas de las reinas se mezclaban en la Avenida General San Martín, mientras aguardaban en paso de las candidatas.
Entre el público ubicado en el inicio del desfile se pudo observar a Abril, una perra mestiza de 12 años que estaba en un coche de bebé, acompañada de su dueña, Sonia, de Godoy Cruz.
En cuanto a las hinchadas, buscaron ubicarse estratégicamente en las zonas en las que estaban transmitiendo los canales locales, para hacerse ver y sentir más.
El primer carro, como es habitual, fue el de Reina y Virreina Nacional salientes, Ana Laura Verde y Gemina Navarro. Ambas iban hablando con el público y arrojando sobres de orégano.
Mientras los carros pasaban, el público usaba bolsas, folletos o papeles haciendo las veces de abanicos para hacer más tolerable la temperatura, que rondó los 27 grados. Además, en la previa, y a lo largo del desfile, los vendedores ambulantes tentaban a los niños con capas y vinchas con luces, sumadas a las tradicionales coronitas.
Algunos funcionarios acompañaron los carros de sus candidatas, entre ellos Flor Destéfanis, la intendenta de Santa Rosa. Subida a tacos altos, repartió saludos, folletos y sonrisas al público, saludando particularmente a la hinchada de su departamento, al grito de “¡Vamos, Santa Rosa!”.
El jefe comunal de Tupungato, Gustavo Aguilera, también recorrió las calles al frente del carro de su representante vendimial. Por otro lado, Ulpiano Suárez, de Ciudad, estuvo presente, aunque no delante del carruaje. Allí iba Laura Fuerte, directora de Cultura de dicho municipio.
Otro director de Cultura que iba dirigiendo el carro de su comuna fue Héctor Rosas, de Godoy Cruz. Por otro lado, desde Junín de hizo presente Ricardo Morcos, presidente del Concejo Deliberante de la mencionada comuna. Iba delante de la unidad que trasladaba a su reina departamental, repartiendo obsequios.
El paso de la carroza de las Reinas de los Adultos Mayores también fue bien recibido por el público. Las sonrisas y el brillo en los ojos de cada una de ellas hizo emocionar a todos.
Una sola bandera se vio en todo el desfile y fue justo delante del carro de Florencia Lagos, la soberana rivadaviense. La misma rezaba "sin agua no hay vitivinicultura" y algunas personas apoyaban la iniciativa con aplausos.
En otro tramo del recorrido la banda de la Policía de Mendoza tocó el Himno Nacional y los asistentes se sumaron con el canto, cerrando la interpretación con aplausos y gritos de ‘¡viva la Patria!'.
Las reinas buscaron captar al público
La mayoría de las soberanas departamentales contaban con micrófonos para dirigirse a la gente que aguardaba verlas en las calles. Mientras ellas hablaban, las cortes (que llegaron desde muy temprano al espacio en el que se concentraron los carros), aprovechaban para arrojar frutos, folletos o lo que hubiesen preparado en cada comuna.
Por ejemplo, en el carro de Son Indiveri, de San Rafael, las soberanas arrojaban sobres de crema de la marca UVAS, que pertenece la última Reina Nacional de dicho departamento, Cecilia Fornara.
Ante el paso de la carroza lavallina, la soberana Paloma Oro bromeó con que “sería raro que Lavalle tirara melones y no rompiera algo”, luego de que uno de esos frutos cayera sobre los asistentes. La gente celebró su comentario.
En algunas en las unidades que trasladaban a las reinas sonaba folclore, como fue el caso de Junín. Sin embargo, en otras fueron más allá y llevaban artistas tocando en vivo. A modo de ejemplo, La Paz y San Rafael.
Además, hubo comunas apostaron a llevar locutores sobre el carro, que intercalaban sus palabras con las soberanas. Tal fue el caso de Maipú y Malargüe.
En cuanto a la reina maipucina, Brunela Puga, aprovechó el desfile para pedir que “llevemos el color dorado bien alto, para concientizar sobre la importancia de donar sangre para la médula ósea, centrándonos en los niños con cáncer infantil”. Mientras, las representantes de la corte alzaban lazos de dicho color.
Al igual que el público, las soberanas debieron soportar el calor y la humedad, por lo que algunas llevaban abanicos, mientras otras, además, sumaban pañuelos y se iban secando el rostro.
La Vía Blanca finalizó con el carro de Isis Guillén, de Tupungato. Y, detrás, apareció toda la maquinaria de la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza. Los primeros fueron los barrenderos, que recibieron el aplauso de la gente que se encontraba apostada en los lados de las calles.