Postales del paro de la CGT: locales abiertos, calles rebalsadas y opiniones encontradas
Miles de ciudadanos particulares y de agrupaciones marcharon a lo largo de la Avenida de Mayo en rechazo al DNU y la ley ómnibus presentada por el Gobierno de Javier Milei.
Bombos, platillos, cánticos, colores y reclamos por parte de miles de ciudadanos y de agrupaciones, coparon el centro porteño este miércoles 24 de enero, en el marco del paro general convocado por la Confederación General de Trabajadores (CGT). Con el fin de manifestar su rechazo por el “Proyecto de Ley de Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos", más conocido como “Ley Ómnibus” de Javier Milei, la central sindical inició la huelga a las 12 horas.
Desde temprano, las calles aledañas a la Avenida de Mayo y al Congreso de la Nación -lugar donde se realizó el acto central- se veían repletas de personas que, poco a poco, se concentraban para mostrar su apoyo al paro general. Las organizaciones sociales y sindicales se sumaron poco antes del mediodía arengando a su paso a los ciudadanos a adherirse a la protesta.
A pesar del comunicado de la Federación de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS), que aseguraba que a partir de las 12 horas los comercios estarían cerrados, exceptuando a los supermercados, la mayoría de los comercios cercanos al Congreso, y de microcentro en general, permaneció abierto con la premisa de que deben trabajar de igual manera para poder hacer frente a la situación económica.
“Siempre trabajé, desde que tengo uso de razón. Para mí no existe la huelga. Tengo la cultura del trabajo”, expresó Gustavo, un canillita de Avenida de Mayo, cuando fue consultado por MDZ acerca de su elección por seguir trabajando en un contexto de paro. Nancy, vendedora de un kiosco de Avenida Pellegrini, también prefirió aprovechar la afluencia de gente de la zona para ganar más ventas. “No, no paramos nosotros. Trabajamos; somos trabajadores”, aseguró. Es más, hubo varios puestos ambulantes de venta de comidas y bebidas en la calle, como puestos de choris y hamburguesas que apoyaban la huelga, pero no perdían la oportunidad de trabajar.
Mirá el video de los comerciantes que no paran
El encargado de un edificio ubicado sobre Bernardo de Irigoyen tampoco paró y argumentó su postura al decir lo siguiente: "Porque me parece que el país necesita que trabajemos, no que hagamos paro. Pasamos cuatro años mal y nadie hizo paro. ¿Por qué lo vamos a hacer ahora?". No obstante, al consultarle sobre los motivos por los que apoya el DNU y la Ley Ómnibus, respondió con desconocimiento: "Sé poco del DNU, más que nada lo que se ha difundido en los canales de televisión, y me parece que en la mayoría de las cosas estoy de acuerdo. Estoy de acuerdo en sacarle la plata a los sindicalistas, que no sirven para nada".
En el mismo sentido, los trabajadores de servicios de transporte como taxis y Uber siguieron prestando sus servicios. Algunos tenían la posibilidad de sumarse a la huelga a partir de las 19 horas. Sin embargo, la mayoría prefirió seguir trabajando. Alejandro, conductor de Uber manifestó su desacuerdo con el corte de calles, pero, asimismo, respeta el derecho que tiene la gente a protestar. "Hoy está muy difícil la calle, está muy difícil todo, así que no podemos parar; no nos podemos dar el lujo de poder parar", argumentó. Por otro lado, un taxista que esperaba poder cruzar la Avenida de Mayo expresó: "Yo soy taxista; nunca hice un paro en mi vida y no lo voy a hacer jamás. Prefiero trabajar todo el día. Y más cuando más trabajo después de las 17:00 de la tarde".
Mirá el video de la Virgen en la marcha
En tanto, las avenidas principales que cortan la Av. de Mayo, como lo es la Av. 9 de Julio, permanecen habilitadas para el tránsito. Para esto, trabaja el personal de tránsito de la Ciudad de Buenos Aires, monitoreando que las personas que se suman al paro general crucen las calles y, posteriormente, permiten a los vehículos avanzar, posibilitando la circulación de todos los ciudadanos. Asimismo, hay una gran presencia de efectivos de la Policía Federal y Prefectura circulando por la zona, con el fin de cumplir con el protocolo “antipiquetes” presentado por el Ministerio de Patricia Bullrich.
En las calles, cientos de personas se iban acercando al Congreso mientras alzaban carteles y banderas con sus reclamos. Una pareja cargaba la Virgen María en brazos, con la esperanza de que "ella los guíe para cuidar a los más necesitados y que ayude a dar marcha atrás con el DNU". Igualmente, los jubilados hicieron una "sentada" cerca de la Avenida de Mayo para protestar por la decadencia del sueldo mínimo para su grupo -que está a $105.713-. En ese sentido, una mujer jubilada defendió su postura al decir: "Ya fui a muchas marchas, Ya tengo 80 y pico de años. A pesar de que está acá sentada, vengo a reclamar por el sueldo de los jubilados. Y, sobre el DNU, no estoy de acuerdo con nada".
Parte de los estudiantes estuvieron representados por el Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales de la UBA, que se movilizaron “por el ajuste que está sufriendo el pueblo, que también afecta a los y las estudiantes”. La presidenta del Centro de Estudiantes explicó las otras razones que motivaron su adhesión al paro: “que las becas PROGRESAR reciban un recorte que, para muchos estudiantes, es un gran sustento para poder mantenerse en la cursada y, también, porque se plantea que no se va a aumentar el presupuesto universitario cuando sabemos que está creciendo la inflación enormemente y los estudiantes nos vemos dejados de lado”.
Mirá el video de las agrupaciones que apoyan el paro
Las agrupaciones políticas, y otras vinculadas con la cultura, medioambiente, salud, género y deporte también se sumaron a la marcha. Néstor, referente de la agrupación DISCA, tuvo varios motivos para adherir al paro: “Estamos adhiriendo a la Jornada Nacional, el rechazo total al DNU y la Ley Ómnibus y al Protocolo represivo. Y, además, queremos mostrar con este gazebo que hay otra forma de protestar y de poner el cuerpo en la lucha; hay otros cuerpos que no pueden estar manteniendo una bandera en alto o cerca de bombos y de mucha contaminación sonora, pero que les gusta participar y expresar la defensa de sus derechos. Además, se rechaza la resolución 2484/23, firmada el 7 de diciembre por la gestión saliente que impone la geolocalización, que es algo re discriminatorio porque obliga a las personas que van a tratamiento y a los prestadores a tener un celular de última gama para poder leer códigos QR y dar por sentada que se hizo la prestación”.
Santiago forma parte de la agrupación Centro Cultural de la Ciencia, que fue creada recientemente pero que sufrió varios despidos. "Recientemente nos quedamos sin trabajo por la financiación que hay en ciencia y tecnología. Marchamos porque sabemos y creemos que para que un país pueda desarrollarse necesita invertir en ciencia, en tecnología, en divulgación y en educación", concluyó el joven.