El gran beneficio que trae la castración en nuestras mascotas

La castración, extirpación de las glandulas sexuales en perros y gatos, es una técnica quirúrgica fundamental para controlar la población animal en todo el país. Desde hace varios años, municipios y veterinarias trabajan codo a codo para castrar a los animales callejeros, pero también para prevenir enfermedades. 

La veterinaria Ana Laura Reta brindó su perspectiva sobre el tema y destacó la importancia de evaluar cada caso de forma individual.

La veterinaria comentó que para castrar a un perro se debe hacerlo entre los 6 y 12 meses de edad, pero pasado esto también es posible realizar la cirugía. En cuanto a los gatos, comentó que lo ideal es hacerlo desde los 3 meses en adelante. No obstante aseguró que en los últimos años han surgido estudios que instan a evitar la castración, siempre y cuando, los "dueños sean responsables y mantengan a sus perros dentro de sus casas". 

"Por lo general, este procedimiento ayuda a prevenir tumores en los ovarios, así como infecciones uterinas conocidas como piómetra en hembras. Mientras que en machos reduce el riesgo de prostattis y tumores en próstatas y los testículos en machos", agregó.

Existe un mito que dice que los perros castrados son menos agresivos y territoriales, Reta explicó que esto es cierto, pero comentó que en las hembras esto no cambia, "una perra aunque la castremos va a seguir siendo agresiva". 

Qué cambios puede generar la castración

Entre algunos cambios que se pueden encontrar cuando un animal pasa por dicha intervención son: 

• Aumento de peso.
• Suceptibles a enfermedades endócrinas.
• Incontinencia urinaria.

Cómo preparamos a nuestra mascota

"Preparar a nuestra mascota para la castración depende de varios factores", explicó Reta. "En el caso de realizarla en una veterinaria privada, es importante considerar el tipo de anestesia utilizada. En general, se requiere un ayuno de al menos cuatro horas, tanto de alimentos sólidos como líquidos".

Reta enfatizó en la importancia de evaluar los riesgos asociados con la anestesia en cualquier procedimiento quirúrgico. Recomienda realizar un análisis de sangre y, como mínimo, un electrocardiograma para evaluar el funcionamiento del organismo del paciente, independientemente de su edad.

En cuanto a la recuperación, señaló que, en la mayoría de los casos en una veterinaria privada, las mascotas pueden comenzar a caminar dentro de pocas horas después de la castración. Sin embargo, en el ámbito público, donde se utiliza otro tipo de anestesia, el efecto de la anestesia puede durar hasta 12 horas. Aunque la recuperación es rápida, se recomienda administrar antibióticos y analgésicos, además de asegurarse de que la mascota no se toque la herida, ya que podría abrir los puntos. Reta enfatiza la importancia de que los propietarios asuman la responsabilidad de cuidar adecuadamente a sus mascotas durante este período de recuperación.

En cuanto a los costos de la castración, Reta menciona que varían según la ubicación geográfica en Argentina. En la mayoría de los municipios y ciudades grandes, los servicios de castración suelen ser gratuitos. Sin embargo, si uno no puede acceder a estos servicios, se puede realizar en una veterinaria privada. Los costos dependerán del tipo de anestesia utilizada. Por ejemplo, una castración con anestesia inhalatoria, que requiere la participación de un equipo de varios profesionales, puede rondar los 30 mil pesos. En cambio, una anestesia endovenosa realizada únicamente por el veterinario, que conlleva un riesgo mínimo, puede tener un costo inferior, estimado entre 10 y 15 mil pesos, dependiendo de la provincia.

Es importante tener en cuenta que estos costos son aproximados y pueden variar según la ubicación y las circunstancias individuales.

Un falso mito

En la sociedad existe múltiples creencias y mitos, y la castración no es una excepción. Muchas veces se ha dicho que una vez que castramos a un gato, este dejará de irse. Esto fue negado por la veterinaria.

"Lamentablemente no es así, lo que uno evita son las peleas, pero si ya tiene un comportamiento de irse el gato se va a seguir yendo. A veces se vuelven un poco más sedentarios, pero si le gusta salir, va a salir. El tema es que no se peleen, que ahí es cuando se transmiten enfermedades, cuando se muerden, se rajúñan entre ellos, ahí se transmiten enfermedades peligrosas", concluyo.