El Vaticano creó un fondo para asistir a víctimas de abusos sexuales

El catolicismo atraviesa tiempos de cambio que asustan incluso a los propios miembros de esa comunidad religiosa. Desde 2014, cuando Francisco creó una comisión dedicada específicamente a investigar casos de abuso sexual dentro de institutos de la propia organización de la Iglesia, busca erradicar un problema interno que parece no tener fin. Ahora, en línea con la creación de esa comisión que, desde 2022, tiene carácter constitucional, el Vaticano creó un fondo para la asistencia de víctimas de abusos por miembros del clero y religiosos en países pobres.

El anuncio fue mediante un comunicado donde la Iglesia informó: "En línea con la orientación del papa Francisco sobre cómo abordar las desigualdades por protección dentro de la Iglesia, la Comisión ha creado un Fondo compuesto por contribuciones de las Conferencias Episcopales para proporcionar programas para el desarrollo de capacidades con el fin de garantizar un mayor acceso a la formación y la asistencia para víctimas, sus familias y comunidades en las partes más pobres del mundo".

Este nuevo fondo que creó Francisco se debatió este viernes 5 de mayo entre el sumo pontífice y los miembros que forman parte de la comisión antipedofilia. El mismo, se regirá mediante un protocolo que protege y regula el destino de los fondos que se donen a la Iglesia. Para poner a prueba este formato de asistencia a las víctimas de abuso sexual, el Vaticano ya anunció la creación de un primer programa de colaboración bilateral entre la máxima institución católica y la Iglesia de Ruanda.

El presidente de la comisión, el cardenal americano Sean O'Malley, señaló: "El Santo Padre nos ha pedido mucho y todos estamos comprometidos a hacer que suceda". Ahora, como parte de esta lucha interna que encara la Iglesia, se espera la publicación de un informe anual sobre la situación de casos de pederastas dentro de la institución y que se actualice un compendio, divulgado en 2022, sobre la lucha contra los casos de abuso sexual puertas adentro.

La investigación y las disputas internas

Uno de los grandes problemas que enfrenta la Iglesia para luchas contra estos casos dentro de la institución son las disputas internas y una obsesión malsana por "cuidar la imagen", en lugar de mostrar una mayor transparencia para mejorar esa imagen tan valorada. En Argentina, particularmente, pudo verse con el caso del padre Grassi, donde miembros del clero lo defendieron, mientras que otros optaron por ponerse del lado de quienes sufrieron de abuso sexual.

Aunque ese caso es el que permanece en estado latente en la memoria colectiva, vale también señalar las perversiones cometidas en el Instituto del Próvolo, done aún la Iglesia no se ha puesto a investigar profundamente lo ocurrido. Tanto así que el mismo exarzobispo de Mendoza, Carlos María Franzini, señaló que iniciarlas supondría “un serio riesgo de reclamos de indemnizaciones civiles por el solo hecho de realizar las investigaciones”.

Estos inconvenientes que se soportan desde los fieles, religiosos y clérigos de buena fe que anhelan una institución al modelo de sus dogmas, generan rispideces internas que poco tienen que ver con lo que pretenden sus ideas. Al otro lado de esa grieta interna, las investigaciones exhaustivas se analizan como algo que pudiera dañar a la institución y, a veces, se basa en intereses mezquinos que poco ayudan a la reestructuración que atraviesa la Iglesia desde el Vaticano y a niveles nacionales.

Por esas disputas internas, que se replican en todas las iglesias nacionales, este fondo deberá contar con un fuerte seguimiento, además de la colaboración comprometida y sensata de las instituciones locales. Así, con mayores investigaciones internas y un acercamiento a las víctimas de abuso sexual para su protección, el fondo podrá lograr su cometido.