PAMI y prepaga para jubilados: ¿es posible tener ambas?
La reciente desregulación de las obras sociales por parte del Gobierno ha generado interrogantes entre los beneficiarios, especialmente para aquellos que desean combinar su cobertura con servicios de medicina privada. Una de las preguntas más frecuentes es qué sucede si se tiene PAMI y se desea contratar una prepaga.
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¿Puedo tener PAMI y una prepaga?
Los jubilados pueden optar por pagar un servicio de medicina privada mientras continúan disfrutando de los beneficios de PAMI. Sin embargo, no está permitido derivar exclusivamente los aportes a la prepaga ni tener PAMI y otra obra social al mismo tiempo.
Muchos jubilados eligen la opción de contar con PAMI y una prepaga para optimizar su atención médica. Utilizan la medicina privada para consultas y tratamientos específicos, mientras aprovechan los descuentos en medicamentos y otros servicios que ofrece PAMI.
Actualmente, los jubilados no pueden deducir sus aportes a la medicina privada. No obstante, existe la posibilidad de solicitar la continuidad de la obra social propia al momento del retiro, e incluso hay una lista de aproximadamente 80 obras sociales a las que pueden pasarse los jubilados si así lo desean.
La única forma de derivar los aportes a una prepaga es a través de la obra social de convenio, siempre y cuando esté en la lista autorizada. Sin embargo, este proceso no es sencillo y son pocos los jubilados que lo llevan a cabo.
Cuáles son las diferencias entre una prepaga y una obra social
Es importante diferenciar entre PAMI, una obra social estatal para jubilados y pensionados, y las prepagas, que son empresas privadas de salud. Ambas están reguladas por la Superintendencia de Servicios de Salud, pero mientras PAMI es una iniciativa estatal, las prepagas son de índole privada.
En el caso de PAMI y las obras sociales, estas últimas suelen ser propiedad de sindicatos y gremios activos o parte del Estado, y todos los afiliados contribuyen a su mantenimiento.