Historias de emprendedores que aprovechan los tesoros que hay en la basura

Un psicólogo famoso dijo que el ser humano esconde una parte suya, porque la cree desagradable, pero si se conociera sabría que allí está su oro. Del mismo modo, en la basura que descartamos y enterramos hay quienes encontraron oro (incluso literalmente) lo aprovechan y hasta están exportándolo desde Mendoza.

Hoy, en el día mundial del reciclaje, un repaso por las historias de las personas que encontraron tesoros en lo que otros desperdician.

Cámaras de camiones que son carteras eternas

Mailén Palacio creó Botatabu a partir de eso que para el resto de los mortales suele ser basura.  En su adolescencia, en un viaje a España la artista visual conoció a un mexicano que le mostró como trabajar el caucho de cámaras de bicicletas y motos. Más adelante, en su taller empezó a experimentar con el material. “Trabajo el caucho a mano y el énfasis que quise poner es la durabilidad, por eso está cocido muy reforzado para que se la banque”.

Ahora hace estuches, mochilas, alforjas para bicicleta y moto con todo el caucho que encuentra. Y con jeans y gabardina recicladas hace jardineras, faldas, camisas. Se centra en generar indumentaria todo terreno, para evitar el consumo.

Lo que hace Botatabu suele llamarse suprareciclaje (o upcycling en inglés), porque se trata de un reciclaje creativo, con diseños que siempre son diferentes porque se adaptan al material disponible. 

La gente suele acercarle material a la Vida Feria (que funciona en el Parque Central de la Ciudad de Mendoza, los sábados).

Además de ella, en esa misma feria ecológica otras mujeres ofrecen intervenciones de diseño en ropa usada, riñoneras y demás objetos con eso que para otros son trapos viejos.

Las telas, el mayor contaminante

Se sabe que la textil es una de las industrias que genera mayor contaminación ambiental en el planeta. Si alguien no quería verlo, el año pasado la cantidad de “desperdicio” que esta produce fue noticia mundial por un hallazgo en Atacama, Chile.  

Esas son montañas de oro para cualquiera de las recicladoras mendocinas. Aunque no quiere aparecer en los medios, una de las pioneras es Ana Porras, pero hay muchas más que en sus talleres producen a diario a partir de ropa en desuso.

Otra emprendedora es Virginia Funes, creadora de R-útil, diseño sustentable, que tiene un puesto fijo en la Bioferia de Mendoza (la feria agroecológica que está los sábados en el Parque General San Martín).

Para Virginia el valor del reciclado está en el impacto circular en el medio ambiente y en la sociedad.

“Además de generar elementos útiles, económicos y sustentables es la posibilidad de que la comunidad sea partícipe de esto y se genere una conciencia social, donde se valore la contribución de lo que da cada individuo”, dice Funes.

Por eso ella recibe prendas y accesorios en desuso y les compensa con un detalle, algún objeto de diseño a quien le dona.

Juguetes de madera

También en la Bioferia tiene el puesto Leo Quiroga, el artesano de Huartes. Él fabrica juguetes con madera únicamente reciclada. 

“Al principio fue la reconstrucción de muebles y después me enfoqué en juegos y juguetes didácticos hechos con madera reciclada”, dice Quiroga. 

Su padre es quien se encarga, en el Valle de Uco, de recolectar buena madera. Sobre todo descubre retazos en la finalización de obras de construcción y gestiona donaciones de fábricas de muebles que les permiten usar los “desperdicios”. 

“Es un trabajo bastante exhausto reacondicionar esa madera ya tirada. Después, el trabajo final me enorgullece cuando si al principio el material estaba muy deteriorado”, cuenta Leo.

Otros artesanos de Mendoza hacen juguetes también, pero reciclando MDF que tiene una textura y terminación diferentes.

Tecnología pioneros e impulsores

Este año un modelo de suprareciclaje representó la creatividad mendocina en Punta del Este. Se trata de Melisa Guevara Joyas. En marzo último la diseñadora industrial mendocina ganó un premio por impacto ambiental y la mentoría y certificación con Eco-Stylist, en el Universo Mola Fashion Week 2023 que organizó la Fundación entre Soles y Lunas.

Luego de investigar durante mucho tiempo los residuos electrónicos, Melisa armó su propia marca y hoy ofrece joyas de diseño personalizado. “Por el momento consigo el material en cooperativas de reciclado urbano”, a quienes le compra cables y otros elementos que formaban parte de aparatos que dejaron de funcionar.

El proyecto de Melisa nació en parte de otro que ha sido inspiración para muchos, dentro y fuera de Mendoza. 

Se trata de Reciclarg, una empresa con sede en Guaymallén, que exportó metales preciosos en 2017 y que tiene el proyecto de volver a hacerlo pronto. Desde 2013 hasta hoy, ha recibido alrededor de 575.000 kilos de RAEE (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos). El año pasado alcanzó los 75 mil kilos, evitando que vayan a un basural a cielo abierto.

Algunos de los aparatos electrónicos que reciben son reparados para su reutilización.

"Cuando algo ya es tan antiguo que no sirve, se desarma por partes componentes, explica el dueño, Farid Nallim. "El plástico se transforma en caja registradora o de luz, la parte ferrosa en carrocerías para auto en la industria metalúrgica, después el vidrio y el aluminio que también se utiliza para la misma función o carpintería de aluminio. Y los metales preciosos que se exportan".

Nallim es uno de los dueños y el creador de esta empresa que hoy tiene 11 empleados. Él anticipó a MDZ que planea volver a exportar metales preciosos como lo hizo en 2017.

Oro, plata, platino y cobalto se recuperan y cuando logran grandes cantidades se llevan a una refinería para después venderlos en el exterior.

El reciclador cierra lapidario: "El único animal que destruye montañas extrae minerales y después los entierran somos nosotros".

Links de interés

La frase inicial es una interpretación libre de conceptos vertidos por Carl Gustav Jung, aquí

Para hacer donación de materiales, se sugiere comunicarse a través de las redes de cada uno:

Botatabu

R-útil

Huartes, juguetes de la tierra

Melisa Guevara, joyas

Reciclarg