Las razones por las que fue operado nuevamente el papa Francisco

El papado de Francisco, además de sus homilías, encíclicas y viajes apostólicos, está marcado por una gran cantidad de ingresos al quirófano. Tanto sea por intervenciones en su abdomen o por problemas en sus rodillas, la noticia de una internación del Santo Padre sucede periódicamente. En este caso la intervención que se le realizó fue por una posible obstrucción intestinal, la misma fue exitosa y desde el Vaticano ya confirmaron que se encuentra estable y lúcido.

Con 86 años, Francisco ingresó al Hospital Gemelli de Roma para ser intervenido quirúrgicamente. Aunque pueda tener los mejores profesionales de la salud a su servicio, una operación a una persona de edad avanzada, siempre se vuelve de alto riesgo. La decisión de esta intervención llegó luego de unos chequeos previamente pactados a poco menos de dos meses de la Jornada Mundial de la Juventud que se llevará adelante en Lisboa a principios de agosto. Hasta el momento, su agenda se encuentra suspendida hasta el domingo 18 de junio.

En esta ocasión, el papa Francisco fue sometido a una laparotomía y a una cirugía plástica abdominal con prótesis. Básicamente una incisión sobre la pared del abdomen para abrir, explorar y examinar la zona. Con eso, tratar los problemas que pudieran hallarse. Este procedimiento fue necesario porque el Santo Padre sufre una hernia incisional incarcerada, lo que le provoca síndromes suboclusivos recurrentes y un dolor que puede empeorar con el tiempo. En palabras más simples, tiene una obstrucción intestinal parcial.

La historia clínica del papa Francisco

La intervención de urgencia se debió a que el papa Francisco ya ha tenido cuadros riesgosos en cuanto a su salud intestinal. En 2021, el Santo Padre ya había sido intervenido por un problema de divertículos que significó la extirpación de parte de su intestino grueso. De la cual pudo salir airoso, pero mantuvo en vilo al mundo entero.

Las operaciones no llegaron luego de tomar la posta en la conducción de la Iglesia Católica tras la renuncia de Benedicto XVI en 2013, sino que a sus 21 debió someterse a la extracción del lóbulo superior del pulmón derecho por un derrame pleural bilateral. También en su juventud, siendo provincial de los jesuitas, tuvo una intervención por problemas vesiculares, de a que se recuperó sin problemas.

En 2019, ya como obispo de Roma, tuvo una sencilla operación de cataratas que se le practicó en la Clínica Pío XI, noticia que apenas trascendió, para evitar preocupación entre los fieles. Luego llegó la operación de 2021 por el cuadro de divertículos, que aún le ocasiona problemas y mereció una nueva intervención. A esto se le suman problemas ciáticos en una de sus rodillas, la cual requiere una operación pero el mismo papa Francisco ha eludido realizársela en varias oportunidades.