El contundente reclamo de la DAIA por los rehenes de Hamás, a dos meses del ataque terrorista
Este jueves se desarrolló una multitudinaria convocatoria de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas frente al Teatro Colón. Fuerte condena al horror perpetrado por el terrorismo palestino.
Este jueves 7 de diciembre se cumplieron dos meses del ataque de Hamás a Israel, el cual le abrió las puertas a una nueva guerra. Por ello, la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) hizo una nueva convocatoria frente al Teatro Colón, donde hablaron familiares de víctimas y condenaron el horror ocasionado por la organización terrorista tanto al pueblo judío como al palestino.
Jorge Knoblovits, presidente del organismo, señaló a MDZ: "Espero que la sociedad argentina entienda que la lucha contra el terrorismo es determinante. Hoy estamos exigiendo que la gente que vela por al democracia y los derechos humanos acompañe al reclamo de la liberación de los secuestrados. Los gobiernos argentinos, el saliente y el entrante, tienen que acompañar este reclamo y deben poner este tema en agenda permanentemente".
Además, fue contundente ante la ONU por sus críticas con respecto a las defensas militares del Estado judío: "Ni siquiera ONU Mujeres se manifestó sobre las violaciones a las mujeres. Hoy parece que con la víctima judía el tratamiento es otro. Es deplorable lo que hacen algunos organismos internacionales". De este modo, anticipó que seguirán organizando encuentros masivos cada mes para protestar por esto.
Este encuentro, que dio inicio a las 18:00 horas y que contaba con la presencia de la Policía Federal, también fue organizado por la AMIA, el Congreso Judío Latinoamericano, la Organización Sionista Argentina, el Foro de familias de secuestrados y desaparecidos. Participó, además, Eyal Sela, embajador de Israel en Argentina.
Mientras los presentes alzaban sus voces, banderas y fotos de las víctimas, un reloj delante de ellos mostraba el tiempo transcurrido desde el inicio de este conflicto: 62 días. Iba marcando minuto a minuto.
Los testimonios de familiares de rehenes
El primero en hablar fue Daniel Korin, hermano de Abi Korin, uno de los tantos ciudadanos que fueron asesinados por la agrupación. Nacido en Argentina, fanático de Boca y del Flaco Spinetta, era apodado "el Negro" por sus amigos. Decidió irse a vivir a Israel desde muy chico atraído por los ideales sionistas, pero no quiso ir a una ciudad, sino un kibbutz periférico, más chico, donde pudiera trabajar para ayudar a desarrollarlo. Estaba pegado a la Franja de Gaza.
"Nunca le importó que fuera una zona de conflicto; al contrario, mi hermano Abi creía en la paz y creía que había que construirla. Estaba seguro que era posible la convivencia con los palestinos y de que valía la pena el esfuerzo de entenderse uno con el otro", recordó Korin. Comenzó trabajando en un tambo y luego fue a la seguridad.
Ante cada atentado o cohete que caía cerca de Gaza, sus hijos, mujer, padres y hermano lo llamaban para saber cómo estaba. Pero la última vez fue distinta: el 7 de octubre no contestó el celular, fue víctima de una masacre sin precedentes en "esta era posterior al Holocausto". Durante días estuvo en calidad de desaparecido hasta que el embajador de Israel confirmó que habían hallado su cuerpo.
"Yo no quería un papá héroe, lo quiero conmigo", advertía un fuerte mensaje de una de sus hijas. De este modo, Daniel lamentó la pérdida de su hermano, y aclaró que esta guerra no es contra el pueblo palestino, sino contra la organización, cuyos actos realizados sin ninguna piedad y orgullo inhumano debe ser condenado.
El desesperado pedido por que Hamás libere a los rehenes
Guefen Ilan Sigal también se paró frente al escenario y habló. Cinco miembros de su familia fueron secuestrados, todos argentinos: su mamá, Clara Marman, su tía, Gabriela Leimberg, su prima hermana, Mia Leimberg, han sido liberadas tras la tregua; su padrastro, Luis Har y su tío, Fernando Marman aún siguen en Gaza.
La acompañaron Mary Shtoat, hermana de Michel Nisenbaum, Mauricio Scheiner, tío de Kfir y Ariel Bibas (los pequeños que habrían muerto), y Maia Chmiel, prima de Iair y Eitan Horn. Todos la apoyaron y alzaron carteles con sus familiares desaparecidos.
Aquel sábado, la madre de Guefen se despertó tomando un mate sin saber que su hogar se llenaría de balas y quedaría en manos de un grupo de terroristas. "Cuando me senté delante del televisor, observé con espanto y un sentimiento de impotencia total las escenas de horror que pasaban una atrás de la otra. Siguen desfilando en mi mente cada vez que cierro los ojos", recordó.
Durante días, la angustia le fue quitando la esperanza a Guefen, hasta darse por huérfana e imaginando a su madre muriendo en los túneles de Gaza, sin poder volver a verla, sin poder despedirse siquiera. Hasta que la tregua entre ambos bandos comenzó a liberar grupos, y afortunadamente tres de sus familiares estaban entre ellos, incluyendo Clara Marman.
Así lo relató ante la multitud: "Luego de 53 días de cautiverio, mi madre, mi tía y mi prima fueron liberadas. Durante unas horas experimenté una felicidad instantánea, un milagro que fue mutando hasta transformarse en un ya conocido sentimiento de opresión, angustia y desesperación, porque el terrorismo de Hamás no esta dispuesto a liberar más personas. Necesito ayuda porque mi padrastro y mi tío siguen allí".