Entrevista MDZ

Felipe Pigna: "Güemes es una figura ninguneada todavía hoy"

El historiador presentó su libro "Los Güemes y la guerra de los infernales" en Pinamar y Mar del Plata, donde conversó con MDZ.

Federico Bruno
Federico Bruno viernes, 12 de enero de 2024 · 12:02 hs
Felipe Pigna: "Güemes es una figura ninguneada todavía hoy"
Felipe Pigna publicó su libro sobre Güemes y está escribiendo su primera novela Foto: Captura de video

A sala llena y con retransmisión vía streaming, Felipe Pigna abrió el ciclo de conversaciones con escritores "Verano Planeta" con su libro "Los Güemes y la guerra de los infernales", que lo llevó a presentarse en Pinamar y Mar del Plata, donde conversó con MDZ

"Fue una persona que tuvo que sufrir los embates del poder y lo quitaron de todos los panteones", dijo sobre la trascendencia de Martín Miguel de Güemes, e infirió que sigue siendo una figura "ninguneada" en los claustros académicos y la cultura popular argentina. 

En la publicación de 240 páginas, el autor aborda detalles poco conocidos de la vida del prócer nacional como su devoción por la literatura y de qué maneras evitó dejarse retratar, y así ser irreconocible para sus enemigos. "Los retratos son post-mortem y tienen que ver fundamentalmente con testimonios de familiares, de gente que lo conoció", señaló el historiador. 

En carácter de primicia, Pigna reveló que está escribiendo su primera novela -también relacionada con la historia- y que espera sacarla antes de fin de año o a lo sumo al comienzo de 2025. 

Tras sus presentaciones en el ciclo que organiza la Editorial Planeta y Franganillo comunicación, el conductor del recordado ciclo televisivo "Algo habrán hecho por la historia argentina" también hizo una revisión del uso que hizo el Presidente Javier Milei de la figura de Juan Bautista Alberdi para justificar sus ideales libertarios. 

-¿Qué tienen de especial estas charlas de verano?
-Tengo siempre la responsabilidad y el honor de inaugurar el ciclo Verano Planeta. Así que para mí es como el certificado de que comienza el año, venir a Pinamar y acá; presentar mis libros y estar con la gente. Otra cosa hermosa que tiene Mar del Plata, al ser la capital del verano, es tener un público de todo el país, muy variado, y muy interesante.

-¿Se puede leer a "Los Güemes" como una reinvidicación de una figura a la que se la nombró héroe nacional hace menos de 20 años?
-Sí, mucho menos de 20 años, porque en realidad es que su feriado es del 2017, recién, y tuvo una aplicación reciente, a pesar de que incluso hubo debates en torno a esto. Uno podría pensar "cómo vamos a discutir semejante cosa", pero bueno, la verdad es que yo creo que es una figura ninguneada todavía hoy, o por lo menos no valorada lo suficientemente como se merece a una persona realmente fundamental de la historia argentina.

-También hablás de la relación estrecha que tuvo con Belgrano y San Martín, ¿por qué no alcanzó un grado de conocimiento a la altura de esos personajes?

-Bueno, creo que porque fue siempre una persona muy incorrecta, políticamente, muy enemiga del poder, que no transó con los poderes de turno y por lo tanto fue combatido en vida y después de muerto. Fue una persona que tuvo que sufrir los embates del poder y lo quitaron de todos los panteones. No figuraba o en todo caso lo ponían en la categoría de prócer provincial como bajándole el precio, digamos de alguna manera, cuando fue una de las personas fundamentales de la Guerra de Independencia en Argentina.

-¿Y por qué Güemes pasó a la historia como "el padre de los pobres"? 
-Porque en su provincia natal, siendo él una persona de fortuna, y digamos, de la clase alta salteña, tuvo siempre un contacto predilecto para con los pobres, para los sectores sometidos, inclusive con una creación jurídica realmente muy original, el fuero gaucho. Sucedía que los patrones de estancia de Salta, cuando les iniciaban causas a los infernales, a los hombres de Güemes, cuando iban a pelear por abandono de tarea, una cosa increíble. Entonces él se hartó de esta situación y creó un fuero gaucho a la manera del fuero eclesiástico, el fuero militar, tribunales especiales dedicados a proteger a los gauchos. Y esto le valió el cariño, el respeto, el agradecimiento de esa población que encima de estar sometida a socio económicamente, estaba sometida jurídicamente a estos embates de la justicia amañada de aquellos tiempos. Así que hay muchos motivos para decir que Güemes fue el padre de los pobres, básicamente porque así le decían los pobres. Ese mote se lo pusieron los pobres.

-Y pensando en la forma en que son recordados los próceres argentinos, ¿hay estatuas o referencias acordes por ejemplo en Buenos Aires?
-Podemos decir que la estatua de Güemes, que es una copia del monumento que está en Salta, está bastante lejos de los centros de poder. Está ahí, en Pampa y Figueroa Alcorta, bastante alejada. El que no se acerca no sabe qué es ese monumento. Desde lejos no se distingue. Y bueno, sí, hay homenajes en la Capital que pasan un poco desapercibidos. Uno muy lindo y muy hermoso es la Galería Güemes, que fue rescatada por Julio Cortázar en un hermoso cuento donde se pasa de la esa galería a la Galerie Vivienne, de París, y viceversa. Está la calle también pero siempre sus homenajes fueron como de un segundo plano, no de la magnitud que pudieron tener otros próceres. 

-¿Hay un denominador común en Martín Miguel, su hermana, Macacha, y el resto de su familia, en que todos eran grandes lectores?
-Eso es muy interesante porque obviamente esta cosa de cosificar o de identificar a las personas según su aspecto o sus costumbres o sus motes, hacen creer que Güemes era un gaucho y por lo tanto los gauchos no leen o no les importa la literatura. Era una persona muy leída desde muy pequeño, porque su madre se encargó de que él y su hermana tengan una educación por lo menos autodidacta, muy fuerte en la lectura, y esto se traduce mucho en la excelencia de su redacción.

En las cartas podés ver que hay una escritura excelente sin ningún tipo de error ortográfico ni error sintáctico, con citas realmente de palabras complejas o de modos complejos del habla. Estamos en presencia de una persona muy culta, muy leída, muy instruida, que lo podés ver, por ejemplo, en esa hermosa correspondencia que mantuvo con Manuel Belgrano, esas 300 cartas que son maravillosas con reflexiones no solamente de la coyuntura, que era una coyuntura durísima, digamos, de la ausencia de ayudas del poder central, de la guerra permanente con el enemigo, sino también en reflexiones que van un poco más allá de lo inmediato o de cuestiones más filosóficas, más del pensamiento del futuro de la patria, de propuestas políticas.

-¿Cuánto fue de importante Güemes en el cruce de Los Andes?

-San Martín dijo que sin Güemes no hubiese existido el cruce. O sea, le atribuye a Güemes una responsabilidad muy importante en la concreción del cruce, porque fue quien contuvo a esos ejércitos de 4.500, 5.000 hombres que venían de ganarle a Napoleón nada menos. Y que esa genialidad que podemos sintetizar con las palabras de Lugones, "la guerra gaucha", era un dispositivo realmente infranqueable. Vos pensá que entre 1815 y 1821, cuando lo matan a Güemes, estamos hablando de que se frenaron nueve invasiones españolas. Es una cifra escalofriante, realmente.. Y eso hizo que San Martín pudiera preparar tranquilo el cruce, sabiendo que la contención, esos ejércitos que venían sobre todo a atacar Buenos Aires y a contener la experiencia del cruce, pudieran ser frenados a tiempo. 

-Como gran estratega militar, nunca dejó que lo retraten, para ocultarse de los enemigos. 
-Podríamos decir hoy que era una persona de perfil bajo, en sentido de una persona que vivía bastante en la clandestinidad también. Entonces él no quiso que le hagan retratos en vida. No hay ni un solo retrato de Güemes en vida. Los retratos son post-mortem y tienen que ver fundamentalmente con testimonios de familiares, de gente que lo conoció, por aproximación llegamos a una imagen. Él no pasó nunca para un retrato, justamente porque no quería darle a los enemigos su identificación, digamos, de alguna manera. Así que sí, por eso no tenemos un retrato posado de Güemes, que no es el único. Hay muchos próceres y personajes de la historia argentina que no tienen retratos fidedignos, en el sentido de que posaron para un retrato, Mariano Moreno, por ejemplo fue otro.

La portada del último libro de Felipe Pigna - Foto: Editorial Planeta

-¿En la historia argentina hay personajes similares a Güemes?
-Es un personaje único realmente, como también es único San Martín, o Belgrano. Digo que es único por su especificidad, por esta genialidad de la estrategia de de armar un dispositivo de guerra que es estudiado en las principales academias militares del mundo, porque no es solo la guerra de guerrillas, sino todo un dispositivo que incluía una importante acción de inteligencia y contrainteligencia en un territorio gigantesco. Basta pensar el centro sur de Bolivia, la provincia de Jujuy, con su zona selvática de yungas y la zona de quebradas, montes, cerros... Bueno, todo eso que conjuntamente era el gran territorio donde se llevó adelante la experiencia "güemesiana". Fue realmente una epopeya.

-¿Qué planes tenés para 2024?
-Estamos armando con Fernando Martín Peña, que para mí es la persona que más sabe de cine en Argentina, profesor de la ENERC, director de la sección cine del Malba, un muy lindo espectáculo que es un recorrido por la historia argentina a través de películas emblemáticas. Así que estamos preparando eso para el mes de mayo aproximadamente. Y después, bueno, probablemente seguir con mis charlas con Sietecase, la columna en la radio (en radio Con Vos), y otras cosas que van a ir pasando durante el año que todavía no puedo contar, pero que me tienen muy entusiasmado. 

Y con una novedad muy importante para mí, que es la escritura de una novela. Mi primera novela, una ficción que me tiene súper entretenido y entusiasmado que estará para fin de año, así que probablemente la presentemos acá en el Verano Planeta.

-Y con tu trayectoria como historiador y divulgador, ¿cómo tomás las menciones de Javier Milei a Alberdi, por citar un ejemplo?
-Los usos de la historia son peligrosos cuando son fallidos, cuando cuando uno cita personajes de la historia de una manera incorrecta, cuando recorta ese pensamiento para llevar agua para su molino. Me parece que que hay que tener cuidado, sobre todo con gente como Alberdi, que es uno de los más grandes pensadores argentinos, que tuvo muy diferentes momentos. No es el mismo Alberdi el de las bases, que el Alberdi de los póstumos, ¿no?. Tiene una postura muy crítica. Su pensamiento juvenil es una persona que ya se ha puesto del lado del Paraguay en la guerra, que está muy en contra el Mitre de que critica muy fuertemente a la generación del 80 en algunos aspectos. Así que Alberdi es una persona compleja, de un pensamiento muy avanzado, quizá el más inteligente de los pensadores del fin de siglo, junto con Sarmiento. Me parece que son dos de los más grandes pensadores con los que afortunadamente se puede discutir, porque lo que tiene de extraordinario un Sarmiento, un Alberdi, es que uno no tiene por qué acordar con todo lo que piensan, pero han escrito tanto y hecho una obra tan extraordinaria que uno tiene elementos de discusión, es decir, cosas para acordar, cosas para discutir. Con gente que ha producido tanto intelectualmente. Por lo tanto me parece que hay que respetarlos y cuando se los cita citarlos correctamente. Y no usar recortes para una campaña o para alguna cuestión política. No se la merecen, me parece.

-¿No se puede ser igual de liberal que Alberdi en 2024, o de una misma manera?
-Primero tendríamos que ver qué quiere decir liberal, porque Alberdi era un liberal consecuente y un liberal que luchaba por las libertades públicas y por la equidad. Fijate que en las bases hay una insistencia muy fuerte en cuanto a que la libertad o es para todos o no es para nadie. Una república no se puede basar en la libertad para pocos y el sufrimiento de muchos, lo dice claramente. Así que hay que ver qué quiere decir liberal. Liberal no es que cada uno haga lo que quiera, eso jamás lo dijo Alberdi, nunca se le hubiera pasado por la cabeza. Él habla de la responsabilidad y justamente dice él que cuando las personas más alto están en la escala social, más responsabilidad tienen con respecto a sus semejantes y a sus compatriotas.

Es decir, que de ninguna manera el ser rico te exime de responsabilidad ni te da más libertad, o debería no darte más libertad que a los demás. Así que habría que hacer una relectura de Alberdi, del verdadero Alberdi, que es un extraordinario pensador argentino que nos llena de orgullo porque su libro "El crimen de la guerra" fue un muy leído en Europa a fin de siglo XIX y fue usado mucho como argumento por aquellos que se oponían a la guerra del 14, como Jean Jaurès, por ejemplo, que en su último discurso ante el Parlamento francés usa básicamente ese texto y cuando salen lo matan. Es parte del último discurso del gran dirigente socialista. Así que Alberdi es una persona a la que deberíamos cuidar más, me parece. Leer más, por supuesto, y cuidar más también.

Mirá la entrevista completa de Felipe Pigna con MDZ en Mar del Plata

 

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