Crisis

El secreto de las ferias persas para tener precios bajos

Con la inflación creció el interés de los mendocinos por acercarse a las ferias populares. Las claves para comprender este boom que sigue creciendo en el interior de la provincia.

Anabel González Ocáterli
Anabel González Ocáterli martes, 30 de mayo de 2023 · 09:04 hs
El secreto de las ferias persas para tener precios bajos
La ferias se convirtieron en una alternativa en época de crisis Foto: Maximiliano Ríos/MDZ

En los últimos meses han crecido las ferias de los domingo en Rodeo del Medio, como las de Ugarteche. Personas de todo el Gran Mendoza llegan para ganar un dinero extra que les permita sobrevivir ante la inflación. Allí estiran sus ingresos con precios bajos en una variedad de productos que sorprende.

El comercio no registrado, la colaboración del grupo familiar en el emprendimiento y los alquileres bajos también colaboran en acercar precios accesibles.

Remarcar poco y conseguir proveedores económicos es una habilidad de los comerciantes bolivianos, transmitida en una comunidad ya mestiza. El regateo es moneda corriente y la forma de pago es casi siempre el dinero en efectivo.

Mercadería surtido
Aunque no hay chilenos, el aceite de girasol se vuela.

Zona de persas

Desde las ocho, el tránsito en Rodeo del Medio avanza a paso de hombre. Así se mantiene hasta pasado el mediodía. Los colectivos llegan repletos, tanto desde la Terminal de Mendoza como desde San Martín. Las playas de estacionamiento repletas, donde se destacan las trafics y micros de doble piso.

Como en las ferias de Ugarteche, de El Algarrobal y otros puntos del interior de la provincia, esta forma de comercio se expande cuando los bolsillos aprietan. En los últimos meses de alta inflación se ha intensificado la afluencia de personas que llegan para comprar, y también vender, a precios bajos.

Sobre Ruta Provincial 50, entre calle Necochea y Nicolás Serpa, se ubica el tradicional Aivilob (Bolivia, al revés). Este persa, que funciona desde principios de los ‘90 en un galpón cerrado, tiene el tamaño de los persas grandes de la Ciudad de Mendoza.

Pero los días domingo se extiende al lado, en un espacio abierto, la Feria Persa Esperanza. En total cubren el espacio equivalente a tres cuadras enteras. Se ofrecen verduras, frutas, granos, especies, ropa, calzado, artículos de limpieza, cosmética, electrodomésticos y otros. También hay comida y bebidas para consumir allí mismo, a precios populares.

Quien haya tenido la oportunidad de conocer Bolivia verá que la disposición de esa feria es igual a las que funcionan en la entrada de las grandes ciudades del Altiplano. La bandera roja, amarilla y verde; el aroma de las comidas típicas; la música y la costumbre del regateo transportan a un mundo de nostalgia para quienes llevan años trabajando en Mendoza, lejos de su tierra.

Feria de El Alto, en La Paz
Feria de El Alto, en La Paz, Bolivia / Gentileza: El Alto

Persa Serpa

Desde la Ruta 50, a 10 minutos caminando o 10 minutos en vehículo (por la densidad del tráfico) funciona la Feria Serpa. Aunque en la zona es conocida como “feria del usado”, lo cierto es que allí también se consigue de todo.

Un poni adornado
Una foto impresa arriba del poni, sale $800. Viene de Buenos Aires, con papeles, aclara el dueño del animal.

El nombre Serpa es un anagrama de la palabra persa. Solo casualidad, porque su origen viene de la calle donde se ubica: la Nicolás Serpa. 

Lo particular de esta feria son las dimensiones. El espacio de venta equivale a una Plaza Independencia y tres cuadras más. Y adelante hay otra Plaza Independencia más, solo de estacionamiento.

Allí los feriantes entran en vehículo y estacionan dentro del mismo espacio de venta que alquilan. Pagan $2.500 por domingo o $2.000 si reservan por adelantado el mes.

El año de pandemia no hubo persa y la pasaron mal.

Desde hace unos meses esta feria, que ha ido creciendo en dimensión e infraestructura, funciona a tope. De los 700 puestos que tiene, quizás la mitad comercializa productos usados. Muchos de los vendedores van allí cada domingo para obtener ingresos extras y de paso se llevan lo que necesitan, a precios realmente bajos.

Historias de feriantes

Paula llega bien temprano desde Colonia Segovia. Desde antes de la pandemia llegan temprano con su marido e instalan cada domingo su puesto de bazar. Ella asegura que ahora viene mucha más gente que antes”. 

“Desde hace dos meses atrás dijimos ‘¿qué pasó acá?’ Es increíble las colas de autos para entrar. Viene gente que no está mal (económicamente) pero que antes regalaba la ropa y ahora la traen para vender”, observa la vendedora y le pasa el precio de una manguera a un muchacho que pregunta.

Gabriela y Mauricio, por ejemplo, empezaron a feriar el último verano. Entre semana ambos trabajan en una cadena grande de supermercados, él en stock y ella en las cajas. De allí consiguen mercadería de oferta y le sacan una diferencia, madrugando cada domingo para conseguir un buen lugar en la Serpa. Llevan comestibles no perecederos, además de cafeteras eléctricas y pequeños electrodomésticos sin uso. El aceite y las gaseosas frescas se les van de las manos rapidísimo. A veces han notado que otros puesteros revenden lo que le compran a ellos.

“La gente regatea bastante, pero nosotros traemos cosas muy baratas. Se mantiene el precio y lo llevan igual”, dice Mauricio.

Casi un trueque

Después de la feria se va al hospital, donde también trabaja.

Aunque algunos puestos del persa reciben dinero por billetera virtual, la mayor parte de los intercambios se concreta en efectivo. Y ese mismo dinero rueda dentro de la inmensa feria, en una especie de trueque, porque de allí nadie se va con las manos vacías.

“Hoy conseguí un paquete de La Lechera a $1.400 cuando en el súper está a $2.000”, cuenta una mujer que prefirió reservar su nombre. Ella vende prensas usadas, en muy buen estado, ordenadas sobre un mesón, en dos grandes percheros y también encima de su vehículo.

Entre semana trabaja de enfermera. “Durante la pandemia éramos héroes pero ahora no se acuerdan de nosotros. Ganamos muy poco, tenemos que hacer otra cosa para sobrevivir”, dice.

En frutas y verduras hay surtido, calidad y precio.

Con el mismo dinero que ella consigue vendiendo pantalones a $500, se acerca al sector de frutas y verduras y lleva lo que necesita su familia para la semana, a precios de mercado mayorista.

Ocurre que el área de verdulería en la Serpa está regenteada por las mismas puesteras que trabajan en la Feria de la Bombal, el resto de la semana. En el mismo Rodeo del Medio, sobre Calle Don Bosco abre lunes, miércoles y viernes a la mañana y los sábados todo el día.

En medio de las verduleras de la Serpa, la excepción es Sonia, originaria de Sucre, Bolivia. Ella tiene una verdulería en el centro de Luján de Cuyo. Va a la Serpa todos los domingos para sacar un extra. Con ese mismo dinero se lleva mercadería al por mayor que le acercan chacareros de la zona.

Algunos puesteros trabajan entre semana en los persas de Mendoza.

El origen de lo usado

Existe una desconfianza sobre el origen de los productos usados que se ofrecen en la Serpa. Desde herramientas hasta muebles, celulares y electrodomésticos. Sin embargo detrás de esos puestos muchas veces hay historias de necesidad.

Los últimos puestos de la Serpa son como el Marketplace de Facebook. Teresa y su marido, por ejemplo, están planeando volverse a su Perú natal. Necesitan juntar los dólares para comprar los pasajes. Por eso el domingo cargaron todo a un taxi flet y en la feria del usado pusieron a la venta cocina, lavarropas, sillas, un ropero, además de ropa, calzado y utensillos de cocina.

Hay quienes dudan sobre el origen de la mercadería usada.

Otro caso es el de Florencia. Llegó con varias bolsas de ropa de marca, de ella y de su hija, con el objetivo de juntar plata para comprar una campera nueva que la niña necesita. Fue a la feria Serpa con una amiga y vendieron menos de lo que esperaban, a precios muy bajos. Pero sacaron para pagar puesto y ambas se volvieron a casa con un dinero extra en las billeteras.

El patio de comidas se parece a los que hay en Bolivia.

 

 

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