Empoderamiento femenino

Mujeres 5.0: a qué llamamos un cumpleaños introspectivo

A medida que vamos cumpliendo años los festejos se modifican, las ganas de festejar se modifican, la forma, con quienes sí y con quienes no queremos celebrar. El análisis de la Licenciada Daniela Rago, creadora de Mujeres 5.0, en MDZ.

Daniela Rago sábado, 2 de septiembre de 2023 · 11:00 hs
Mujeres 5.0: a qué llamamos un cumpleaños introspectivo
Karina Mazzocco, mujer 5.0. Foto: MDZ

En línea general se espera que estemos muy feliz en nuestro cumpleaños, en nuestra nueva vuelta al sol o como quieran llamarlo. Que los deseos de felicidad se cumplan y sea un día ideal como una pequeña burbuja en el tiempo, que dura 24 hs y luego del zapatito perdido en la escalera (¿se acuerdan de nuestra querida cenicienta?) volveremos renovadas a la vida real. Las Mujeres 5.0 sabemos que no somos una menopausia, que es un momento para realizar nuestros deseos incumplidos, que podemos contemplar y ver la vida desde un lugar más sabio. Somos mujeres que ya sabemos que nos gusta y que no, o por el contrario, que podemos cambiar algunos gustos.

Pero es cierto que la vida cotidiana hay veces que nos supera. El cuidado de nuestros padres, por ejemplo, es un duelo duro de elaborar. Para algunas el nido vacío, para otras los cambios físicos, para otras la ruptura de pareja con lo que eso conlleva después de 25 años juntos (No nos olvidemos que nos hemos casado para siempre y el amor, antes, era hasta que la muerte nos separe). Por suerte la definición de amor ha cambiado y ahora está más unido a la felicidad personal que a un mandato social.

Dicho esto, volvamos al festejo de nuestro cumpleaños. ¿Se han preguntado alguna vez si ese día, justo ese día, tienen ganas de
celebrarlo?. ¿Se han preguntado alguna vez si querían festejarlo o no? ¿Se han preguntado si necesitaban festejarlo? Hace muy poquito cumplí mis 5.6 años y me encontré cansada y con ganas de estar en la cama. No quería nada, absolutamente nada más que dormir, descansar, pensar o no pensar. No ver a nadie. Los mensajes de felicidad me abrumaban ya que pensé que debía contestarlos con la alegría que se infiere que debemos tener en nuestra fecha.

¿Se han preguntado alguna vez si ese día, justo ese día, tienen ganas de celebrarlo? ?????Foto: MDZ.

Lo primero que pensé es en que era egoísta y desagradecida, y encima cómo me permitía estar en la cama cuando debía estar feliz y celebrar. Y ahí vino una la típica lista de lo no hecho que nos perfora la culpa. Unido a las preguntas: ¿cómo, no hiciste nada para tu cumple?, ¿te vas a quedar todo el día encerrada?, dale, te queremos ver hoy y soplar las velitas, etc. Más culpa, más esfuerzo, más idea de una depresión en puerta…o en torta, como mejor lo quieran ver. Pero gracias a los años de festejo, que he disfrutado mucho, me di cuenta que no necesitaba ningún festejo este año.

Quería festejarlo conmigo misma. Necesitaba regalarme espacio para mí, silencio, meditación, crear mi propia burbuja de cumpleaños. Realizar una inminente y profunda introspección. Me di cuenta que en mi festejo, yo era la única invitada, no había velitas ni regalos, pero si momentos, silencios (el mejor obsequio para nosotras mismas) relajar, bajar un cambio, sin culpa ni necesitar estar deprimida para estar en cama. Cuando me di cuenta de esto, cuando le di nombre a mi propio festejo, ahí me dediqué a disfrutar, disfrutarme y disfrutar mi día especial.

Mí día, mí cumple, mí festejo, a solas conmigo misma, siendo muy egoísta y depresiva para otros, pero muy coherente y respetándome profundamente. Mi cuerpo y mi alma me pedían a gritos un descanso y una mirada hacia el interior. El salón del cumple era eso, mi interior, mis sentimientos, mis ganas legítimas de estar conmigo. No estaba deprimida, no estaba con mala onda, estaba creciendo y festejando al fin mi cumpleaños. Para festejarlos con los que me quieren tenemos tiempo. Pero mi
verdadero deseo era tiempo para mí. La palabra introspección me retumbaba en la cabeza, suavecito, no me molestaba, me calmó la culpa de pensar que estaba triste.

Mí día, mí cumple, mí festejo, a solas conmigo misma, siendo muy egoísta y depresiva para otros, pero muy coherente y respetándome profundamente.
Foto: MDZ.

No, era egoísmo, era sabiduría pura y amor hacia mí misma. Respetar mis deseos, festejar a mi manera, celebrar la vida desde dentro hacia fuera. Lo social será en otro momento, están todas invitadas.

Pero qué es la Introspección:

El término introspección habla de prestar atención a nuestros propios procesos internos, es la capacidad del sujeto para centrar y concentrar la atención en las propias percepciones, inquietudes, sensaciones y pensamientos. La introspección, como acto de autoconciencia, nos permite un análisis interno muy profundo, poder reflexionar sobre el proceder, las conductas, los procesos de aprendizaje o sus emociones frente a determinadas circunstancias. En la psicología, la introspección comenzó a ser utilizada como método hacia fines del siglo XIX y principios del siglo XX. Se basaba en estimular el recuerdo y reflexión del paciente con respecto a sus propios procesos de pensamiento y sus desencadenantes.

Daniela Rago y la tapa de su libro.

Esta técnica, desarrollada por Wilhelm Wundt, quien la llamó introspección experimental o auto-observación experimental, intentaba
formar al paciente para que fuera capaz de analizar sus pensamientos de manera sistemática y objetiva. Desde la teoría nos queda claro que un cumpleaños introspectivo 5.0 tiene que ver con un momento de autorreflexión para poder analizar nuestros procesos internos de pensamiento para tomar consciencia sobre sus disparadores, vivencias y conductas reflejas, así como de nuestros
logros o deseos incumplidos, a fin de mejorar en el crecimiento psicológico personal y alcanzar mayor madurez.

Sin quedarnos en una introspección rumiante: la autorrumiación o auto- rumiación, ocurre cuando la persona se obsesiona por pensar en sus errores de manera constante y autodestructiva, lo que le impide ver soluciones y oportunidades hasta quebrar su autoestima. Nos referimos así en no caer en mandatos preestablecidos y no seguir con los deseos de otros. Con el darnos permisos sin culpa, valorizarnos y respetarnos ante todo. Si pudieron permitirse alguna vez cumpleaños 5.0 introspectivo creo que han logrado transitar un nuevo camino, donde el obsequio es a uno mismo, el festejo es con uno mismo y los invitados somos solamente
nosotras.

Las velitas obviamente son la luz que iluminan el proceso de madurez, hacia un nuevo comienzo, un renacer, un nuevo cumpleaños. Y la torta, que sea de super- mousse de chocolate, con dulce de leche… y las dejo solas para que le agreguen los ingredientes necesarios para una celebración diferente.

Felicidades 5.0

Daniela Rago.

* Lic, Daniela Rago, licenciada de Psicopedagogía, RRPP, Creadora de Mujeres 5.0

Twitter: @Mujeres50

Instagram: @DanielaRago4

Archivado en