La mitad de los transportistas de discapacidad del país podría quebrar en menos de un mes

En enero la inflación se posicionó en un 20,6%, la nafta subió un 27% y, a su vez, Nación otorgó un aumento del 20% a las prestaciones en discapacidad. Esta ecuación da como resultado una crisis casi irreversible para los transportistas, los cuales estiman que, para marzo, la mitad de ellos habrá fundido a lo largo del país. Y esto podría ser tan sólo el inicio de una ola de quiebres.
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Los ajustes que está realizando el Gobierno para bajar el gasto público golpean de lleno a esta área. La discapacidad, según denunciaron, siempre ha sido postergada; esta pequeña actualización hace que el transporte sea el primero en verse afectado, debido a que, por un lado, gran parte de sus insumos están dolarizados y, por el otro, a las fuertes subas de combustible.
¿Por qué los transportistas quebrarían en marzo?
Pablo Bolego, vicepresidente de la Federación Argentina de transportistas para personas con discapacidad (FATRADIS), explicó que "es una situación que ha ido empeorando sostenidamente", debido a que no tienen un aumento de aranceles razonables para poder sostener la prestación. En enero fue del 20% y en febrero tan sólo del 10%. Para el resto de los meses no hay noticias.
Actualmente los trabajadores de este rubro se encuentran bajo un cese involuntario de las actividades. ¿Cómo es esto? Para no fundirse, bajan la cantidad de días laborables a 2 o 3 por semana, o directamente no trabajan, cuando deberían estar a plena disposición.
"Proyectamos que la mitad de nosotros se fundirá en marzo porque es el momento donde se va a sentir y ver más la reducción del servicio. Con el comienzo de clases, las personas solicitan más del transporte, pero al no ajustarse el nomenclador a la inflación, no podemos cubrir todo eso", explicó.
Caerá el resto de las prestaciones de discapacidad
"Lo estamos sufriendo en carne propia", advirtió Fernando Gantesti, miembro de la Comisión Directiva de la Asociación de Transportistas para personas con Discapacidad (ATAECaDis). Y el transporte es tan sólo el primer eslabón de la cadena que caerá. Estimó que en dos o tres meses otros prestadores más comenzarán a fundirse de forma masiva.
No hay que pasar por alto que en 2020, durante la pandemia, también quebraron muchas prestaciones o redujeron significativamente sus servicios, una decisión que está fuera de la ley. La situación desatada por el aislamiento social fue un antes y un después, que no les permitió trabajar durante largo tiempo de manera continua. El Estado, además, había congelado los aumentos, pero en paralelo decidió abonarles estímulos para que puedan sostenerse.
Al asumir Javier Milei, y bajo su ambicioso deseo por sincerar a las instituciones estatales, se anunció que la Agencia Nacional de Discapacidad pasaría a ser autártica, es decir, el Gobierno ya no interviene, lo que se traduce en este recorte: no más aumentos. Lo que se quiere es "limpiar" a los prestadores fantasmas, personas que "reciben" el beneficio ilegalmente en nombre de otro.
"El transporte es el que une todo dentro de discapacidad. Llevamos a los nenes al colegio, del colegio a la terapia. Se cae el transporte y se puede caer todo eso para varios. Hay un porcentaje de personas que tiene las posibilidades económicas y el tiempo para trasladarlos por sus medios, pero muchos otros no", añadió Gantesti.
En este sentido, insistió en el retroceso que esto implica para el desarrollo de cualquier paciente. "Yo solía llevar siempre, hace 12 años atrás, a un nene al colegio. Lo vi el otro día y es otra persona. Tiene total movilidad, habla, creció y maduró mucho. Antes no se podía comunicar. Ellos necesitan de estos servicios, y con esta crisis eso se corta", señaló.
Discapacidad: los números que preocupan
En diciembre -cuando la realidad económica era complicada, pero se podía sostener aún- tenían un arancel de $272,09 por kilómetro, y el litro de combustible estaba a $328. Con el 30% de aumento entre enero y febrero, el arancel quedó a $359 el kilómetro, mientras que el combustible se alzó hasta los $1.069 por litro.
Estos vehículos para personas con discapacidad consumen alrededor de $29.000 para hacer unos 250 kilómetros diarios. Sin sumar el costo del chofer y otros insumos, como el cambio de aceite, da un gasto mensual aproximado por camioneta de $610.000 al mes (solo contando días hábiles trabajados). Por otra parte, también subieron los seguros, repuestos y neumáticos (los que requieren ellos están por encima de los $700.000 cada uno).
"La soga al cuello", así describieron esta alarmante situación; muchos colegas han fundido, otros antes de hacerlo decidieron dedicarse a otra cosa. Hasta el momento, la única respuesta que les dio el Gobierno fue la actualización del 30% del nomenclador que, aún así, no alcanza para evitar el riesgo de colapso que advierten desde el sector.