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Carlos Regazzoni: "Hay que tener más hospitales y crear una cultura de excelencia"

El exdirector del PAMI remarcó la necesidad de crear más centros de salud nacionales, evitar la privatización de la salud y puntualizó cuál es el principal problema de salud en la Argentina.

Gonzalo Barrera
Gonzalo Barrera jueves, 28 de noviembre de 2024 · 10:00 hs
Carlos Regazzoni: "Hay que tener más hospitales y crear una cultura de excelencia"
El doctor Carlos Regazzoni estuvo a cargo del PAMI entre 2015 y 2017, durante la presidencia de Mauricio Macri Foto: Analía Melnik/MDZ

La salud es uno de los problemas principales de la Argentina, tanto por problemas estructurales del propio sistema como de la realidad diaria de los argentinos en cuestiones de acceso a ese sistema. Carlos Regazzoni, exdirector del PAMI entre 2015 y 2017, dio su visión sobre la realidad actual de la atención médica en el país y los pasos a seguir para encontrar una solución.

En diálogo con MDZ, Carlos Regazzoni se manifestó en contra de la privatización o de la gestión privada de los hospitales nacionales y aseveró que "hay que tener más hospitales nacionales y crear ahí la cultura de la excelencia médica". Además, puntualizó que el principal problema de salud, o la madre de gran parte de los problemas de salud que atraviesa el país, es la pobreza, la cual según las últimas estimaciones alcanza casi a la mitad de los argentinos.

Mirá la entrevista completa con Carlos Regazzoni

- ¿Cómo es hoy el sistema de salud argentino?

- Lo que es un gran problema en la salud de los argentinos tiene varias décadas, pero se está agudizando los últimos años, por el aumento de los niveles de pobreza. Cuando vos tenés aumento en los niveles de pobreza, aumenta la tasa de mortalidad por todas las causas en prácticamente todas las edades. Se deteriora la nutrición, con lo cual se deteriora mucho la salud de los chicos. Entonces hoy Argentina tiene problemas de salud muy acuciantes. Por ejemplo, la probabilidad de cumplir 61 años para un argentino es la mitad que en Dinamarca y de un tercio si estás hablando de los municipios del conurbano.

Ahí, en los lugares más humildes, puede haber hasta 15 años menos de esperanza de vida respecto a lo que puede ocurrir en un centro urbano, en Barrio Norte o en la ciudad de Mendoza, en el centro o lo que puede ocurrir en Rosario. Así que hay problemas de salud muy graves. La mortalidad por cáncer es el doble, los argentinos nos hemos quedado la estatura, hoy los surcoreanos nos han pasado en estatura y la distancia con los más altos del mundo, que es Holanda, cada vez se agranda más. Todos estos son indicadores de que estamos en una situación sanitaria muy seria. Si cuando hay más pobreza hay más enfermedad y menos capacidad para atender los problemas de la salud, porque al final del camino y los sistemas de salud se financian con los aportes de los trabajadores, cuando esos aportes bajan, porque bajó el salario real, porque aumentó la desocupación, porque aumentó el empleo informal, todo eso lleva a que la capacidad financiera sea menor. Entonces, el desafío para dar más salud, porque la demanda aumentó con menos cantidad de recursos, es un desafío mayor.

- El Gobierno venía planteando la posibilidad de que los hospitales nacionales pasen a al área de influencia de las provincias. Las provincias lo rechazaron y se habla de la intervención de los privados en ese en ese ámbito.

- Es muy bienvenido que quiera poner bajo la lupa los problemas que tiene el sistema de salud, eso es algo a favor del Gobierno. Creo que está bien que lo haga. El inconveniente es que la manera, las soluciones que se están planteando pueden terminar dando resultados equívocos equivocados. Un hospital nacional, por ejemplo el Garrahan, es la invención en salud pública, una de las más importantes que ha habido en el país. Es decir, simplemente haber inventado el Hospital Garrahan, haberlo puesto en el centro de la escena y que le dé salud a los problemas de salud más graves de los chicos de todo el país, eso ha cambiado drásticamente las perspectivas en tumores infantiles, en en epilepsias complejas, ha sido distinta la niñez, mejor y pocas intervenciones han sido tan buenas.

El modelo ha sido tan exitoso que me parece que, al contrario, habría que haber tres Garrahan. Es muy difícil cuando vos tenés un país con tanta pobreza y con tantas diferencias entre provincias, que cada provincia pueda ser autosuficiente en salud. Primero, porque en el propio espíritu de la Constitución Nacional está que el último garante de la salud de los argentinos es justamente la patria, el país. Así que desde ese punto de vista hay un deber del Estado nacional. En segundo, porque la gestión privada no resuelve los vicios de funcionamiento, porque al contrario, puede llegar hasta empeorarlas. Yo creo que son soluciones que no están a la altura de los tiempos.

- Se ve el modelo americano de una salud pública que termina siendo arancelaria. ¿Está muy lejos Argentina de llegar a poder plantearse ese modelo?

- El modelo norteamericano justamente es el modelo que no habría que tomar porque Estados Unidos es el país que más gasta en salud entre todos los países desarrollados. Gasta el doble que el segundo, que es Alemania, el 18%, casi 19% del producto bruto americano se dedica a la salud, sin embargo tienen 40 millones de americanos que no tienen acceso.

Tienen la expectativa de vida más baja de los países desarrollados, además de un montón de otras dificultades de funcionamiento, justamente porque ellos no plantearon en su momento los crear un sistema de salud. Al contrario, en los estados de Estados Unidos, donde se ha creado algún tipo de sistema solidario de salud, como puede ser lo que ocurre en estado de Massachusetts, ahí los estándares mejoran. Así que el modelo que habría que ver es el modelo europeo, el modelo de Reino Unido, el modelo de Francia, de España, de los países nórdicos, Dinamarca, Suecia, y no tratar de inventar algo que no va a tener resultado. Es decir, la salud solo funciona cuando hay modelos solidarios porque vos tenés dos cuestiones la prestación de salud, el hospital, el consultorio, el laboratorio, y la financiación de todo eso, el sistema para financiarlo.

Es la única manera de hacerlo, los gastos en salud son tan grandes y los beneficios son tan inmensos, porque convengamos que si vos no tenés salud, tenés una expectativa de vida de 30 años. Hoy en día en Argentina es 75, pero en Europa 86. Eso es gracias a que hay salud. Entonces, para que ocurra esto, la prestación bonita es la financiación y la financiación solamente ocurre cuando vos tenés para todos lo mismo de financiamiento para lo esencial.

Nuestra perspectiva moral es: "Yo quiero que los argentinos tengamos todos la misma salud por igual, la misma calidad en lo básico, en lo esencial". Para eso necesitas un financiamiento similar para todos y, para esto, el que puede poner diez pone diez y puede poner cuatro, pone cuatro para que los dos tengan siete. Entonces eso es un sistema solidario. Cuando vos rompés ese sistema solidario, que es el riesgo que se está corriendo, yo creo que con los cambios que se están intentando promover ahora en la Argentina, automáticamente tenés que la gente con más recursos tiene recursos para financiar su salud, pero la gente con menos recursos no deja de tenerlos y entonces empieza a tener peor salud y tenés desigualdad.

Ya hay muchas desigualdades en salud en nuestro país, pues mucho peor si le vamos a agravar esas desigualdades. Porque cuando, lo que está demostrado por la experiencia internacional, es que cuando vos tenés desigualdades en salud, todos tienen peor salud. La salud, la mejor, los mejores estándares de salud se logran cuando hay mayor equidad en la sociedad. Cuando vos rompés con la equidad, automáticamente la salud de los que más tienen y la de los que menos bajan.

Después hay un problema con el sistema prestador, con los médicos, con los enfermeros, con el equipo de salud y con los capacidades sanitarias, hospitales, laboratorios, métodos, diagnósticos. Ahí hay que crear capacidades de excelencia para crear capacidades de excelencia. No se ha inventado ningún modelo mejor que los sistemas públicos que tienen los países desarrollados. En el caso puntual de Estados Unidos, que sí tiene muchos de los hospitales más importantes del mundo, lo han hecho con fundaciones sin fines de lucro y con una tradición muy antigua de generar excelencia. De todos modos, cuando vos vas a ver la eficiencia de esos hospitales en Estados Unidos son mucho menos eficientes que en otras partes del mundo.

Yo creo que acá nosotros tenemos que esforzarnos en tener muy buenos hospitales de excelencia para eso. Al contrario, hay que tener más hospitales nacionales y crear ahí la cultura de la excelencia médica, que tiene que ver con la carrera profesional, con la remuneración, obviamente, y con la investigación clínica. Por el otro lado, favorecer la creación de sistemas de financiamiento solidarios, donde el que más tiene y el que menos tiene comparten recursos para que todos tengan lo mismo por igual.

- A vos te tocó estar en el PAMI, trabajaste en Desarrollo Social de Ciudad, ¿cuál es la situación de los ancianos en la Argentina en salud?

- Los ancianos empiezan a vivir algo nuevo, que es el aumento del nivel de pobreza en la tercera edad. Históricamente la Argentina no tenía más del 5% de pacientes mayores que vivían en situación de pobreza. Eso había aumentado en los últimos ocho años al 15% y recién el 30%. Ya cuando vos tenés gente mayor en pobreza, en situación de pobreza, ahí es muy difícil de solucionar eso. El segundo problema es que, cuando la gente cumple 65 años, se da vuelta el reloj de arena y entrás en una etapa de altísimo gasto en salud. Todos los recursos que nosotros usemos en salud, nuestra vida, la mitad los vamos a gastar después de los 65 años de edad. ¿Por qué? Porque vivir más allá de los 65 años demanda enormes inversiones en salud y demanda mucho. Demanda curar enfermedades que antes eran incurables. Por algo antes muy poca gente llegaba a más de 65 años y hoy en día mucha gente lo hace.

Nuestro país tiene una gran deuda en ese sentido, porque cuando la gente cumple 65 años en promedio vivo, tiene una expectativa de vida de 13 años más. En los países más desarrollados son 20 años más. Pensemos que en nuestro país todos los años hay 50.000 abuelos que no están porque no somos Japón. Si tuviésemos el sistema de salud de Japón todos los años tendríamos 50.000 abuelos nuevos. Hay gente que muere antes acá por no llegar, por no tener asistencia sanitaria. En la estadística que quieras, atención del infarto, atención del cáncer, atención, éxito en las cirugías, atención en la vía pública.

Nosotros tenemos un gran desafío por delante porque estamos muy mal y esto, además, se profundiza más en el interior del país, mucho más. Primero que, lamentablemente, cuando uno analiza la serie de tiempo de 40 años, las provincias argentinas que siempre tuvieron más mortalidad siempre son las que tuviero más mortalidad. Todas mejoraron en los últimos 40 años, pero siempre se mantuvo la asimetría que hay provincias de alta mortalidad y provincias de relativamente baja mortalidad. Y eso hay que revertirlo porque vos querés que sea igualitario. Después, que las provincias no van a tener la capacidad ni los recursos para darse toda la salud que necesitan, que el mundo exige por una sencilla razón es una cuestión de escala.

Los sistemas de salud necesitan una inmensa inversión y, sobre todo, inmenso desarrollo de recurso humano. Hay provincias argentinas que nunca hicieron trasplante de médula, que nunca hicieron trasplante de páncreas y eso está mostrando que están muy retrasados en cuanto a los tratamientos. Vos tenés que generar un sistemas de salud con una parte que es la innovación en tecnologías médicas, que Argentina hoy tiene mucho para hacer, tener una otra parte que es la formación de recursos humanos.

Argentina tiene mucho para trabajar, se capacitan muchísimos médicos, se forman muchos médicos, pero no hacen las residencias y muchos se van. Tenemos graves problemas ahí en ese sentido, en calidad. Después, en tercer lugar, vos necesitás organizaciones de salud que son las que realmente prestan la atención en hospitales y ahí vos tenés que recrear una cultura de excelencia profesional que se va a deteriorar si nosotros privatizamos las gestiones, nos deshacemos.

Si no tenemos hospitales nacionales es como que es como querer tener seguridad nacional y no tener Ejército nacional o querer tener seguridad y no tener Policía Federal. Vos tenés que crear el estándar, el paradigma, para que todo vaya hacia el paradigma. Me parece que no va a funcionar.

- ¿Cuáles creés que deberían ser los pasos a seguir?

- No son fáciles y por eso yo creo que, el Gobierno, el mérito enorme que tiene es querer tomar el toro por las astas, o sea, ir a fondo. Se metió a fondo con el financiamiento y a fondo con el tema de la gestión de hospitales. El problema es que las soluciones no son, lamentablemente, soluciones que tengan que ver con el mercado. Normalmente son soluciones que tienen que, O sea, las soluciones de mercado no resuelven los problemas de la atención sanitaria de los países en ningún caso de la historia. La atención de las personas se resuelven con ingeniería, pensando sistemas que tienen que ver más con la vocación profesional, con la vocación médica, con la vocación del enfermero.

Es como querer aplicar criterios de mercado para resolver el problema de los ejércitos de la defensa. No hay manera de que eso vaya a funcionar. De hecho, vos fijate que no funciona nisiquiera para la energía. O sea, vos no podés tener diez compañías de energía que compitan por quién te da la energía en la puerta de tu casa, porque eso no anda. Lo mismo ocurre con la salud. Nosotros tenemos que tener un horizonte moral: "Salud para todos por igual en todo el país". Para eso hay que crear un instrumento de financiamiento, un seguro solidario. Hay que desarrollar el sistema prestador de la salud y eso es organizaciones de salud, léase hospitales, clínicas y consultorios de excelencia.

Eso se hace con un trabajo muy arduo de formación en recursos humanos, que es otro punto. Después todo esto, tiene que estar atravesado por la innovación y la innovación científica. Es algo muy delicado porque es muy complejo de poner en marcha las investigaciones que en clínica médica, son carísimas en farmacología. Ahora nuestro país está a punto de liderazgo para eso, para darnos una idea. Estamos entre los únicos diez países del mundo que produce vacunas. Somos líderes hoy en día, regionales y mundiales. Ya estamos entre jugadores mundiales en en la producción de biosimilares, esos medicamentos muy sofisticados, biológicos, en opciones más económicas. Tenemos algunas instituciones de excelencia como es el Hospital Italiano de Buenos Aires, el Hospital Austral, el Hospital Alemán, para nombrar algunos y después universidades que todavía tienen excelencia regional.

- ¿Cuánto puede tardar reactualizar la formación, la cuestión estructural?

- Lo importante de la meta no es llegar a la meta, porque a veces es inalcanzable, sino ponerse en camino hacia la meta. No es lo mismo que vos estés encaminado hacia un destino de grandeza que si es encaminado a al estancamiento. Entonces, lo primero que hay que proponer son grandes metas y después ponernos en camino hacia la meta. Eso inmediatamente tiene un un efecto, porque automáticamente el sistema adquiere un nuevo liderazgo, una nueva orientación.

Uno siempre dice que el liderazgo es polarizar todos los actores del horizonte hacia un nuevo objetivo. Yo creo que el objetivo acá tiene que ser excelencia profesional, igualdad en salud, sostenibilidad. Hay que ser realistas acá en esto, el gobierno tiene un punto a favor: no tenemos recursos ilimitados.

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