Mundial Sub 20 en Mendoza: la fiesta de Israel fue completa

Israel venció a 1-0 a Uzbekistán en Mendoza y avanzó a los cuartos de final del Mundial Sub 20. El estadio Malvinas Argentinas fue el escenario para que más de 10 mil hinchas le pusieran todo el color a la última de jornada de esta competencia en la provincia. Y los que más se sintieron fueron los simpatizantes de Israel.

Más allá de que los bombos y redoblantes de los uzbekos hicieron más ruido, el seleccionado vencedor fue el que contó con más público dada la llegada de cientos de israelíes a Mendoza y, aún más, del apoyo de numerosos integrantes de la comunidad judía en la provincia.

Por eso, MDZ recorrió las gradas del recinto mendocino para vivir a pleno el último cotejo del Mundial Sub 20 en Mendoza.

Directo de Israel a Argentina

Cientos de israelíes vinieron hasta nuestro país para acompañar a su selección en el Mundial Sub 20. Entre ellos se encontraba Ami, un oriundo de Tel Aviv que es abuelo del defensor Elyam Kancepolsky. “La gente es muy amable y el estadio es muy lindo”, destacó.

Este torneo iba a disputarse en Indonesia, pero dicho país se negó a albergarlo si Israel lo jugaba, y por eso la FIFA le cedió la sede a Argentina. Ante esta situación, Ami apeló a la unión: “Ellos son musulmanes, nosotros judíos, y amamos a todos los países; no importa si son cristianos, musulmanes; todo el mundo debería llevarse bien, sin importar la religión”.

Siguiendo con el recorrido por las gradas del Malvinas Argentinas, otro de los turistas israelíes llamado Ariel dijo que le gustó tanto la provincia y su gente que “si no viviera en Israel, viviría en Mendoza”.

También se refirió a la polémica con Indonesia y siguió la misma línea conciliadora de su coterráneo: “Creo que todos debemos respetarnos entre nosotros”.

“Vine a ver a Israel como en el partido contra Japón, que fue fantástico porque el equipo jugó con el corazón; realmente creo que Israel va a jugar la final contra Argentina y la va aganar”, sentenció muy confiado.

Argentinos e israelíes unidos por el credo

Las butacas no solo estuvieron ocupadas por visitantes de Israel, sino por argentinos y mendocinos cuya religión es el judaísmo. Uno de ellos es Uriel Lapidus, quien tiene una particular historia: nació en Buenos Aires, vivió muchos años en Nueva York donde se recibió de rabino y hace 16 años está oficiando en Mendoza.

“Hemos recibido a los israelíes como hermanos que vienen de lejos y que uno no los ve hace mucho. Es una gran alegría verlos aquí, con esa alegría y con ese entusiasmo”, dijo mientras sus hijos Moshe y Estherna jugaban entre ellos.

 

También aprovechó que hace unos días Israel jugó contra Japón en Mendoza y destacó el rol del equipo: “No veo mucho fútbol, pero me ha gustado como juegan ellos y además he conocido al grupo y son muy buenos chicos jovencitos; y sé que entre ellos se llevan bien. Hay mucho de lo que aprender”.

No fue ajeno a la problemática ente Indonesia e Israel y ponderó que Argentina haya sido elegida como sede: “Agradezco que hayan movido el mundial hacia acá, al margen del motivo que no fue tan positivo. Eso habla bien de nosotros, los argentinos. Es bueno ver cómo se respetan todos por igual y se le da a todos el aprecio que se merecen”.

“La provincia es muy linda en todo sentido. Desde mi perspectiva, hay respeto mutuo de todos hacia todos. Estoy orgulloso de que mis hijos hayan nacido aquí y sean mendocinos”, concluyó.

Por otro lado se encontraban Fernando y Mariana, una pareja que también tiene una historia muy peculiar: él es de Buenos Aires y ella de Santiago del Estero, y ambos se conocieron en esta última provincia gracias al básquet ya que él se mudó allí para jugar.

Se enamoraron, Mariana adoptó la religión de Fernando y por trabajo han vivido en Santa Cruz, en Neuquén y actualmente están en Mendoza porque tienen una empresa que exporta carbón a Chile. “Tengo amigos en el club Macabi, pero ya estoy grande para seguir jugando”, añadió entre risas.

 

“Me encanta tener a israelíes acá porque me da la posibilidad de intercambiar algunas palabras en hebreo y sentirnos cerca de Israel. He ido varias veces por turismo, estuve ahí viviendo un tiempo y fuimos juntos hace poco para que ella conociera”, recordó Fernando con mucha alegría.

Así como Ulises, optaron por hacer énfasis en la tolerancia: “Todo el conflicto que hubo entre Indonesia e Israel debería quedar afuera. Estamos sentados al lado de los muchachos de Uzbekistán, compartiendo y disfrutando juntos. Más allá de opiniones para un lado o para el otro, la verdad que no tiene mucho sentido”.

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