Presenta:

La primavera de nuestros “Sí”: ¡sí, quiero vivir!

Llegó la primavera y "Arte que motiva", la columna semanal para MDZ, llega a todos nosotros con su estilo particular.
Ilustración de Juan Barros Foto: Juan Barros
Ilustración de Juan Barros Foto: Juan Barros

Disculpe las molestias ocasionadas…
Estamos trabajando por el ¡Sí, puedo!
Arremangados por el ¡Sí, Quiero!

Una flor nace de nuevo cada vez que alguien, de verdad, la mira.

Ilustración de Juan Barros.

Ya no buscamos la primavera en la inocencia, acaso en una vianda de prohibiciones. ¿Y el derecho a la realidad?. ¿O la nostalgia solo es un reclamo?. Un grito. Su corazón de rapsodia: ¡Es lo ideal! -suspiró con alivio-. ¡No hay pasado! El tiempo es un rehén.

Amar lo explica todo. Tal como creemos, el deseo es un modo de creer. No se sabe qué es el tiempo si no lo aceptamos. Lo que idealiza a alguien es que es tan real. El deseo es irremisible. La lucha sigue Seguimos luchando contra el arrebato de lo singular.

¿La libertad es un disfraz?

Entre los que nos hacen creer y lo que nos hacen creer. Entre la primavera que esperamos y la que causamos con nuestras elecciones. ¡Piensa, allí donde Dios te ha plantado, espera! Espera siempre. No te rindas a la noche: recuerda que el primer enemigo a derrotar no está fuera de ti: está dentro. Por lo tanto, no concedas espacio a los pensamientos amargos, oscuros.
No pienses nunca que tu lucha aquí abajo es del todo inútil. Al final de la existencia no nos espera el naufragio: en nosotros palpita una semilla absoluta. Dios no defrauda: si ha puesto una esperanza en nuestros corazones, no quiere destruirla con frustraciones continuas. Todo nace para florecer en una eterna primavera.

Ilustración de Juan Barros.

Dios también nos hizo para florecer. Recuerdo ese diálogo cuando el roble pidió al almendro: "Háblame de Dios". Y el almendro floreció. Donde quiera que estés, ¡construye! Si estás en el suelo, ¡levántate! Nunca te quedes caído, levántate, deja que te ayuden a levantarte. Si estás sentado, ¡ponte en camino! Si el aburrimiento te paraliza, ¡ahuyéntalo con buenas obras! Si te sientes vacío o desmoralizado, pide que el Espíritu Santo llene de nuevo tu nada. Obra la paz en medio de los hombres, y no escuches la voz de quien esparce odio y divisiones.

No escuches esas voces. Los seres humanos, por muy diferentes que sean unos de otros, han sido creados para vivir juntos. Ante
los contrastes, paciencia: un día descubrirás que cada uno es depositario de un trozo de verdad. Ama a las personas. Ámalas una a una. Respeta el camino de todos, sea lineal o dificultoso, porque cada uno tiene su propia historia que contar. Cada uno de nosotros tiene su propia historia que contar. Cada niño que nace es la promesa de una vida que una vez más demuestra ser más fuerte que la muerte.

Todo amor que surge es un poder de transformación que anhela la felicidad. Jesús nos entregó una luz que brilla en las tinieblas: defiéndela, protégela. Esa luz única es la riqueza más grande confiada a tu vida. Y sobre todo, ¡sueña! No tengas miedo de soñar. ¡Sueña! Sueña con un mundo que todavía no se ve, pero que ciertamente vendrá. La esperanza nos lleva a creer en la existencia de una creación que se extiende hasta su cumplimiento definitivo, cuando Dios será todo en todos. Los hombres capaces de imaginar han regalado a la humanidad descubrimientos científicos y tecnológicos. Han surcado los océanos, y pisado tierras que nadie había pisado nunca.

Ilustración de Juan Barros.

Los hombres que han cultivado esperanzas son también los que han vencido la esclavitud, y han traído mejores condiciones de vida a esta tierra. Piensa en esos hombres. Sé responsable de este mundo y de la vida de cada hombre. Piensa que toda injusticia contra un pobre es una herida abierta, y disminuye tu propia dignidad. La vida no cesa con tu existencia, y a este mundo vendrán
otras generaciones que sucederán a la nuestra, y muchas más. Y cada día pide a Dios el don del valor.

Recuerda que Jesús venció al miedo por nosotros. ¡Él venció al miedo! Nuestro enemigo más traicionero no puede contra nuestra fe. Y cuando te encuentres atemorizado frente a algunas dificultades de la vida, recuerda que no vives solo para ti”. Francisco en su audiencia del 20 de septiembre de 2017

Juan Barros, energizante natural. Apto para todo público.