Cinco errores muy comunes que pueden dejarte sin la ciudadanía italiana

En los últimos años, fruto de la crisis social y económica, se ha registrado un aumento en el número de argentinos que buscan obtener la ciudadanía europea con el objeto de buscar una salida alternativa a la difícil situación que atraviesa la Argentina.

Según datos del consulado italiano en Buenos Aires, el número de solicitudes de ciudadanía italiana por parte de argentinos -la segunda nacionalidad más gestionada después de la española- ha aumentado significativamente desde 2020. Esta tendencia se debe en gran parte a la ley de la ciudadanía italiana por descendencia, que permite a los descendientes de italianos obtener la ciudadanía italiana.

Pero a medida que aumenta la demanda de ciudadanía italiana entre los argentinos, también ha aumentado el tiempo de espera para obtenerla. Actualmente, el proceso puede tomar varios años debido a la gran cantidad de solicitudes y al proceso de verificación de documentos, además del colapso de las distintas sedes consulares.

Sin embargo, para muchos argentinos, el tiempo y el esfuerzo que requiere el proceso de obtención de la ciudadanía italiana vale la pena para obtener los beneficios que conlleva. Por eso es importante, al momento de obtener el turno para iniciar el trámite, no descuidar ninguno de los pasos que se exigen.

Estos son los errores en la documentación más comunes que se presentan al momento de tramitar la ciudadanía:

• Errores en las partidas o actas. Es el error por excelencia y es a causa de que muchas veces no revisamos bien las actas que tenemos. Hay que revisar que el nombre de la persona no tenga variaciones en ningún acta. Era muy común que el nombre sufriera algún cambio al momento de la creación de la misma, para facilitar su pronunciación en español. Además, hay que verificar que no haya cambios o variaciones en fechas y horarios. Para asegurarnos, es necesario que nos informemos de como procede cada consulado en particular, ya que algunos solicitan la rectificación de las mismas y en otros no es necesario.
• Falta de documentación requerida. Si tenemos un familiar que abrió un expediente y obtuvo la ciudadanía y si nos corresponde el mismo consulado, podemos “sumarnos” a la misma carpeta. Pero, esto no quiere decir que solo tenemos que sacar turno y presentarnos. Hay cierta documentación para la ciudadanía italiana que hay que debemos llevar con nosotros, ya que esta entidad, por ejemplo, no contará con nuestros datos. 

• Desconocimiento de los requisitos. Presentar los documentos sin la “copia fiel” de los que están en el Registro Civil o la traducción de los documentos y partidas argentinas con su respectiva legalización. Tenemos que tener en cuenta que no sirven, a priori, las copias legalizadas por escribano, pues no son documentos auténticos, sino autenticados. De todas formas, tené en cuenta que ¡Las italianas ya vienen legalizadas de Italia!
• Pedir el pasaporte antes de ser italiano. No es lo mismo hacer el trámite para el reconocimiento de la ciudadanía que sacar el pasaporte. Y que, para este último, es condición indispensable previamente ser ciudadano italiano, no antes ni a la par. 
• Fraude de documentos. Si no conseguimos alguno de los documentos necesarios, nunca debemos falsificarlos o copiarlos. Luego de presentarlos al consulado, este coteja que cada una de las actas y/o partidas provenga del lugar que dice provenir. Esto quiere decir que, se comunica con cada una de las entidades consultadas para confirmar la veracidad de los archivos entregados. Si se encuentra algún fraude en los mismos, es muy posible que además de que se nos bloquee el expediente, corramos el riesgo de ser denunciados penalmente.