Esperan un aluvión de reclamos judiciales por mora en la cuota alimentaria
Abogados advirtieron que las consultorías gratuitas están saturadas y que los montos acordados judicialmente quedaron retrasados y no alcanzan a cubrir la canasta básica de crianza.
Una de las consecuencias del impresionante salto que tuvo la inflación en los últimos dos meses en el marco de la profunda crisis económica que atraviesa el país desde el año pasado, es que aumentaron los casos de mora en el pago de la cuota alimentaria en parejas separadas o divorciadas.
Los montos que pudieron acordarse previo a la feria judicial de diciembre quedaron muy retrasados al retomar la actividad en los juzgados familiares en febrero, cuando ya la inflación de diciembre había trepado el 25.5% y la de enero el 20.6%.
Más allá de que este fin de semana se conoció un fallo que prohíbe a un progenitor que adeudaba la cuota de sus hijos participar en una carrera automovilística en San Carlos de Bariloche, su pasatiempo favorito, hasta tanto regularice la deuda que mantiene con sus hijos - además de que se quitó su carnet de conducir-, se comienzan a dar otras situaciones donde el progenitor alimentante no cumple su obligación porque su poder adquisitivo se vio fuertemente golpeado por la crisis económica y recesión.
Dos abogados analizaron la problemática a la luz de sus representados y aseguraron que, en varios casos, si bien hubo voluntad de cumplimiento, no se llega a afrontar el monto acordado porque muchos padres perdieron el trabajo o fueron muy golpeados por el aumento de precios y de tarifas de los servicios.
Jerónimo Millaa Torres (MP 1-42562) aseguró a MDZ que aumentaron los casos de mora y hasta la suspensión del pago de la cuota alimentaria, una situación que viene dándose ya desde el año pasado. “Por un lado, esto se da por decisiones unilaterales de la persona alimentante, que decide dejar de pagar cuota alimentaria. Pero en otros, la crisis económica particularmente vinculada a algunos sectores de la economía informa, que hizo que se demore el cumplimiento en el pago”, contó.
“Por las conversaciones que llegué a tener con algunos colegas, ha habido gente que ni siquiera podía suplir el monto acordado en alguna clase de acuerdo como el pago de la cuota de la escuela y demás. Esta crisis económica se viene arrastrando desde hace varios años pero se profundizó en los últimos meses, haciendo que la persona alimentante haya perdido esa posibilidad de financiación”, explicó. “Es decir, no solamente se dan casos donde prima la cuestión del machismo o por decisiones unilaterales en relación al cumplimiento de la obligación alimentaria, sino que la crisis ha golpeado de tal forma que hay padres y madres que se han quedado sin empleo, y esta problemática ha vuelto más vulnerable la situación de niños y niñas que se encuentran con sus padres separados. Más aún, si uno o los dos están en el sistema informal y no pueden acceder a una obra social o los beneficios de un empleo registrado”, advirtió.
El abogado enfatizó por otro lado que, paralelamente a la inflación sostenida, no hubo una modificación general de los ingresos de los trabajadores que están en el sistema laboral formal y que la situación es aún más crítica para los padres que tienen empleos informales.
“Es muy dificultoso para la persona que recibe la cuota alimentaria sostener un acuerdo en base a un porcentaje del salario. En su momento, fue una medida revolucionaria pasar de un monto fijo a un porcentaje, teniendo en cuenta la conducta inflacionaria de la Argentina. El objetivo fue para sostener y cubrir las necesidades alimentarias de la persona que se tiene a cargo. Ocurre que hoy en día los sueldos se encuentran atrasados en relación con la inflación y se demoran las paritarias. Es así que, ante una marcada variación del índice de precios al consumidor, y más ahora en la víspera del comienzo de clases, los aumentos han sido tan fuertes que se hace muy marcada la imposibilidad de financiación”, evaluó Millaa Torres.
“Tras el receso en el Poder Judicial, muchos de los abogados nos empezamos a comunicar, en especial los que ya tenemos casos con determinación de cuota alimentaria, para ver cómo podemos tratar de solucionar esta variable inflacionaria y de no actualización de las paritarias, y adecuarla con la realidad de tener que cubrir las necesidades básicas y los gastos por el comienzo de clases y todo lo que ello conlleva, como la vuelta a las actividades extracurriculares, reuniones con sus compañeros y amigos y un montón de situaciones, que también son necesidades de los menores que cubren con la cuota alimentaria. Hay mucha expectativa en cuanto a lo que pueda suceder en los próximos meses, particularmente con las paritarias”, explicó.
Mayor ligitiosidad
Por otro lado, sostuvo que se comenzó a observar, a raíz de esta crisis económica, una mayor litigiosidad en casos en los que no se pueda llegar a un acuerdo en relación a la modificación de la cuota alimentaria si ya estaba determinada o a la determinación de la misma si no se llegó a un acuerdo.
“Una de las cosas en las que, a lo mejor, habría que poner foco es en el acceso de las personas reclamantes al sistema judicial, porque no siempre cumple con los requisitos o cuentan con los recursos para hacerlo. Estamos hablando de una crisis económica muy profunda con una restricción de los recursos por parte del reclamante y la verdad que por hay que garantizarle los derechos de los niños y niñas a que puedan ser cubiertos en sus necesidades”, aseveró.
“Por lo que yo pude observar, son muchos los procesos judiciales que se han iniciado en estos últimos seis meses por el incumplimiento de cuota alimentaria y las ejecuciones tanto de sentencia como de acuerdos realizados entre las partes, por incumplimiento de la obligación por parte de los alimentantes, que en su gran porcentaje son papás, varones. Esto lleva de la mano la falta de trabajo y el crecimiento del empleo informal”, indicó a MDZ la abogada Carolina Ciccarelli (MP 4-483).
Pero advirtió: “No podemos olvidar que la obligación alimentaria es irrenunciable y que hace a un derecho humano de niño, niñas y adolescentes de esta asistencia de ambos progenitores. Hay fallos que están poniendo medidas restrictivas a quienes incumplan esta obligación", recordó.
En ese marco, se encuadra el caso del piloto de automovilismo cuyos incumplimientos parciales del pago de la cuota alimentaria venía repitiéndose desde hacía varios años. Previamente, se conoció otro caso en la provincia de Corrientes, en el que se impidió a un progenitor participar de los carnavales, de la comparsa de la que era parte e ingresar al corsódromo. Otras que trascendieron es impedirle al incumplido salir del país o entrar a canchas de fútbol, por ejemplo. "Si bien la crisis económica ha acentuado la falta de pago de cuota o los pagos parciales o a destiempo, también hay un alto índice de incumplimientos por parte de progenitores que sí pueden pagar a tiempo y no lo hacen”, advirtió la abogada
Por otro lado, admitió que en estas semanas puede haber demora en las resoluciones judiciales por “la saturación que hay en el Poder Judicial, que no da abasto, donde los recursos son escasos y las necesidades están siendo cada vez más grandes. De hecho, las asesorías gratuitas están totalmente colapsadas”, manifestó Ciccarelli.
Canasta básica de crianza
La abogada recordó que la cuota alimentaria se fija, tanto sea en un porcentaje de entre el 20% y el 30% del salario “en blanco” dependiendo del fallo del juzgado, mientras que con los empleados no registrado, el cálculo se realizade dos maneras: teniendo como parámetro el Salario Mínimo, Vital y Móvil, y la Canasta Básica de Crianza que marca el INDEC.
En este punto, precisó que este índice se compone de ítems por bienes, servicios y tareas de cuidado. “En enero del 2024, el monto del índice de crianza de un niño menor a un año era de $208.489 mil; para niños y niñas entre 1 y 3 años, de $248.303; para niños y niñas entre 4 y 5 años de $211.807; y para niños y niñas y adolescentes entre 6 y 12 años de $266.263. Esos montos se cuentan por cada niño, niña o adolescente que vive en ese hogar. Si se tiene en cuenta esta canasta, se necesita un promedio de $500.000 para criar a dos hijos, afectando los ingresos tanto para quien convive como para el alimentante porque no se lograrían cubrir los gastos para el mes de enero, en el que una familia necesitó $600 mil pesos para no ser pobre”, analizó.
“Se entiende que con esta crisis económica, los salarios congelados, y la inflación que se registró en los últimos meses, las cuotas alimentarias han sufrido el impacto y los perjudicados son los niños, niñas y adolescentes porque ven menguada la calidad de sus alimentos. También muchos han tenido que hacer cambios de escuelas, y pasaron de las de gestión privada a la pública; y en su cobertura médica, por el aumento de las prepagas y los aranceles de las obras sociales”, graficó.
“Se ha notado lo que se llama la ‘ feminización de la pobreza porque la mayoría de los tareas de cuidado recaen sobre las mamás, con lo cual muchas de ellas no pueden dedicar un tiempo completo al trabajo y sus ingresos son menores. No recibir una cuota alimentaria o recibir una cifra más baja en el marco de este estancamiento de los salarios y sumado a la inflación genera una gran crisis económica en el núcleo familiar”, advirtió Cicarelli.
Además, expresó que el gran problema es la cantidad de trabajo no registrado de los alimentantes. “Hay muchos que no tienen ni siquiera un monotributo, con lo cual es muy difícil fijar una cuota alimentaria. Deberían amoldarse tanto las paritarias como el salario mínimo vital y móvil, que fijó una suba para febrero y marzo del 31% cuando tenemos una inflación del 50%".
"Hay que tener en cuenta que sobre esos montos se fijan la mayoría de las cuotas alimentarias de los alimentantes que tienen trabajos no registrados o que son monotributistas o autónomos. En tanto, respecto a las paritarias, considero que se debería tenerse en cuenta las cifras de este índice de canasta básica de crianza para poder recomponer los salarios. En conclusión, creo que estamos en un momento muy complicado y que va a generar un aluvión de reclamos de cuota alimentaria en la justicia, porque no se van a poder sostener los montos acordados”, subrayó Ciccarelli.

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