Los detalles de una tradición mendocina que perdura a través del tiempo
Este feriado rememora una creencia popular que dice que, si ese día se trabaja, en la provincia tiembla. Y no es para menos, ya que dicha conmemoración se remonta a 1561, tras la fundación de la ciudad cuando con el fin de saciar las almas de los feligreses, se designó un santo que debía proteger y guiar los destinos de la ciudad, y porque no, de la población toda.
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Santo Patrono Santiago, de tanta relevancia en la cultura popular de la provincia (aun hoy se llevan a cabo procesiones que parten de la Iglesia de San Nicolás ubicada en peatonal Sarmiento); sin embargo; no fue el primer santo asignado. En el acta fundacional del 22 de febrero de 1561, se puede ver que el fundador de Mendoza, Don Pedro del Castillo, decidió consagrar la ciudad bajo la advocación de San Pedro, y en algún momento, difícil de precisar, se produjo el cambio por la advocación a Santo Patrono Santiago, como Patrón y abogado de la Ciudad.
La costumbre de la procesión se halla registrada en las actas del Cabildo desde principios del siglo XVII, aunque en ese momento la procesión tenía lugar en la víspera de la festividad de Santiago Apóstol. Hubo cambios, también, en cuanto a la imagen venerada, ya que existen dos, una venerada durante 400 años; es la del Santiago “Matamoros”, en la cual se puede apreciar a Santiago portando una espada, montado sobre un caballo y aplastando a dos moros, que apareció en España en el marco de la lucha contra los musulmanes en el año 844; y la imagen que reemplazó a ésta en el 2001,que muestra un aspecto más evangelizador, evocando su labor de predicador en las lejanas tierras de Judea y Samaria como evangelizador de España, cuya iglesia primitiva organizó.
Ambas imágenes se encuentran, al día de hoy, en la parroquia de la peatonal Sarmiento, aunque la que preside el altar es la última. Asimismo, ese mismo día se suele celebrar, en el Hipódromo, la realización del premio Clásico Santo Patrono Santiago, que suele convocar a una gran multitud fanática del turf. Podemos ver, así como las actuales prácticas culturales encuentran su origen y su razón de ser en el pasado, dando cuenta de la importancia de preservar lo propio, vale decir, nuestra identidad.
*María Ámali Mashad y Pablo Andrés Escribano son Profesores de Historia, egresados de la FFyL de la UNCuyo.

