Cómo cuidar a tu gato en verano: consejos esenciales para el calor

El verano puede ser tan agobiante para los gatos como para nosotros, aunque a veces no lo parezca. A pesar de que descienden de animales desérticos y están adaptados para tolerar temperaturas elevadas, los gatos domésticos viven en entornos muy diferentes y pueden sufrir los efectos del calor extremo.

Las altas temperaturas pueden perjudicar su bienestar, provocando desde incomodidad hasta problemas graves como golpes de calor. Por eso, es fundamental prestar atención a sus necesidades durante esta temporada. En esta nota te dejamos varios consejos sencillos, pero efectivos, para mantener a tu gato fresco, cómodo y seguro durante los días más calurosos.

• Colocar trapos húmedos en el suelo puede ser una buena idea, pero recordá que no todos los gatos los usarán. Nai Osepyan, conductista felina certificada, recomienda no forzarlos ni intentar envolverlos. Ellos decidirán si les resulta cómodo o si prefieren el suelo fresco o acostarse frente al ventilador. Lo importante es que tengan la opción para elegir.
• Hielo en el agua: aunque puede parecer refrescante, no todos los gatos reaccionan bien o les gusta. Algunos podrían asustarse y termina siendo contraproducente porque evitarán beber durante el resto del día. La clave es observarlos. Si no les gusta, simplemente asegurate de ofrecerles suficiente agua fresca en varios puntos de la casa.

• Nunca los dejes en el auto, ni por un segundo. No importa si solo vas a hacer una compra rápida, nunca dejes a tu gato o cualquier otro animal en un auto cerrado. Los autos pueden alcanzar temperaturas extremas en pocos minutos bajo el sol.
• No es necesario cortarles el pelo. Los gatos de pelo largo están adaptados a su naturaleza y no necesitan cortes para mantenerse frescos, salvo que tengan nudos, rastas o problemas específicos recomendados por el veterinario. “Teniendo en cuenta que el pelo de estos animales suele actuar como aislante térmico, lo más recomendable es no cortárselo. De esta forma, el vello de los gatos, como de muchos otros animales, ralentiza la absorción del calor gracias a las corrientes y bolsas de aire que se forman en su interior. Por este motivo, si le cortamos el pelo, lo estamos desprotegiendo de agentes externos como la lluvia, el viento o los rayos solares, que le pueden causar quemaduras”, informa el sitio web de la Escuela de Posgrado de Veterinaria. 
• Dejar el aire acondicionado o el ventilador encendido mientras estás fuera de la casa es completamente válido. Un ambiente climatizado ayuda a prevenir golpes de calor. No necesitás crear un iglú, pero sí mantener una temperatura agradable.
• No dejarlo salir a la calle. Aunque puede parecer que afuera estará más fresco, en realidad es más peligroso. En el exterior, tu gato podría quedar expuesto al sol directo, quemaduras, deshidratación o incluso un golpe de calor. Es mejor mantenerlo dentro de casa con agua fresca y sombra.

• Nai Osepyan también recomienda cepillar a tu gato a diario, ya que ayuda a eliminar el pelo muerto, especialmente en épocas de muda. También podés humedecer tus manos y pasarlas suavemente por su pelaje. Esto no solo lo refrescará, sino que lo ayudará a sentirse más cómodo.
• Según el veterinario, Juan Enrique Romero, es importante tener más cuidado con los gatos de pelaje blanco, ya que son mucho más propensos a quemarse con la luz solar y a tener, con el tiempo, cáncer de piel, debido a que su pelaje es más fino y presta menor protección a la luz solar directa. En esos casos es recomendable que eviten el sol directo entre las 10 y las 16 horas. Consultá con tu veterinario si es necesario aplicar protector solar.
• En verano, un solo recipiente de agua no es suficiente. Asegurate de que siempre haya muchos potes de agua disponibles en diferentes lugares de la casa. Esto evitará que tu gato pase sed si uno de los recipientes se vacía o calienta.

¿Por qué los gatos disfrutan tanto el sol?

El primer factor está relacionado con sus raíces genéticas. Según una marca de comida para mascotas, el ADN de los gatos muestra que descienden del Felis Sylvestris Lybica, una especie originaria de regiones desérticas de África y Medio Oriente. Además, su historia de “domesticación” los sitúa en ambientes cálidos como Egipto, Israel, Iraq, Siria y Chipre. Todos lugares desérticos y de altas temperaturas. Por eso, no resulta tan extraño que sus cuerpos añoren el calor.

El segundo factor es la dieta. Según Nai Osepyan, los gatos, como carnívoros obligados, necesitan conservar energía de manera eficiente, ya que la proteína no funciona de la misma manera que los carbohidratos. El hecho de habitar en lugares con temperaturas un poco más bajas que aquellas para las cuales sus cuerpos están diseñados implica que busquen otras fuentes de calor para mantener la temperatura corporal elevada, que además no les requiere un consumo de su energía.

Cuidar a tu gato en verano implica estar atento a sus comportamientos y necesidades específicas, ya que cada felino tiene su propia manera de afrontar el calor. Algunos buscarán cuidadosamente lugares frescos, mientras que otros preferirán quedarse cerca de una ventana soleada. 

Lo importante es ofrecerles opciones para que puedan regular su temperatura, como agua fresca en abundancia, espacios ventilados y zonas donde puedan refugiarse del sol. Siguiendo estos consejos y asegurándote de que tengan un ambiente adecuado, no solo protegerás su salud, sino que también podrás disfrutar del verano sabiendo que tu gato está seguro, cómodo y feliz.