Opinión

“Cuerpos de verano”: el imperativo que subsiste al paso del tiempo

Transcurre el verano y con él, vuelve a primer plano el mandato del “cuerpo perfecto”. Los programas de televisión, las publicidades de productos de estética, los/as influencers en redes sociales nos ofrecen recetas mágicas para “llegar al verano”.

Grow - género y trabajo martes, 21 de febrero de 2023 · 11:02 hs
“Cuerpos de verano”: el imperativo que subsiste al paso del tiempo

Ahora bien, ¿Qué cuerpos son cuerpos de verano? ¿quiénes quedan por fuera de ese ideal de belleza? ¿Cómo impactan estos mensajes en las vidas personales y profesionales de las personas? Desde Grow- género y trabajo invitamos a la reflexión como primer paso para la transformación cultural.

Cuerpos deseables e indeseables

La valoración que existe de las corporalidades ajenas y que se reproduce y amplifica en los medios de comunicación y en las redes sociales contribuye a construir un modelo de belleza aspiracional. Así, cuando por ejemplo se destacan las curvas –generalmente extra delgadas– de determinadas mujeres, se construye la idea de qué esa es una característica esperable en un cuerpo feminizado. Por el contrario, quienes no tienen ese atributo, son personas con cuerpos menos deseables.

Estos mensajes –y las presiones que de ellos derivan– se cuelan en las distintas etapas de nuestras vidas, generando angustia y limitando el derecho a disfrutar de determinadas experiencias, como por ejemplo, una tarde de playa.

En este sentido, según una investigación realizada por la Fundación Bellamente (julio 2020) 8 de cada 10 mujeres encuestadas se sienten insatisfechas con su imagen corporal y el 59% de ellas considera que está gorda o con exceso de peso. A su vez, en una encuesta posterior (noviembre 2020) se identificó que el 93% de las participantes se sentían altamente influenciadas por los modelos sociales.

8 de cada 10 mujeres encuestadas se sienten insatisfechas con su imagen corporal

En este contexto, vale mencionar el rol que tienen las redes sociales en la circulación de un modelo de belleza hegemónico: el 86% de las mujeres encuestadas (julio 2020) afirmó que alguna vez se sintió mal con su cuerpo después de ver una publicación en Instagram y en el 62% de los casos, esa publicación era de una influencer o celebridad.

Estos ideales, se traducen no solo en angustia y presiones para quienes no encajan en la norma, sino también en discriminación. Según datos del Inadi (2020), la obesidad y el sobrepeso se ubicaban entre las primeras cinco situaciones de discriminación identificadas en el Mapa Nacional de la Discriminación (2013), situación que empeoró hacia 2019 ya que este motivo pasó a ubicarse en el segundo lugar. En ambos relevamientos, se observó además, que la problemática cobra mayor importancia entre los 18 y los 30 años.

Asimismo, es necesario preguntarse qué sucede por ejemplo con las corporalidades travestis y trans que no suelen estar representadas en los medios de comunicación, ni en las publicidades pero que sí son observadas socialmente desde el extrañamiento debido al binarismo de género mediante el cuál comprendemos el mundo que nos rodea.

Visibilizando la violencia simbólica en los ámbitos laborales

En Argentina, la Ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los Ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales define 5 tipos de violencia, entre ellas la simbólica, entendida como aquella que “a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad” (art. 5). En este sentido, los mensajes que escuchamos respecto de corporalidades deseables y de corporalidades no hegemónicas constituyen violencia simbólica.

¿Alguna vez pensamos qué se esconde detrás de los pedidos de “buena presencia” que vemos en los anuncios de empleo y en cómo se sienten las personas con corporalidades diversas que los leen?

El mundo del trabajo no es ajeno a esta situación. En 2022, desde Grow- género y trabajo realizamos una campaña de sensibilización sobre el impacto de la violencia simbólica en la vida profesional de las personas. En este marco, implementamos una encuesta para conocer las situaciones más frecuentes. El resultado obtenido sirve para observar una tendencia: el 67% de las personas de identidades no cisnormativas (quienes no se identifican con el género asignado al nacer), el 49% de las mujeres cis (cis refiere a quienes sí se identifican con el género asignado al nacer) y el 28% de los varones cis indicaron haber recibido bromas o comentarios inadecuados sobre la apariencia física y/o el cuerpo (Grow- género y trabajo, 2022).

Es decir, la mirada sobre los cuerpos ajenos no sucede sólo durante el verano y en escenas de playa sino que atraviesa todos los ámbitos en los que las personas se desarrollan, inciden en su autoestima y en muchos casos en sus posibilidades de acceso y desarrollo profesional. ¿Alguna vez pensamos qué se esconde detrás de los pedidos de “buena presencia” que vemos en los anuncios de empleo y en cómo se sienten las personas con corporalidades diversas que los leen?

Desde Grow- género y trabajo realizamos asesoramientos a los equipos de Recursos Humanos para que las búsquedas estén libres de sesgos y estereotipos así como también acompañamos a empresas de medios y agencias de publicidad en la producción de contenidos que interpelen a la diversidad de personas que habitan nuestra sociedad desde un enfoque de género interseccional (contemplando otros factores de discriminación como por ejemplo la racialidad, la clase social y la discapacidad). Desde Grow- género y trabajo, entendemos que la transformación es colectiva y por lo tanto, promovemos culturas organizacionales inclusivas y equitativas donde la diversidad sea respetada y valorada.

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