Alumnos y docentes no se toman vacaciones: ¿sirve para algo la Escuela de invierno?
Lleva el nombre de Escuela de invierno. Para los más chicos, funciona como una suerte de "colonia de vacaciones" en la que lo recreativo se mezcla con lo pedagógico. Para los más grandes, es la oportunidad de recuperar materias pendientes y evitar rendir previas. Cómo funciona y para que sirve.
"No, no tengo vacaciones porque me anoté en dos materias y curso lunes, miércoles y viernes", dice una alumna de la Escuela Técnica N° 9 D.E.7 Ing. Luis Huergo. Varios de sus compañeros están en la misma situación. Está en 5° año y las materias que tiene pendientes son matemática e inglés de 4°, dos de las que integran el top ten de previas en la Ciudad de Buenos Aires. Su situación se replica en diversas escuelas: más de 4.000 alumnos están cursando -en su escuela o en otra- una o más materias que deben aprobar.
"Más de 18.000 alumnos se inscribieron para participar de Escuela de invierno", celebran las autoridades del Ministerio de Educación porteño. La gran mayoría de los alumnos opta por talleres de arte, expresión, cultura y deporte. Un número menor, aunque en crecimiento, se inscribe para recuperar trayectos por materia, una modalidad que busca complementar y fortalecer trayectorias pedagógicas. "En general es la escuela la que sale a buscar a estos alumnos", explica Lucía Feced Abal, licenciada en Educación y subsecretaria de Coordinación Pedagógica y Equidad Educativa, responsable del programa.
El programa comenzó siendo meramente recreativo. "Se llamaba Vacaciones en la Escuela y era como una colonia, pero por ser de educación tenía una faceta más pedagógica que se fue intensificando", explica Feced. Y cuenta que en pandemia decidieron cambiar el nombre a Escuela de verano y Escuela de invierno (según la temporada) que forman parte de la Red de Fortalecimiento y Acreditación de Aprendizajes.
"No se sacó la parte recreativa, la integración y lo lúdico siguen estando como una manera distinta de aprender, pero se hizo más énfasis en la recuperación de contenidos", detalla y explica que, mientras en primaria lo que se buscó fue apuntalar contenidos que quizás se había perdido durante la pandemia, en secundaria la propuesta tuvo más que ver, desde el principio con la acreditación de materias pendientes. "Pasada la pandemia, vimos que el formato funcionaba bien. Para quienes no tenían contenidos pendientes en primaria, servía para que siguieran aprendiendo y reforzaran contenidos", dice.
En secundaria, explica Feced, la Escuela de invierno/verano llegó para ocupar un espacio que no estaba tan desarrollado y que tiene que ver con que los alumnos tengan la oportunidad de realizar un trayecto pedagógico en las materias pendientes y no sólo estudiar por su cuenta para ir a rendirlas. "Muchos de los chicos deben materias de años anteriores y les cuesta estudiar solos si tienen que rendir, por ejemplo, matemática de 2° estando en cuarto o historia de 3° cuando ya están en quinto", comenta y agrega: "Entonces los trayectos se armaron junto con el equipo de currículum del ministerio que es el que arma los planes de estudio y se diseñaron trayectos de 10 encuentros en los cuales se revisan los temas principales y los chicos pueden ver con un docente de qué se trata cada tema. Además de eso, van haciendo trabajos prácticos y evaluaciones durante el trayecto".
Para qué sirve la Escuela de invierno
"Es una instancia muy aprovechada, tenemos cada vez más chicos que se anotan", afirma Feced, consciente de que la difusión de este programa parte muchas veces desde las escuelas, preocupadas por la cantidad de materias pendientes que tienen los alumnos y el fuerte impacto que esto tiene en la terminalidad escolar.
Aclara que si bien cursar una materia en la Escuela de invierno no significa necesariamente que el alumno va a aprobarla, al ser un trayecto pedagógico, los alumnos tienen más chances de aprender y acreditar los conocimientos. "Y cada vez son más los que finalizan el trayecto", señala Feced.
La terminalidad en la escuela secundaria es una de las grandes preocupaciones para los expertos en educación. Y una de las variables que más afectan a la terminalidad en la Ciudad de Buenos Aires son las materias pendientes. Por eso revisar los trayectos pedagógicos y las instancias de acreditación se convirtió en una prioridad. "Necesitamos mejorar la tasa de egreso que tiene que ver no sólo con que los chicos lleguen al final, sino con aquellos que completan todas las materias que deben y se obtienen su título", explica Feced.
Y, en este sentido, la Escuela de invierno facilita a los chicos la realización de un trayecto pedagógico en el que, como explican desde el ministerio, "hay un acompañamiento, una instancia que ayuda a estudiar y en la que los alumnos aprenden" y, en ese sentido, "es superador a la mesa de examen porque en este camino los chicos aprenden realmente y no sólo de preparan para rendir una materia", enfatiza Feced.
Si bien los trayectos que se cursan en la Escuela de invierno focalizan en aspectos fundamentales de la materia y esto puede dar la sensación de que la materia es más corta, "pero siempre intentamos que la materia no se banalice, que esto no sea 'lo fácil'. Pero en el secundario el conocimiento se basa en el conocimiento anterior. Puede pasar que un alumno tenga pendiente matemática de segundo y a lo largo de tercer año logre aprender eso, pero siga teniendo previa la anterior", explica la subsecretaria de Coordinación Pedagógica y Equidad Educativa.
"Esta Escuela de invierno la focalizamos en los alumnos de quinto año. El mensaje es: 'No te quedes con pendientes'. Algunos vienen para rendir materias pendientes y otros vienen para cursar materias que están cursando ahora para reforzar los contenidos. No van a acreditar nada, sino que van a encarar mejor la segunda mitad del año", comenta Feced. Y habla de la campaña que se hace desde el ministerio y desde las escuelas para ofrecer a los alumnos que ya terminaron la escuela esta posibilidad de acreditar las materias y puedan obtener el título del secundario.
La tasa de terminalidad, que venía en ascenso, comenzó a amesetarse en los últimos años. Sin embargo, Feced prefiere ser cauta ya que hay muchos factores a tener en cuenta. "Todavía es pronto para medir porque es un dato que tarda en consolidarse, porque se hace efectivo el trámite de certificación del título, que es un proceso con varias etapas de certificación", explica.
El rol de los docentes en la acreditación de materias pendientes
Para poner en marcha la Escuela de invierno, el Gobierno contrata docentes que, a su vez, son los mismos que durante el ciclo lectivo están al frente del aula. "Nuestra garantía de calidad es que los profesores de los trayectos son docentes de las escuelas", insiste Lucía Feced Abal. Se los contrata específicamente para estos trayectos. Y suelen ser docentes que se preocupan por acompañar el proceso de aprendizaje de los alumnos, por lo que ponen especial énfasis en su trabajo durante este trayecto pedagógico.
Por otra parte, puesto que en el marco de la Escuela de invierno no se ofrecen todas las materias en todas las escuelas, los alumnos tienen la oportunidad de cursar con otros profesores y que, en caso de acreditar la materia, esta información sea transmitida en forma automática a su escuela.
"Esto tuvo un componente que tiene que ver con la contratación de profesores de la escuela", repite Feced dando cuenta de una de las razones por las cuales este programa tiene alta aceptación en el ecosistema escolar. "Hay otras dos cuestiones que ayudan: el programa 'Vacaciones en la Escuela' ya existía y también había iniciativas de programas de acompañamiento. Tomamos lo que había y trabajamos sobre eso", explicita y agrega que luego Nación trabajó en la misma línea y muchas provincias empezaron a poner en marcha estrategias para promover la terminalidad.