Opinión

Vacaciones de invierno: ¿y ahora qué hacemos?

Llegan las tan esperadas y ansiadas vacaciones de invierno. ¡Qué necesarias y buenas son si vemos todos los beneficios y oportunidades que nos traen! Algunas ideas para vivirlas en familia, centrándonos en lo importante.

Manuela Caminal sábado, 8 de julio de 2023 · 07:00 hs
Vacaciones de invierno: ¿y ahora qué hacemos?
Llegan las vacaciones invierno y la realidad dice que habrá padres que tendrán que trabajar y otros que podrán tomarse algunos días. Foto: MDZ

Empieza el período de vacaciones invierno. Según la realidad de cada familia, habrá padres que tendrán que seguir trabajando en este tiempo y otros que podrán tomarse algunos días con sus hijos. Independientemente de cada caso, seguramente todos tendremos que coordinar, preparar y pensar mejor estos días donde los chicos estarán más tiempo en casa. Muchas veces como padres ansiamos, al igual que nuestros hijos, estos momentos de vacaciones pero también pasa que la falta de previsión y organización hace que no podamos disfrutarlas como quisiéramos.

Esto nos ocasiona el querer una vez más que vuelvan las clases, sin haber disfrutado y descansado lo suficiente, casi como una especie de círculo agotador que pareciera no terminar jamás y así llegan las frustraciones y desánimos. Sabemos que los cambios implican un poco de desestabilidad, de volver a pensar algunas cosas, de planificar y sobre todo de tener bien puesto el foco para no gastar energías de más y que vayan a un buen destino. A veces la falta de planificación y diálogo familiar hace que las vacaciones se transformen en una permanente demanda de nuestros hijos: los mil pedidos, los programas diarios, el exceso de consumo… y rápidamente caemos en un cansancio y culpa que como adultos nos cuesta gestionar y nos dificulta distinguir lo importante de lo secundario.

Está claro que raramente llegaremos a todo, y está bien que así sea, pero sí podemos intentar llegar a lo importante, esto hará
la diferencia para que sean unas buenas vacaciones. Claramente, las vacaciones son una gran oportunidad para hacer programas diferentes, juntarse con amigos, flexibilizar rutinas, pero no podemos olvidarnos que las vacaciones también están para
descansar y poder retomar mejor la segunda parte del año. Es una buena oportunidad para pasar más tiempo juntos, poner en perspectiva lo alcanzado y logrado en esta mitad del año, visualizar lo que fuimos aprendiendo y qué cosas podemos seguir mejorando, reflexionar y parar un poco la vorágine.

Las vacaciones son una oportunidad para hacer programas diferentes.

En esta época en la que gran parte del tiempo vamos corriendo, es importante no perdernos la oportunidad de darle a nuestros hijos lo que realmente necesitan.

  • Algunas ideas para centrarnos en lo importante

Nuestro hijos necesitan:

  • que los miremos con más calma y detenimiento, sin pantallas de por medio.
  • sentirse escuchados y valorados, dormir un poco más.
  • estar en su casa, jugar con sus hermanos, redescubrir y fortalecer vínculos.
  • tiempo para aburrirse y poder crear, para conectar con lo que les pasa y sienten, para procesar lo aprendido,
  • tiempo para aprender de un modo más pausado y tranquilo, dialogar con un otro, rutinas,
  • a papá y mamá, practicar la autonomía con más calma, del silencio, sentirse capaces y queridos.

Si logramos satisfacer algunas de estas necesidades en este tiempo de vacaciones, podemos decir que ha valido la pena todo el esfuerzo. A veces creemos que lo que necesitan nuestros hijos está en el supermercado, en la casa de un amigo, en el cine, en el teatro, en la nieve, pero todo esto es secundario, la diferencia suele estar en lo simple y cotidiano, en ese tiempo compartido, en ese
sentirse valiosos y queridos, sin dudas estar en casa educa.

  • Estas vacaciones pueden ser una oportunidad para:

Sacar juegos de mesa lápices y crayones, implicar a los chicos en los quehaceres de la casa (poner la mesa, tender camas, ordenar sus cuartos, aprender a doblar su ropa) hacer una salida especial con aquel hijo que lo necesite, ser más creativos: la creatividad surge entre los estados de ansiedad y aburrimiento, brindar espacios libres de tecnología.  Tener una buena conversación, escuchar nuevas canciones, bailar, pedir perdón cuando nos equivocamos y dar gracias por todo lo recibido.

  • Para cerrar, les dejo 3 preguntas que podemos hacernos junto a nuestros hijos en estas vacaciones.
  1. ¿Qué puedo aprender de nuevo? Un juego, un instrumento, alguna habilidad que no estoy fomentando por falta de tiempo.
  2. ¿Cómo puedo ayudar más en casa? ¿en que puedo ayudar a papá y mamá? ¿en qué puedo ayudar a mi hermano? Una ayuda concreta para con los demás.
  3. ¿Qué podemos hacer juntos para que estas vacaciones las disfrutemos todos?

Una mirada de amor y cariño de un padre hacia un hijo hace milagros, en este tiempo de vacaciones detengámonos un poquito a mirar cómo juegan, cómo duermen, cómo se divierten… contemplemos, porque en esto de andar corriendo solemos perder de foco lo importante.

Aprovechemos y carguemos su tanque emocional en estos días, tiene menos costo económico pero puede ser la mejor inversión.
Las vacaciones pueden transformarse en una gran oportunidad para fortalecernos como familia.
¡Felices vacaciones!

Manuela Caminal

*Manuela Caminal es licenciada en psicología y está especializada en orientación a padres y certificada en disciplina positiva. Trabaja en Apdes, colegios de familias, donde desarrolla y coordina los programas de bienvenida y acompañamiento a padres. @apdes.edu.ar

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